“En 2011 demostramos que es posible, este año queremos pelear por la sexta Copa”
“Ser protagonista en América se transformó en una obligación para Peñarol”, dijo la máxima autoridad mirasol.
H ace años que los títulos nacionales saben a poca cosa. Por eso no tiene nada de extraño que Peñarol, último Campeón Uruguayo y dueño del mejor plantel del medio, tenga entre sus misiones para el recién nacido 2018 hacer una buena Copa Libertadores (no pasa el grupo desde 2011) y, por qué no, soñar con la sexta corona continental.
En una entrevista concedida a TRIBUNA, Jorge Barrera habló de los desafíos para el año que amanece, reconoció la “obligación de ser protagonistas en América” y abordó varios puntos medulares de su presidencia, entre los que figuran la relación con la AUF, la decisión de darle cargos importantes a quienes fueron opositores durante las elecciones, la necesidad de mantener al plantel campeón y las deudas que Peñarol mantiene con varios de sus funcionarios.
A subir la mira
Inicialmente, el sucesor de Juan Pedro Damiani enumeró los desafíos con que la institución mirasol comienza 2018. “Hay un desafío local, que es obtener el Campeonato, y hay un desafío que todos los hinchas de Peñarol tenemos pendiente: ser protagonistas en América. En el 2011 demostramos que es posible; esperemos que en el 2018 se pueda lograr.
Peñarol tiene que pensar en grande, y el hecho de ser protagonista en América en todas las ediciones de la Copa Libertadores se ha transformado hoy, más que en un objetivo, en una obligación. Esperemos que este año sea el año de comenzar a transitar ese camino que nos lleve a la sexta Libertadores”, sostuvo.
No son pocas las voces que sostienen que las diferencias que existen entre los cuadros uruguayos y los más poderosos del continente es tan grande, que resulta excesivamente optimista creer que los clubes nacionales tienen alguna posibilidad de alzar la Copa Libertadores. Más de tres décadas de sequía alimentan el escepticismo reinante.
“Peñarol tiene que pensar en grande, y el hecho de ser protagonista en América se ha transformado, más que en un objetivo, en una obligación. Esperemos que este año sea el año de comenzar a transitar ese camino que nos lleve a la sexta Libertadores”.
Ante la pregunta de si la Copa es un sueño real, Barrera dijo: “Si en el 2011 fue posible, no entiendo porque no puede ser posible en el 2018.
Es cierto que hay una diferencia, sobre todo presupuestal, con Brasil, y en menor medida con Argentina. Pero también es cierto que a nivel de selecciones, también pasa lo mismo y Uruguay fue protagonista en esta Eliminatoria. Por lo tanto, no debe ser un obstáculo el tema económico.
Por supuesto que es un tema que incide, pero no es determinante. Nuestra obligación es hacer todos los esfuerzos para tener un plantel competitivo, para buscar la clasificación en la serie y luego ir en el sistema uno contra uno, pues ya hemos demostrado que en esas etapas estamos a la altura de las circunstancias”.
Respecto a Atlético Tucumán, Libertad y The Strongest, rivales de Peñarol en la fase de grupos, el presidente analizó: “No hay rivales fáciles ni tampoco imposibles. No es bueno subestimar a ningún equipo que conforma un grupo de Copa Libertadores. Pero cuando uno analiza el potencial que Peñarol tiene y a los demás equipos de la serie, tengo mucha fe en la clasificación y el pasaje a octavos de final”.
Los ingredientes para soñar
Quien hace una semana asumió el desafío de estar al frente de uno de los clubes más populares del país cree que hay varios motivos para ilusionarse con una Copa Libertadores 2018 para recordar.
“Sobre todo veo una motivación muy importante, no solo en el plantel y el cuerpo técnico, sino principalmente en la gente. Y todos sabemos que el rendimiento futbolístico es lo vital, lo clave, pero ese plus que se genera en el apoyo de la gente Peñarol lo tiene.
Lo ha tenido en momentos en que los resultados deportivos no nos acompañaban, y lo hemos visto bien objetivizado en la primera final con Defensor. Los videos que circulan en las redes sociales son la perfecta demostración del momento que está viviendo hoy Peñarol. Cuando la hinchada, empujando, terminaba el canto de apoyo, viene el cabezazo del ‘Cebolla’. Y todos sentimos que esa pelota a la red la empujó el ‘Cebolla’ y la empujamos todos.
Creo que esa mancomunión entre cuerpo técnico, jugadores, hinchada y el aporte que se puede hacer a nivel dirigencial, son elementos trascendentes a la hora de buscar el objetivo de la Libertadores”.
Un antes y un después
Cuando diciembre agonizaba, Jorge Barrera asumió oficialmente el cargo que hoy ocupa. En la protocolar ceremonia, dejó en claro que se trataba de“un momento histórico para el club”, dado que terminaban décadas de extensas presidencias (con la fami-