La izquierda francesa se enfrenta en torno al islamismo
Las dos izquierdas de Francia, ya divididas políticamente, se despedazan ahora por su relación con el islam político y la comunidad musulmana del país.
Republicanos laicos, defensores de la autoridad del Estado y acusados de “islamófobos”, contra “islamoizquierdistas”, considerados por los primeros como los“tontos útiles” del islamismo; de nuevo, las dos izquierdas irreconciliables.
El cisma de la izquierda sobre la relación con el islam y la comunidad musulmana de Francia había surgido ya antes de los asesinatos de los trabajadores del semanario Charlie Hebdo, en enero de 2015, pero ese atentado, que en un primer momento pareció unir a todos los franceses en su defensa del laicismo y de la República, exacerbó las diferencias, y una parte del progresismo francés se sumó a la campaña contra una supuesta islamofobia que teóricos del islam político ya habían comenzado a atizar en Francia, sufragados por el capital proveniente del Golfo Árabe o Golfo Pérsico, como se prefiera.
Precisamente uno de los más mediatizados“especialistas”en el islam, el autoproclamado“islamólogo” Tarik Ramadan, ha protagonizado el último detonante de la polémica sobre este asunto en Francia.
Ramadan, nieto del fundador de los “Hermanos Musulmanes”, Hassan al Banna, es desde hace años el rostro intelectual y dialogante del islam político en Suiza, donde nació, pero sobre todo en Francia, donde los defensores del laicismo le han combatido públicamente por lo que consideran su doble mensaje.
Mientras en las televisiones y otros medios Ramadan destila un mensaje abierto y tolerante, en las reuniones y en las redes desvela su verdadero pensamiento. Así, ha llegado a defender la ablación del sexo femenino o a pedir una moratoria sobre la lapidación de mujeres, pero no la prohibición de esa aberración.
A pesar de las denuncias sobre el mensaje oscurantista de Ramadan en Francia, este fue incluso contratado como “experto” por Tony Blair y ha llegado a dirigir una cátedra sobre el islam en Oxford. Además, ha coescrito libros con el filósofo francés Edgar Morin, lo que le ha servido de caución intelectual en los salones parisienses.
Tarik Ramadan ha caído ahora en desgracia, pero no por su mensaje islamista radical, sino por haber presuntamente acosado, violado y golpeado brutalmente a varias mujeres francesas y suizas, antiguas seguidoras de sus teorías o, incuso, estudiantes cuando ejercía de profesor en su país de origen. Para la primera mujer que se ha atrevido a denunciar públicamente a Ramadan, a este “solo le interesan las mujeres con velo o violadas”.
Las acusaciones hay que encuadrarlas en la onda de choque que ha desatado las denuncias de violación y acoso sexual en la industria cinematográfica norteamericana, y que se han extendido a toda Europa.
El semanario Charlie Hebdo dedicó una portada a Ramadan, dibujado con un enorme sexo, del que la caricatura presentaba como“el sexto pilar del Islam”. En el siguiente número, la publicación dedicaba su “primera” a un periodista, director del diario digital Mediapart, que ha acompañado a Ramadan en seminarios, presentaciones de libros y otros actos públicos, el ex director de Le Monde, Edwy Plenel, y al que Charlie acusa de haber defendido las tesis de Ramadan y haber justificado su radicalismo, además de silenciar las acusaciones de violación.
Plenel, cuyo diario no reaccionó durante días a las querellas judiciales contra Ramadan, atacó afirmando que Charlie Hebdo declara “la guerra a los musulmanes”.