Una lucha que pone en peligro Medio Oriente
Lo que está pasando en Arabia Saudita tiene relación con otros hechos muy preocupantes que se están desarrolando en esa región
Arabia Saudita e Irán son los principales adalides de las dos grandes ramas en que se divide el islam: el reino saudita es sunnita y el régimen de los ayatollahs es chiita. Son los países más influyentes de la región y tienen las fuerzas armadas más poderosas. Los dos compiten por influir en sus vecinos. El programa nuclear de Irán y la posibilidad de que un día tenga armas nucleares también alarman a sus vecinos, en particular a Riad. Iraníes y sauditas libran una guerra a distancia en Siria yYemen.Teherán es aliada del gobierno de Al-Assad en Siria (Riad apoya a los rebeldes) y enYemen los iraníes respaldan a los rebeldes, mientras que los sauditas al gobierno depuesto. Por otro lado, Arabia Saudita es el mayor productor mundial de petróleo y mantiene el precio bajo del crudo. Esto asfixia a la economía iraní, necesitada de fondos. Hace pocos días Alí Akbar Velayati, un asesor del líder supremo de Irán, viajó a Beirut y se reúnió con el premier libanés Saad Hariri. Que le dijo, no se sabe... pero el hombre salió espantado y renunció. Hariri viaja a Arabia Saudita, anuncia allí su renuncia y dice que teme por su vida. Acusó a Irán de esparcir "el desorden y la destrucción" en la región y culpó a su aliado libanés, Hezbollah, uno de los principales grupos armados chiitas.
Horas más tarde, los rebeldes yemenitas hutíes, acusados de estar apoyados por Irán, reivindicaron haber lanzado desdeYemen un misil con el fin de alcanzar el aeropuerto de Riad. Fue destruido por la defensa antiaérea. Como respuesta la coalición militar encabezada por Arabia Saudita cierra todas las fronteras aéreas, marítimas y terrestres de Yemen y acusa a Irán de ser el responsable del tiro de misil.
En medio de esto, el principe heredero de Arabia, Mohammed ben Salman, decide hacer una gigantesca purga arrestando a 500 personas, entre ellos principes y empresarios, acusados de corrupción. Su objetivo: mostrar que esta al mando en su país, boorando ala "vieja guardia" y preparandose para enfrentar en uan posible guera a Irán, quién nuevamente está en la mira de Donald Trump. Toda una casualidad.