“La Ley sobre la regularización de la marihuana vino para quedarse”
Según el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, se ha realizado una “implementación completa”.
T erminó el 2017 y la Ley 19.172 sobre la regularización de la marihuana -que fue implementada en julio del año pasado- se ha mantenido vigente a pesar de la negativa de los bancos. Ante algunos inconvenientes que han ocurrido, muchos se han preguntado si peligra la normativa.
Sin embargo, el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Diego Olivera, declaró a LA REPÚBLICA que “la Ley de marihuana vino para quedarse. Tenemos una implementación completa de todas las posibilidades que ofrece. Las estructuras organizativas e institucionales que las sustentan son lo suficientemente sólidas como para que este mecanismo regulador siga creciendo de forma armónica. Uruguay ha ido resolviendo los problemas que han ido surgiendo y actualmente es referencia a nivel internacional en política de drogas”.
En la misma sintonía, Gustavo Robaina, integrante del grupo de investigación “Monitor Cannabis”, declaró a LA REPÚBLICA que la implementación no peligra. Señaló que si bien se deben seguir realizando ajustes en la implementación, el gobierno ha mantenido en los últimos meses una actitud positiva: busca soluciones y alternativas para que la implementación no sea frenada.
“Hay un sistema de expendio de cannabis regulado, que ha comprobado ser eficiente, que llega a 30 mil personas registradas y que tiene 2 empresas abastecedoras. En todos los casos se ha hecho un estricto control del cumplimiento de la calidad del proceso productivo. La venta se ha desarrollado sin ningún episodio crítico en términos de seguridad y convivencia”, reflexionó Olivera.
Por su parte, el diputado por el MPP, Sebastián Sabini afirmó que no cree que ante un eventual cambio de gobierno peligre la Ley, ya que es “efectiva y necesaria”.
Asimismo, Robaina mencionó que actualmente hay alrededor de 30 mil personas que
“Desde el gobierno se han realizado muchos esfuerzos para implementar la Ley en todos sus sentidos. Pero aún falta la disponibilidad del producto y se necesita generar más políticas preventivas”.
Gustavo Robaina. LA FRASE
están inscriptas en el sistema legal, lo que significa que ya no acuden al narcotráfico. “Además, con la Ley ganamos en seguridad, porque sacamos de los usuarios de las bocas y de la exposición de otras drogas, y en salud, porque mejoramos la calidad del producto”. En términos generales, Robaina consideró que se han realizado “muchos esfuerzos”para implementar la Ley “en todos sus sentidos”. Pero explicó que aún falta la parte operativa de la disponibilidad del producto (ya que hay pocas farmacias que venden marihuana), y que se necesita generar más políticas preventivas, con el objetivo de concientizar a la población con respecto a los riesgos que significa consumir cannabis.
Marihuana medicinal
Olivera afirmó que también han existido “avances muy importantes”en el campo del cannabis medicinal. Señaló que hay dos licencias otorgadas, una de ellas para fabricación y venta a nivel nacional de aceite -que se puso a la venta en estos últimos días- y otra licencia referida a la investigación y desarrollo de productos medicinales. “Además se están evaluando otros 18 proyectos, muchos de los cuales van a llegar a buen puerto durante el año que viene. También hemos concretado 9 licencias para producción de cultivo y procesamiento de cáñamo industrial con nuevas empresas trabajando y más de 1200 hectáreas cultivadas, lo que nos permite asegurar que tenemos una implementación completa de todas las posibilidades que ofrece la Ley”.
Por su parte, Robaina declaró que es un primer paso el hecho de que se puso a la venta el aceite de cannabis. Señaló que antes las familias tenían que pagar 300 dólares para adquirir un producto importado, mientras que ahora hay un producto nacional en las farmacias, que se puede sacar con receta naranja. Sin embargo, advirtió que “todavía debemos seguir aprendiendo. El producto no es accesible no solo por su precio, sino que también por la concentración de cannabis que tiene. Son concentraciones muy bajas, que se hacen y se registran como suplementos alimentarios y no para indicación médica. En otras palabras, hay que duplicar o triplicar la dosis con esta concentración para que genere los debidos efectos. Por tanto, tenemos que perfeccionar la concentración que tiene este producto, porque si no va a fracasar en el mercado por no generar los efectos que las personas están buscando”.
Además, alertó que el producto nacional puede tener casi el mismo impacto económico que el importado: “Si un frasco me sale 70 dólares y yo tengo que triplicar la dosis para poder tener los mismos efectos que tenía con el otro producto, estoy acercándome bastante al costo que pagaban las personas por traer el producto importado de Estados Unidos”. Por tanto, consideró que a pesar de que existe un “cambio de actitud por parte del gobierno”, aún falta mucho para que la implementación sea efectiva. “No tenemos todavía fondos destinados para el desarrollo de la investigación. Además, el contexto mundial nos indica que si no somos rápidos, perderemos bastante”.
En la misma sintonía, Julia Galzerano, médica y vicepresidenta de la Sociedad Uruguaya de Endocannabinología, declaró a LA REPÚBLICA que lo más positivo del año pasado ha sido que se ha puesto un producto de cannabis medicinal a la venta en farmacias. Pero, afirmó que no es accesible por su costo y señaló que tiene poca concentración para lo que los médicos vienen utili-
zando. “Venimos usando cannabis medicinal desde hace un año.
El producto que se está vendiendo tiene la mitad de la concentración de CBD y THC que nosotros usamos y la accesibilidad, que era otra de las cosas que pedíamos, no resultó ser porque es mucho más caro que el que manejamos en la importación. Por suerte, sabemos que van a venir otros productos”, agregó.
Manifestó que debe haber extractos con más THC porque los médicos los usan para el dolor y para el cáncer. Además, mencionó que es necesario que los especialistas puedan elegir ante cada patología o síntoma que es lo que van a indicar.
Por último, afirmó que “no hay un muerte en el mundo por cannabis. No tiene riesgos, pero toda sustancia tiene que ser usada con criterio por médicos”.
Otros desafíos
Sabini señaló que los usuarios del cannabis han aceptado el modelo en términos generales, tanto a nivel del autocultivo como el registro para la compra. Consideró que la evaluación de los usuarios es positiva, es decir los autocultivadores tienen seguridad jurídica y los clubes están funcionando. Sin embargo, expresó que falta corregir el problema del suministro, ya que hay pocos puntos de venta en todo el país.
Mencionó que el problema con el sistema financiero es de índole política porque existe un comercio alrededor del cannabis en todo el mundo, principalmente en Estados Unidos, Canadá, Israel y Holanda. Explicó que esos países no están teniendo problemas, debido a que el sistema financiero internacional lo controla Estados Unidos. “Por tanto, este problema no es legal sino que político. Creo que el gobierno tiene que seguir haciendo esfuerzos, fundamentalmente el Banco República para sortear estas dificultades”.
Consideró que “hay que tomar seriamente” al cannabis medicinal ya que su producción podría generar muchos puestos de trabajo. Además, señaló que dicho producto tiene una “infinidad de usos para la vida cotidiana de las personas”, desde medicamentos, telas hasta aceites. Asimismo, afirmó que se debe evaluar la posibilidad de quitar al cannabis de las listas de estupefacientes y señaló que Uruguay se debe centrar en el turismo. “Muchos vienen a este país para conocer el sistema legal. Sin embargo, terminan en las bocas porque todavía las farmacias no pueden venderle a los turistas. Por tanto, en el mediano plazo evaluemos la posibilidad de cambiar esta situación”.