Llega la hora del automóvil eléctrico
Londres decide crear una zona exclusiva para vehículos no contaminantes.
Serán autónomos, eléctricos y revolucionarán los hábitos de desplazamiento. Propulsados por los avances tecnológicos y los imperativos medioambientales, los vehículos del futuro ya no están tan lejos de nuestro día a día, pero aún les quedan algunos escollos por superar.
Londres establecerá una zona reservada a los vehículos limpios en su centro en 2019, y espera ampliar el radio más allá del centro de aquí a 2021.
Para lograr imponerse, los autos del futuro deberán resolver, no obstante, una serie de dificultades, empezando por la disponibilidad desigual de las terminales de recarga eléctricas.
Una insuficiencia “deplorable”, que se suma a los problemas de autonomía de estos vehículos, lamenta el periodista de automovilismo Matt Robinson, poco convencido por las informaciones proporcionadas por los constructores sobre esta cuestión.
Robinson se pregunta también sobre la capacidad de los usuarios para superar su “mie-
do” a ser pilotados por máquinas. Para estos diversos problemas, los especialistas ya imaginan soluciones: plataformas de recarga sin cables instaladas bajo las rutas, metro capaces de transportar coches o incluso auto-drones voladores.
En un momento en el que cada vez más países anuncian el abandono progresivo de los coches a gasolina y diésel, las primeras versiones de estos vehículos ya recorren carreteras de todo el mundo, ya sea en versiones híbridas o parcialmente autónomas.
El cambio afecta también a las mentalidades y a nuestra relación con el hecho de poseer un vehículo, pues hoy en día ya solo hace falta agarrar el teléfono para, en cuestión de minutos, encontrar un co- che de alquiler o un chofer. Según David Metz, experto del Centro para Estudios sobre Transporte del University College de Londres, las ciudades desarrolladas alcanzaron un “pico” en materia de automóviles, y ahora cada vez están menos dispuestas a dar espacio a vehículos que en otro momento se consideraron i ndispensables. “Constatamos que las zonas urbanas con fuerte densidad tienen más éxito con menos tráfico”, destaca, citando el concurrido barrio de Leicester Square, en pleno centro de Londres.
En una muestra de esta evolución, los urbanistas acaban abandonando los modelos de planos ortogonales del siglo XX, pensados en el automóvil.
Los coches privados, que muchas veces están inactivos 23 horas al día, también enfrentan la competencia de los alquileres de corta duración o de los vehículos compartidos, medios de transporte disponibles en todo el mundo e impulsados por las tecnologías móviles.