Gobierno resiste embate de cámaras y defiende etiquetado de alimentos
Proyecto recibe críticas pero el “derecho a la salud, está por encima de los intereses comerciales”.
Una fuerte pulseada se ha desatado a causa del etiquetado frontal de alimentos. El gobierno redobló la apuesta.
“Uruguay ha llevado todos los pasos de transparencia y de seriedad requeridos. No es una cuestión tomada a la ligera, sino que además tiene evidencia científica y respaldo internacional por organismos que están comprometidos por la salud”.
El decreto de etiquetado frontal para aquellos alimentos que tienen exceso de sal, grasa o azúcar y que espera la firma del Poder Ejecutivo, simboliza una pulseada entre el gobierno y las cámaras empresariales, la industria de los alimentos y el Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu). Ante este contexto, el Poder Ejecutivo redobla la apuesta: no solo impulsa el decreto sino que quiere convertir esta iniciativa en Ley.
María Rosa Curutchet, presidenta de la Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas, dijo a LA REPÚBLICA que esta iniciativa recibió muchos cuestionamientos por parte de la industria a nivel mundial.
Además, declaró que lo que ha sucedido en estos últimos días es que la industria está sacando algunas notas en prensa, en las que amenazan con demandar a Uruguay. Sin embargo, consideró que son medidas que quieren generar cierto temor para que no se implemente el decreto. “Pero, en realidad Uruguay ha llevado todos los pasos de transparencia y de seriedad requeridos.
No es una cuestión tomada a la ligera, sino que además tiene evidencia científica y respaldo internacional por organismos que están comprometidos por la salud”.
“Nos decían que este proyecto imponía trabas al comercio, pero esto no es así porque los países son soberanos para definir las políticas de salud que protegen a sus ciudadanos. El derecho a la salud, como lo dice nuestro presidente, está por encima de los intereses comerciales. Por lo tanto, los países -en este caso Uruguay- son autónomos para proponer medidas que protejan la salud de su gente. Si vamos a una mirada economicista, los costos son muy grandes para Uruguay cuando tiene un 64% de población con sobrepeso y obesidad, ya que estas enfermedades implican un mayor ausentismo laboral y un menor rendimiento”, agregó.
Asimismo, la nutricionista declaró que Uruguay llamó a una consulta pública para definir el proyecto, la cual se realizó en el mes de julio y agosto, y que fue tanto nacional como internacional.
Afirmó que también se envío la propuesta a conocimiento de la Organización Mundial del Comercio. “Por tanto, Uruguay desarrolló un modelo de trabajo sumamente transparente, siguiendo cada uno de los pasos necesarios para impulsar una medida de estas características.
En esa consulta pública recibimos múltiples consideraciones, muchas de las cuales fueron incorporadas.
En esas sugerencias tuvimos apoyo internacional de destacados organismos, como fueron la Organización Panamericana de la Salud o el apoyo de destacados cate-
dráticos a nivel mundial”.
Se pretende que sea Ley
Curutchet afirmó que se ha propuesto un proyecto de decreto, ya que este tema es “apremiante” desde el punto de vista epidemiológico por lo que “tiene que ser abordado prontamente”. “Lo mismo se hizo con el tabaco, se empezó con un decreto y después se fue hacia una Ley”.
La especialista afirmó que Uruguay ha propuesto que el sistema sea implementado de forma gradual, ya que el único interés que existe por parte del gobierno es que la industria alimentaria mejore la composición de los alimentos. “No interesa que hoy se llene el mercado de productos etiquetados sino que cuando esto se implemente podamos tener mucho menos alimentos con exceso de sal, grasa o azúcar”. “La industria es la responsable de la problemática epidemiológica que tenemos. Por lo tanto, nos parece que es valioso su compromiso en mejorar la calidad de los alimentos que le ofrecen a la ciudadanía y facilitar, fomentar y trabajar juntos para la reformulación de todo esto. De ahí parte la gradualidad de este proyecto”, manifestó.
Sobre la medida
“Este sistema es una acción concreta para abordar específicamente los alimentos envasados, cuyo proceso de elaboración se haya agregado sal, azúcar o grasa de forma desmedida. Estos tres nutrientes están asociados con la obesidad y con enfermedades no transmisibles como son la diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer”, declaró.
Según Curutchet, los impulsores de este proyecto fueron el Ministerio de Salud y el de Industria. Mencionó que se trabajó intensamente con la Universidad de la República en la generación de evidencia científica para orientar la toma de decisiones: se realizaron 14 trabajos que guiaron la elaboración del sistema de etiquetado. “Lo que hicimos con la Universidad de la República es ver cómo las etiquetas actuales de los alimentos son usadas por los ciudadanos y si son entendidas. Empezamos a probar distintos sistemas de etiquetado que faciliten una compresión rápida por parte del ciudadano, porque lo que nos pasa es que el con sistema actual de etiquetado, es decir tablas nutricionales, la gente no lo entiende y no lo sabe utilizar. Por tanto, si bien es una información completa, la mayoría de los ciudadanos no la logra interpretar”, agregó.
Cifras
Mencionó que Uruguay está impulsando distintas medidas para abordar la problemática vinculada con el crecimiento acelerado de las enfermedades no transmisibles entre las que se destaca la obesidad. “En estos últimos años, desde el 2008 al 2013, la obesidad en adultos se incrementó 8 puntos porcentuales. Hoy Uruguay tiene un 64% de personas adultas con sobrepeso y obesidad y somos uno de los países de la región con mayor tasa de crecimiento y con mayor prevalencia de la obesidad. También tenemos este problema fuertemente instalado en niños.Tenemos un 39% de niños escolares con sobrepeso y obesidad y 15% de los mismos presentan cifras alteradas de presión arterial. Hay que recordar que un niño con sobrepeso tiene más posibilidades de ser hipertenso”.
Afirmó que en el caso de los adultos, la hipertensión en estos últimos 7 años aumentó “muchísimo”: el 40% de los adultos tiene hipertensión, además de las cifras alteradas de glicemia y de diabetes que vienen presentando una tendencia creciente. “Por tanto, Uruguay tiene un serio problema de enfermedades no transmisibles que están vinculadas fuertemente con la alimentación”.
Según sus palabras, el país está desarrollando una serie de medidas que van desde la educación alimentaria, mejorar la formulación de alimentos y de los entornos como puede ser la ley 19.140 referida a la alimentación saludable en los centros educativos. “Este problema no se aborda con una sola medida sino que tiene una coherencia de distintas políticas que van hacia un fin común que es contribuir a mejora de la salud de nuestra gente”.
Mencionó que el proyecto de etiquetado puede significar un “cambio conceptual muy importante”en el consumo de cierto tipo de alimentos y que lo que intenta hacer la política pública es revalorizar la importancia que tiene el comer alimentos naturales y mínimamente procesados.
“Debemos volvernos a enamorar de la comida casera y darnos cuenta de la importancia que tiene aprender habilidades culinarias básicas para cocinarnos y prepararnos nuestros alimentos”.