DALE UN BESO
Con doblete del intratable Palacios, Peñarol ganó 2-0 a Danubio y llegó a 33 puntos, sacándole 7 de ventaja a Defensor que por la noche empató ante Liverpool. A cuatro fechas para el final, el carbonero quedó con el título al alcance de sus manos.
N o hay quien pare a Peñarol, que se sacó de arriba uno de los rivales más complicados que le quedaban, sumó su undécima victoria consecutiva y lidera un Torneo Clausura que parece difícil que se le escape (amplió a 7 la diferencia sobre los “tuertos”).
Además, el invicto equipo de Leonardo Ramos mantiene más viva que nunca su esperanza de ganar la Tabla Anual, que tanto favorece a su dueño al momento de definir el Uruguayo. El traspié sufrido anoche por Defensor deja a los mirasoles a dos puntos de los “tuertos”, que aún tienen que jugar ante Nacional.
La irrefutable victoria conseguida en Jardines demostró una vez más las diversas fortalezas del puntero. Una de ellas es Cristian Palacios, imparable artillero que marcó los dos goles ante Danubio y llegó a diez en el Clausura (lleva 29 en la temporada). Otra, el hecho de que las ausencias pasan desapercibidas.
¿Faltó alguien?
Peñarol dejó en claro que su funcionamiento no depende tanto de los nombres como del potencial colectivo que ha construido. Ayer no estuvo Guillermo Varela, Cristian Rodríguez ni Maximiliano Rodríguez, y nadie puede decir que el rendimiento se diera por enterado.
En un equipo que funciona, los nombres varían y el nivel es el mismo. El lateral derecho no extrañó a Varela, porque el “Chiche” Corujo mostró una de sus mejores versiones desde que volvió al club. Guzmán Pereira no desentonó en un mediocampo que, bajo la batuta del “Mota” Gargano (quien se mandó una asistencia genial para el segundo gol de Palacios), generaba el fútbol y cimentaba el dominio mirasol ante Danubio, que poco pudo hacer, sobre todo en el primer tiempo.
Pero la ausencia que probablemente se notó menos fue la de “La Fiera”. Es lo que pasa cuando el reemplazante está mejor que nunca. Tal es el caso de Cristian Palacios, quien marcó un “doblete” en un primer tiempo que Peñarol con- troló de cabo a rabo y fue la gran figura del encuentro disputado en Jardines.
Mención especial para Lucas Viatri, quien demostró una vez más que no solo las cosas que figuran en las estadísticas son importantes para aportarle a un equipo. El delantero argentino arrastró más marcas y bajó más pelotas que nadie. Lo hizo en el primer gol del “Chorri” (peinó un centro de Lucas Hernández, otra pieza importantísima del gran momento mirasol) y en muchas otras oportunidades.
El ex Boca fue crucial en una primera parte en que Peñarol fue ampliamente superior. Presionó, controló y dominó a un Danubio que poco pudo hacer para inquietar a Kevin Dawson, que la única vez que fue llamado a actuar (una definición de Ternas terminó en un atajadón del coloniense), respondió a la altura.
Partido resuelto
Apremiado por el 2-0 en contra y el pobre rendimiento de su equipo, Gastón Machado mandó a la cancha un par de cambios ofensivos que refrescaron a Danubio, que logró emparejar las acciones pero careció del toque final para anotar. Tuvo alguna que otra chance, pero las de Peñarol nuevamente fueron más claras y no terminaron adentro por intervenciones de Cristóforo o falta de puntería.
El equipo de Leonardo Ramos logró así su victoria número once en idéntica cantidad de presentaciones, lo que mantiene viva la posibilidad de igualar o superar la marca de Diego Aguirre (que ganó doce partidos consecutivos en la temporada 2009/2010) y confirma la firmeza defensiva de un equipo que, si bien venía de dos partidos consecutivos cometiendo errores individuales (la pérdida de la pelota de Formiliano ante Sud América, por ejemplo), recibió apenas 5 goles en todo el Clausura.
De hecho, el de la víspera fue el séptimo partido en que el arco de Kevin Dawson no recibió intrusos (se suma al de El Tanque, Fénix, Nacional, Boston River, Wanderers y Juventud). La alegría es absoluta en Peñarol. La racha triunfal parece no tener fin y, si esto fuera poco, el aliciente del tropiezo de Defensor anoche en Franzini seguramente multiplique la motivación de cara a la recta final del Clausura. Por lo pronto, el fin de semana se viene el que, presumiblemente, es el más accesible de los cuatro rivales que les quedan a los aurinegros: Plaza Colonia.