Roballo: Nuevo sistema de venta de cannabis estará pronto entre fin de 2017 e inicio de 2018
“La vocación del gobierno se plasma en la participación de la gente, y ese es el valor fundamental de una democracia”, afirmó.
Esta otra posibilidad será en el marco de la ley de farmacias y le dará seguridad a la gente, aseguró el pro secretario de la Presidencia.
Más allá de defensores o detractores, que los tiene cualquier persona, por su accionar, lo que si todo el mundo coincide en que el Presidente de la República, Tabaré Vázquez es un político de bajo perfil, y en esa sintonía también encontramos al Prosecretario, el abogado Juan Andrés Roballo, un hincha de Rampla, casado, con cuatro hijos, que vive en el Prado y es un católico practicante.
Fanático del rock y que junto con su esposa, cuando está en Montevideo, lo que ocurre seguido ya que no es proclive a viajar mucho por su trabajo, se va de compras los sábados a buscar las frutas y verduras, carne, lácteos y todo lo necesario, y que vuelta y media se va por “su” barrio, el Cerro, a buscar la mejor pizza de la ciudad.
A pesar de tener una agenda supercargada, Roballo se hizo un tiempo para atender a LA REPÚBLICA en el piso 11 de la Torre Ejecutiva de Presidencia, un lugar con una vista única de la capital, que ayuda a inspirarse a este nacido en la zona de Villa Foresti, en las afueras de la ciudad canaria de Las Piedras y que a los 17 años trabajó en una curtiembre.
¿Cuándo estuvo en la Inspección General del Trabajo unió ambas vocaciones?
-Era diputado suplente, pero con el nombramiento en ministerios de compañeros que estaban adelante mío, asumí la banca y trabajé como diputado durante 4 años, y era uno de los cinco abogados de la bancada del FA en el Parlamento, en una etapa -20052010donde hubo muchas transformaciones que impulsaba el FA, como la reforma tributaria, de la salud, laboral, de generar nuevos derechos para las personas con discapacidad, entre otros. En la reforma laboral trabajé mucho previamente al debate parlamentario, mucho en las sombras, para articular que se diera.
En el segundo gobierno del FA hubo muchas propuestas para estar en diferentes lugares, pero debido a mi formación y vocación, decidí aceptar el puesto en la Inspección, por lo que me dijeron amigos que estaba loco, pero analicé en su momento, que si bien no era el trabajo más grato, cuanto servía para desarrollar esa tarea, y en esta, había ejercido el Derecho Laboral, había participado en la reforma y tenía la oportunidad de estar en un organismo que se dedica al control de las normas del trabajo. Cerraba un círculo y lo hice con muchas ganas, hubo mucho desgaste, pero fue maravilloso. Eso me dio una perspectiva de lo que pasa en la realidad muy concreta, de lo más malo a lo mejor.
¿Aseguran que una de las cosas que definió a Vázquez convocarlo para este cargo fue su bajo perfil? ¿Considera que fue así?
-No se si ese era un componente para el Presidente asignarme esta tarea, lo que si creo que es que busco darle un perfil más serio de trabajo y ante la duda de salir o no, lo que es opinable, me tomo mi tiempo. Porque no sale Roballo, sale Presidencia a hablar. Hay que tener responsabilidad y cuidado por la institución. Siento que acompaño un perfil público que tiene el Presidente. Reconozco que a veces me paso para el otro lado, en lo que respecta con lo reflexivo, pero también es cierto que siempre me tocó estar en lugares donde se tocan temas muy delicados y el tratamiento público de estos debe ser bien cuidados. Cuando empiezo una conferencia o una entrevista no puedo decir que sólo es cosa mía o que no tiene nada que ver con Presidencia, hay que encontrar un equilibrio, porque tengo que comunicar, ya que los ciudadanos tienen el derecho a tener esa información. Soy un funcionario público que tiene una responsabilidad y esta entrevista es parte de una rendición pública de cuentas. Igual que quede claro que no soy el vocero directo del Presidente y él eso lo ha dicho y repetido.
Uno de los temas que se maneja desde la Prosecretaría es lo referente al Gobierno de Cercanía, los conocidos Consejo de Ministros Abiertos, que en esta período de gobierno llegaron a 25 el otro día en Pirarajá ¿qué balance se puede hacer de esta iniciativa?
-Son una seña de identidad de la fuerza política a la que pertenecemos, pero también de Tabaré Vázquez, ya que en su intendencia iba a los barrios a hacer Gabinetes Abiertos. Y en su primera presidencia instauró los Consejos Abiertos en el interior y además se aprobó la ley de descentralización que crea el tercer nivel de gobierno. Son características del Presidente y están plasmadas en el programa de gobierno, la descentralización, la participación real, la transparencia, la rendición de cuentas, y eso se hace yendo donde están las personas. Y esto que parece un cliché, tiene un gran valor y un contenido cívico, filosófico, ideológico, antropológico, porque hacer Gobierno de Cercanía no es fácil. El que se crea que organizamos una fiestita en el interior una vez por mes, está equivocado. No hay red. Y vamos a los lugares más complicados muchas veces. Acá se trabaja sobre el programa de gobierno. Allí se muestra la calidad de las organizaciones sociales y de las personas que piden
cosas para su comunidad, para mejorar la vida en ellas, no cosas individuales. La mayoría de estas cosas están de alguna forma en el programa de gobierno, aunque hay que corregir algo el camino.Y también algunas veces, hay cosas que no son posibles, pero les explica por qué. Y la gente valora notablemente esto. Se toma en serio la oportunidad de tratar directamente con el gobierno y para nosotros también es muy importante porque podemos chequear en el territorio cuanto le cambian la vida a las personas las leyes nueva, lo que incluimos en el presupuesto y otras decisiones administrativas. Todo esto en el marco de un programa y con la tranquilidad de lo que dice siempre el presidente Vázquez que la gente es solidaria, es inteligente, sabe y los planteos que hace son centrados, no piden cosas extraordinarias ni imposibles.Y son 25 de estas experiencias en dos años y medio, lo que lleva mucho tiempo, pero vale la pena.
¿Pero la gente participa, se compromete?
-La vocación de cada uno de nosotros y del gobierno se plasma en la participación con mayúscula de la gente, y ese es el valor fundamental de una democracia republicana, no una vez cada cinco años solamente, sino más seguido a través de distintos mecanismos en los cuales la gente se involucra. En nuestro país hay cerca de 1040 ámbitos que funcionan efectivamente en los tres niveles de gobierno en los que interviene el Estado.
Como la gente cada vez participaba más, en este período de gobierno sumamos los domingos para que los ministros recibieran los planteos de las organizaciones sociales en la capital departamental.Ya se han dado cerca de 4000 audiencias. Pero como se inscriben previamente las personas y sus reclamos, los ministros ya llevan posibles soluciones. En Presidencia funciona la Unidad de Asesoramiento y monitoreo de Políticas de Gobierno que hace una trazabilidad de todos los compromisos asumidos.
Lo que se da en estos ámbitos llena de energía a los que tenemos vocación política. Es un enriquecimiento mutuo que le hace bien al sistema democrático republicano de gobierno porque practica un elemento esencial del sistema, la participación, la rendición de cuentas, la transparencia. Esto le hace bien a todo el sistema político porque ayuda a revalorizar la cosa, la institucionalidad pública y el bien común, que es la democracia.
Hay gente que cuestiona lo que se gasta con estos consejos, pero no es nada al lado de lo que se genera en la gente. Hay que recorrer el país porque somos gobernantes de todo el país. Hay que explicar lo que hacemos como gobierno en Bella Unión, en Melo y en todos lados. Somos un gobierno abierto.Y todo este trabajo que hacemos nos lo han reconocido a nivel internacional. Todo esto enriquece el gobierno y da calidad a la democracia. Es un profundo mérito de la sociedad uruguaya, más allá de la iniciativa del Presidente y del FA.
¿Qué le genera a Juan Andrés Roballo ser una de las ‘manos derecha’ del Presidente?
-No me considero una de las ‘manos derecha’ del Presidente. Si cumplo un rol importante en darle asistencia permanente al Presidente, que es mi trabajo. En cuanto al rol, nunca me imaginaba estar acá. Es emocionante, genera mucha responsabilidad y que me estimula mucho a trabajar, pero me crié militando para que el FA llegar al gobierno, para que Tabaré Vázquez fuera Presidente. Él es un estadista, científico, pero Tabaré, al que vivaba en los actos. Hay una alta exigencia, del Presidente con él mismo y con su equipo. Si bien soy respetuoso con la institución a la que represento, hago los mandados como cualquier vecino, compro la pizza en el Cerro, voy a ver Rampla cuando puedo. Es difícil pararse en un lugar protocolar, más allá que el Presidente es protocolar, serio, es sencillo a la vez. El modo de gobierno que tenemos, no permite, por suerte y aunque quisieras, que un cargo de estas características te pueda marear o agobiar, y porque el Presidente no es así y porque además es el FA en el gobierno. Asumimos esta responsabilidad de otra manera, de un lugar más llano.
¿Dónde se ve el 2 de marzo de 2020?
-Con el día libre. Haber militado durante años para que el FA y Vázquez estén en el gobierno, y ahora trabajar al lado de el como Prosecretario, ya no tengo derecho a pedir nada. La política es mi vocación. Ahora estoy 100% abocado a esta tarea, disfrutándola y sufriéndola al a vez y no pienso en otros cosas. Seria un desubicado.Tenemos muchas cosas aún por hacer. Vázquez es muy estricto con el cumplimiento de los compromisos. El que esté en el Poder Ejecutivo y con la cabeza en otro cosa, es un temerario. El clima es de trabajo y no electoral hoy.
Queremos repetir el gobierno, pero primero tenemos que terminar de cumplir el programa que le presentamos a la ciudadanía en el 2014, con lo prometido. Te mentiría si no aspiro en nada, pero me siento satisfecho por estar en el lugar que esto. No se donde voy a estar el 2 de marzo de 2020, pero si se donde voy a estar el 28 de febrero de 2020, acá terminando de rendir cuentas de lo que hicimos y de lo que no, salvo que él decida otra cosa. Acá hay que renovar el contrato todos los días.