El Louvre reconquista a los turistas tras atentados
Los ataques terroristas habían dejado en jaque a París.
El Museo del Louvre acogió 8,1 millones de visitantes en 2017, recuperándose casi completamente de la abrupta caída registrada el año anterior como consecuencia del menor número de turistas extranjeros en París, tras una serie de atentados terroristas.
La cifra representa un 10,1% más que en 2016, cuando las visitas cayeron 13%, hasta 7,4 millones de personas, indicó el lunes la dirección del Louvre.
El museo más visitado del mundo se resintió en 2016 de la importante caída del turismo en la capital francesa, como consecuencia de una serie de atentados yihadistas en 2015, que dejaron casi 150 muertos.
Además, el Louvre tuvo que cerrar en 2016 cuatro días ante un riesgo de inundación.
El 2017 estuvo marcado por un regreso de los turistas extranjeros. En el Louvre, representaron 70% de los visitantes (15% de Estados Unidos, 9% de China, 4% de Gran Bretaña y 3,5% de Alemania, por ejemplo.)
Entre sus exposiciones más exitosas del año pasado, destacó “Vermeer y los maestros de la pintura de género”, que fue visitada por casi 325.000 personas.
Tecnología
El AGLAE (Acelerador Gran Louvre de análisis elemental) es el único acelerador de partículas que se dedica exclusivamente al estudio de objetos de patrimonio.
Desde 1988 tiene su base en el centro de investigación y de restauración de los museos de Francia.
Sus emisiones permiten identificar todos los elementos químicos presentes en las capas superficiales y su composición, su concentración y su localización según detalló el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), podría afirmarse que revelan la historia del objeto y ayudan a corroborar su originalidad.
El Aglae, de 27 metros de largo, lanza sobre la obra núcleos de hidrógeno o de helio a una velocidad de hasta 30.000 kilómetros por segundo. Al penetrar en la materia, esas partículas se ralentizan y ceden su energía a los átomos del material analizado.
El Aglae en su versión mejorada cuenta con un sistema de detección aún más sensible que la versión anterior y puede funcionar las 24 horas del día, en lugar de las entre 8 y 10 anteriores, gracias a un sistema de automatización.
El nuevo modelo ha disminuido además la irradiación de las obras estudiadas y, según el Ministerio de Cultura, puede efectuar “cartografías químicas simultáneamente con diversas técnicas de análisis”.