Susto Mundial para Real Madrid que sufrió para vencer a Al Jazira
Los merengues jugarán la final por el título mundial ante Gremio.
Susto en Abu Dabi para un Real Madrid que bordeó el ridículo en el Mundialito. Un torneo en diminutivo lo dice todo. Los jugadores del Real Madrid salieron muy atentos, no se vayan a pensar que no. Gran parte del dinero que corre en el fútbol tiene origen en la distancia y fascinación de los Emiratos, así que a los jeques hay que enamorarlos. En seis minutos ya había seis disparos, dos palos y un paradón de Ali Khassein, un portero al que le rebotaban las balas. Cuando no paraba se echaba una mano al muslo (un muslo de diámetro amateur) para perder unos cuantos minutos.
El Madrid tenía la pelota y llegaba una vez por minuto.
Tras las paradas, postes y clamorosos fallos, el desatino tomó la forma de los goles anulados. Casemiro celebró uno, pero el colegiado Ricci no sabía si darlo por bueno. Dejó el marcador parpadeando, hizo unas llamadas y después recurrió al VAR, que vio fuera de juego en Benzema cuando no participaba. El árbitro externaliza así el fallo.
Para invocar el VAR, los árbitros dibujan una pantalla con sus manos, gesto que parece la sumisión definitiva al Gran Hermano.
De ahí el Madrid salió tocado. Perdió la ya de por si escasa concentración y atacó con ofuscación. El juego pasó de malo a horrible y comenzaron los taconcitos y las ruletitas. Sin que nadie pudiera darse por sorprendido, el Al Jazira marcó en una contra clara. Mabkout mareó a los cuatro defensas y Romarinho anotó sin milagro de Keylor.
En la primera jugada de la reanudación, el Al Jazira tuvo otra contras que acabó en gol. El VAR lo anuló por fuera de juego, pero como susto fue lo mejor que le pudo pasar al Madrid. En las caras se notó el pánico.
El juego se enderezó, se hizo más serio. Al Khaseif se lesionó y con él se llevó el hechizo. En la primera jugada ante el nuevo portero, Cristiano marcó el 1-1, tras un gran pase de Modric, el mejor del partido. Cristiano se convierte en el máximo goleador de la competición. Con otro delantero centro, y estando Modric como estaba, el Madrid hubiese marcado media docena de goles. Remató más de treinta veces, pero Benzema tenía un día más allá de las fronteras de la irritación, tenía un día absurdo. Dio un par de postes más y calentó al portero Al Senaani. Benzema se desvive por sus compañeros y también hace mejores a los rivales. Pero este partido marca un antes y un después. Es un hito en su carrera. Incluso un Hiro-Hito en su carrera. Hasta el público de Abu Dabi le abucheó al retirarse. Benzema iba andando por el campo y como también camina Cristiano e Isco estaba cansado, Romarinho parecía Paulo Futre. Una imagen de cansancio, desorden y escaqueos, siendo tolerable solo lo primero.
Se puede entender que corran solo 8 o 9 si los exentos arreglan los partidos. Pero Benzema camufla con su gafancia su mal estado, y viceversa.
A falta de diez minutos Bale marcó el empate, en su primer toque. Las cosas de Zidane, las cosas del Madrid.
El Madrid acabó teniendo el balón de modo intensivo, no fuera a ser que le volviera a caer Romarinho.