Peñarol sufrió más que nunca pero selló su noveno triunfo consecutivo
En su más floja presentación en el Clausura, venció 3-2 a Sud América, que lo limitó por momentos.
P eñarol ofreció una de sus peores versiones en el Clausura. Sud América lo puso en aprietos, al punto que la incertidumbre sobrevivió hasta el desenlace del partido, que fue uno de los más complicados para el líder del torneo. Los reclamos de Ramos hacia su equipo fueron una constante, y respaldan lo dicho.
Sin embargo, puede considerarse una virtud haber acumulado una nueva victoria (la novena consecutiva en el Clausura), posible gracias a los goles de Maximiliano Rodríguez, Lucas Viatri y, cuando no, Cristian Palacios, sin mostrar su mejor cara.
Con el triunfo obtenido anoche, Peñarol mantuvo la diferencia de cinco puntos sobre Defensor en el Clausura, y sigue al acecho en la Anual (cuatro abajo del “tuerto”). El próximo fin de semana, el equipo de Ramos recibirá a Juventud en el Campeón del Siglo.
Apagado
Durante el primer tiempo, Peñarol se pareció poco al equipo que tantos halagos despertó a lo largo del Clausura. Particularmente llamativa fue su pobreza creativa, que le llevó a causar peligro a cuenta gotas.
Los motivos fueron varios. Además del bajo rendimiento colectivo -individualizando y para citar un par de ejemplos, Gargano y Estoyanoff tuvieron menos incidencia que de costumbre, pero no fueron los únicos- y las ausencias, pesó lo hecho por Sud América, que pudo limitar a Peñarol por momentos y le creó alguna que otra situación.
El equipo de Leonardo Ramos abusaba de las bandas, y solamente dos veces estuvo cerca de marcar. Primero, en una jugada entre Corujo, Viatri y “Maxi” Rodríguez, que terminó con el delantero argentino bajándosela a “La Fiera”, cuyo remate terminó siendo controlado por Rolero.
La otra llegó casi de inmediato: un desborde de Lucas Hernández, quien asistió a Diego Rossi para que este encarar hacia el medio y le diera vida a un remate de media distancia que despejó el arquero.
Nada más generó Peñarol, lo que habla a las claras de su pobre actuación durante la primera parte. Sud América no fue mucho más claro (Melazzi probó un par de veces a media distancia y Felipe estuvo cerca de marcar con un cabezazo que se desvió en Formiliano y Dawson sacó con lo justo), pero el trámite claramente le fue favorable. Casi no generó peligro, pero tampoco sufrió demasiado. Era negocio.
Otro partido
El segundo tiempo no se pareció en nada al primero. Las ocasiones de peligro llegaron constantemente, y fue Peñarol el primero en ofrecerlas.
Saliendo al complemento con otra actitud y, sobre todo, con mayor claridad con la pelota (la mejoría de Gargano fue clave, también la de Estoyanoff), generó en menos de cinco minutos más chances que en toda la primera parte, y hasta llegó al gol. Fue mediante un cabezazo de “Maxi” Rodríguez, quien aprovechó un buen centro de Rossi.
Pero Sud América no se quedó quieto, al punto que demostró ser el equipo que desnudó más falencias defensivas del mirasol. Gianni Rodríguez avisó con un tiro desde el borde del área, preámbulo del empate conseguido por Ruben Bentancourt a los 52’.
Los“buzones”, sin embargo, tuvieron poco tiempo para celebrarlo. Un excelente pase del “Lolo” terminó en los pies de “Maxi”, que cayó pidiendo falta y, aprovechando que la pelota quedó boyando, Viatri la mandó a la red, marcando así su segundo gol con la camiseta aurinegra.
Pero otra vez Peñarol demostraba que no estaba destinado a ganar sin transpirar. Formiliano no bancó la intensa presión de Bentancourt, que se generó una chance a sí mismo robándole la pelota al central y definiendo un mano a mano con toda la calma del mundo para sellar el 2-2. Noche redonda del salteño, que sin embargo no pudo festejar.
Luego empezó el show de Cristian Palacios, ingresado poco antes. Estrelló una pelota en el palo antes de marcar de penal (fue una falta de Sergio Felipe sin pelota sobre Estoyanoff, con el árbitro a un metro) el 3-2 a 20’ del final.
En el desenlace, Peñarol estuvo lejos de estar tranquilo. El tiempo transcurrió en campo mirasol, y estuvo plagado de incertidumbre sobre sí el puntero podría mantener la ventaja. La excelente presión le permitió controlar la pelota y abreviar considerablemente las posesiones de su rival.
El equipo de “Leo” Ramos terminó sufriendo más de la cuenta, pero ganó un partido complicadísimo y es más líder que nuca.