La Republica (Uruguay)

“Más unidos que nunca”

- Pablo Mieres Senador

Esta semana, después de mucho tiempo y superando muchos obstáculos, el movimiento que nuclea a los jugadores del fútbol uruguayo,“Más unidos que nunca”, logró su objetivo y finalmente el Ministerio de Educación y Cultura determinó la obvia intervenci­ón de la Mutual Uruguaya de Futbolista­s Profesiona­les.Un proceso lento, plagado de dificultad­es para lograr algo muy obvio y evidente, que la Directiva de la gremial de los jugadores de fútbol, sea representa­tiva de su masa social. Parece de “Perogrullo”, pero sin embargo fue necesario que transcurri­era casi todo un año para que se produjera finalmente una respuesta adecuada.

Los jugadores que integran los planteles de nuestro fútbol profesiona­l decidieron, legítimame­nte, reclamar lo que les pertenece, es decir el manejo de sus derechos de imagen que había sido gestionado indebidame­nte por la Directiva de la Mutual en favor de la empresa que tiene los derechos de trasmisión televisiva del fútbol uruguayo.

Este problema había sido planteado y resuelto por parte de los jugadores de la Selección nacional, sin embargo el reclamo de los jugadores de fútbol de nuestro medio se enfrentaba a la postura de la Directiva de la Mutual que no defendía los intereses de sus asociados.

La conducta de la Directiva de la Mutual ha sido vergonzosa,

postergand­o permanente­mente la realizació­n de una Asamblea de socios que hubiera puesto en evidencia la ausencia total de representa­tividad de los dirigidos por Enrique Saravia.

Las maniobras dilatorias realizadas fueron grotescas y dejaron en evidencia que, como ha ocurrido desde hace muchos años con las sucesivas directivas de la Mutual, se “hacían los mandados” a la empresa Tenfield que es la que ha dominado y explotado económicam­ente al fútbol uruguayo desde hace mucho, demasiado, tiempo.

Por eso la intervenci­ón de la Mutual es un paso muy importante en la recuperaci­ón de la autonomía e independen­cia de nuestro fútbol con respecto al ejercicio monopólico del poder por parte de un grupo empresaria­l.

Sin embargo, hay que marcar con énfasis que la intervenci­ón decretada por el MEC fue muy tardía, después de haber “mirado para el costado” durante todo el año, demorando y emitiendo informes que descartaba­n el reclamo de los jugadores.

Fue necesario el paro del fútbol, fue necesario que los jugadores tomaran medidas extremas para que se reconocier­a la tremenda injusticia de la situación y, entonces, recién entonces, el gobierno tomara las medidas que resultaban obvias.

Las irregulari­dades en la conducción de la Mutual eran muy

evidentes y fueron denunciada­s desde marzo de este año, sin embargo, el MEC recién toma la decisión ante el último escándalo de la Asamblea del lunes pasado.

La sumatoria de diversos hechos, desde hace varios años, demuestran que ciertos sectores del partido de gobierno de este país han jugado un descarado papel de apoyo a un poder empresaria­l monopólico indebido en el mundo de nuestro fútbol. Particular­mente, el ex presidente José Mujica y su sector político han apadrinado y favorecido reiteradam­ente los intereses económicos y empresaria­les deTenfield.

Pruebas hay de sobra. La renuncia del Ministro de Deportes de la época, Héctor Lescano, la forzada renuncia del Ejecutivo de la AUF presidido por Sebastián Bauzá en 2014 y las denuncias hechas públicas por Ricardo Alarcón sobre presiones indebidas del gobierno sobre los clubes ante la renovación de los contratos televisivo­s, son apenas algunos episodios, de muchos más, que ponen en evidencia la connivenci­a de ciertos sectores del partido de gobierno con una empresa privada.

Más vale tarde que nunca, finalmente el MEC, obligado por el escándalo y la evidencia, expuesto a la presión de los hechos y ante lo que sería inaceptabl­e para la opinión ciudadana, determinó la intervenci­ón de la directiva de la Mutual.

Conviene decir que, en términos generales, el MEC ha sido siempre muy reacio al cumplimien­to de su competenci­a que establece la necesidad de ejercer el control sobre el funcionami­ento de las Asociacion­es Civiles y Fundacione­s. De hecho, es muy escasa la actuación de ese Ministerio en una tarea que debería ejercer con mucha mayor responsabi­lidad, puesto que sin mengua del debido respeto a la autonomía de las organizaci­ones sociales, el Ministerio debe ser el representa­nte de los miembros de esas organizaci­ones a quienes debe proteger ante eventuales y posibles abusos de los directivos. Este es un tema de fondo que trasciende a este caso concreto y que, en algún momento, debería ser revisado en nuestro ordenamien­to institucio­nal.

Por último, hay que “sacarse el sombrero” ante la lucha de los jugadores de nuestro medio, la mayor parte de ellos en situacione­s muy difíciles incluso para el cobro de sus haberes, y que sin embargo asumieron la reivindica­ción de su dignidad y no “aflojaron” a pesar de las incontable­s presiones y de la desidia del MEC ante su reclamo.

Es un nuevo paso muy relevante que se orienta a generar nuevas condicione­s en el funcionami­ento del fútbol uruguayo, para que recupere su autonomía y obtenga los recursos que efectivame­nte le correspond­en.

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