El último aprendizaje
“Pero, para que este proceso redunde en un real fortalecimiento de la democracia, es necesario que la izquierda regional haga todavía un último aprendizaje. Se trata de aprender a perder las elecciones y dejar el poder, es decir, a asumir la rotación de partidos en el ejercicio del gobierno como un componente central e ineludible del orden democrático”. Pablo Da Silveira (Fragmento. El País, martes 5 de diciembre).
Este muchacho, Pablo Da
Silveira, es el principal asesor de Lacalle Pou. Desde su habitual columna en “El País”, montado en un podio de élite, nos sermonea una y otra vez acerca de lo que debemos hacer los frenteamplistas, los izquierdistas. En esta oportunidad intenta convencernos que “debemos aprender a perder elecciones”. Claro, porque en esto de perder elecciones los blancos son los grandes maestros y en la soledad de sus palacios, estancias o barrios privados, se tragan la hiel de ver
cómo inexorablemente el FA va por el cuarto gobierno consecutivo. La “izquierda regional”, no solo aprendió a perder, sino a morir por sus ideales, a regar y sembrar con su sangre y dolor una patria grande y nueva, como la quiso Artigas. Da Silveira (otra pompita de jabón) nos indica que… “debemos asumir la rotación de partidos en el ejercicio del gobierno”. He aquí el gran trauma del Partido Nacional: en 100 años de vida republicana (siglo XX), tan sólo
en tres oportunidades lograron llegar al gobierno. Ah, y una cuarta en dictadura, Aparicio Méndez. ¡Una verdadera frustración republicana!
A la proclama de Lacalle Pou de ayudar al Frente Amplio a dejar el gobierno, al llamado de Gandini de ir a las cuchillas a la rebelión, sumamos ahora este consejo más clerical de Pablito: “aprender a perder elecciones y dejar el poder”. Sí Pablito, vení a enseñarnos vos que de eso sabés cada vez más.