Francisco volvió a rezar por tripulantes
El Papa Francisco invitó ayer al Vaticano a miles de excluidos para compartir con ellos la primera Jornada Mundial de los Pobres y pidió a los fieles que luchen contra la “indiferencia” hacia los más necesitados. En ese contexto,el Sumo Pontífice reiteró sus oraciones para los tripulantes del submarino ARA San Juan, que está desaparecido desde el miércoles con 44 personas a bordo.
Como ya es una costumbre en su papado, Francisco estuvo cara a cara con cientos de marginados. “Tenemos talentos, somos talentosos a los ojos de Dios. Por tanto nadie puede considerarse tan pobre hasta el punto de no poder dar nada a los demás” declaró el Papa argentino en un misa en la basílica de San Pedro, a la que asistieron unos 7.000 necesitados.
“No hacer nada malo no basta. Dios es un padre en busca de sus hijos a quien confiar sus bienes y sus proyectos”, dijo Francisco. Para el Jef e de la Iglesia Católica, esta “omisión es también un pecado frente a los pobres. Aquí, tiene un nombre preciso: la indiferencia. Es como decir ‘esto no me incumbe, no es asunto mío, es culpa de la sociedad’”. En los pobres,“en su debili- dad hay una fuerza salvadora. Y aunque ante los ojos del mundo tengan poco valor, son ellos los que nos abren el camino del cielo”afirmó.
Jorge Bergoglio almorzó con 1.500 pobres en una sala del Vaticano, mientras que otros 2.500 fueron repartidos en los comedores de las diferentes instituciones pontificias.
La jornada tiene como objetivo instar a los creyentes a que reaccionen contra lo que califica “la cultura del descarte y del derroche”y fomenten“la cultura del encuentro”. Desde que fue elegido pontífice en 2013, Francisco se ha comprometido a favor de“una iglesia pobre para los pobres”, por lo que suele criticar la acumulación de riqueza en manos de unos pocos privilegiados y denunciar las crecientes desigualdades que se registran en todo el mundo. Iniciativas análogas se llevan a cabo en todas las diócesis de Italia y del mundo. En la Plaza San Pedro seguía abierto este domingo un dispensario médico gratuito para ayudar a los que viven en la calle, como Elisa, una joven italiana del Piamonte, que desde julio vive en la calle con su perro, que la espera mientras se somete a una revisión ginecológica.