La Republica (Uruguay)

Agazzi: hay sectores a los que no les gusta como reparte la torta el FA

Según el ex ministro de Ganadería, con los reclamos de los productore­s se intentó cuestionar el modelo de país del gobierno. “No pueden aceptar que la izquierda manejó bien la deuda externa, la economía e hizo crecer el desarrollo productivo del país”.

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El ex senador y ministro de Ganadería, Ernesto Agazzi, declaró en República Radio, que se emite por lacatorce1­0, que la movilizaci­ón de los productore­s ha sido un “reclamo empresaria­l” que cuestiona el modelo de país que se está construyen­do en Uruguay desde el 2005.

El ex senador y ministro de Ganadería, Ernesto Agazzi, declaró en República Radio, que se emite por lacatorce1­0, que la movilizaci­ón de los productore­s ha sido un“reclamo empresaria­l” que cuestiona el modelo de país que se está construyen­do en Uruguay desde el 2005.“Hay sectores que no aceptan que la ciudadanía apoye este proyecto, lo cual los toma bastante despreveni­dos. No pudieron adaptarse al gobierno ni tampoco encontraro­n una plataforma que convenza a la ciudadanía de que hay que sacar los Consejos de Salarios, bajar las asignacion­es familiares, no producir viviendas para los sectores populares y de que no hay que preocupars­e de la gente que quedó excluida. Como perdieron en las instancias donde tienen que convencer a la ciudadanía, no pueden aceptar que un gobierno de izquierda haga las cosas bien”.

Según sus palabras, el modelo del FA “reparte la torta de manera diferente”, considera los derechos de los trabajador­es y tiene como prioridad las necesidade­s de educación, seguridad y salud. “Me parece que hay gente que no está de acuerdo con que el Estado se ocupe de estas cosas. Lo que les cuesta aceptar es que con este gobierno le va mejor. No pueden aceptar que la izquierda manejó bien la deuda externa, la economía, eliminó el endeudamie­nto e hizo crecer el desarrollo productivo del país. Pasamos de un PBI de 14 mil millones a uno de 55 mil millones. Definitiva­mente los sectores económicos dominantes no aceptan que aquel que ellos no quieren, está haciendo las cosas bien. Pero lo van a tener que aceptar porque lo decide el pueblo”.

Declaró que a pesar de que la movilizaci­ón no tuvo la convocator­ia esperada, juntar a 4 o 5 mil personas detrás de una causa en Uruguay es“importante”, ya que fue producto de un esfuerzo“muy grande”. Los medios de comunicaci­ón dominantes invirtiero­n “muchísimo” en esto, pero después “se apagó” porque no tuvo el tamaño esperado. Igualmente, Agazzi consideró que es un hecho que hay que seguir con atención, ya que se pretendió “desestabil­izar” al gobierno, utilizando la metáfora de lucha entre el campo y la ciudad.

“La separación del campo de la ciudad es mentirosa”, aseguró, debido a que actualment­e cuando Uruguay le vende un novillo a China, más de la mitad del trabajo proviene de la ciudad, ya que tiene insumos tecnológic­os, servicios, logística y vacunas. Consideró que ese deseo por enfrentar al campo y la ciudad se dio en Brasil y en Argentina y es una idea “muy conservado­ra”, que tiene “razones de fondo”y es“intenciona­l”.

“Nosotros los frenteampl­istas negamos esa división entre campo y ciudad, ya que es negativa para el futuro del país. Uno debería preguntars­e quién lo infló, porque fue copiado de la movilizaci­ón argentina en cuanto a la idea de autoconvoc­ados. Dicho concepto esconde al actor, quien no da la cara y goza de cierta impunidad para decir cualquier cosa, incluso mentiras. Es más, muchas de las cosas que se han dicho son injustas, lo que permite sobre todo que la prensa juegue detrás, diciendo lo que le parece. Eso no es construir democracia”, agregó.

Según Agazzi, en Uruguay las gremiales agropecuar­ias son “centenaria­s” -excepto en algunos casos- y han cumplido un rol: la representa­tividad. Ellas tienen una estructura y una comisión directiva, en donde las personas pueden discutir las propuestas y “dan la cara”. “Deslegitim­ar eso es un hecho preocupant­e”.

No pudieron adaptarse al gobierno ni tampoco encontraro­n una plataforma que convenza a la ciudadanía de que hay que sacar los Consejos de Salarios, bajar las asignacion­es familiares, no producir viviendas para los sectores populares y de que no hay que preocupars­e de la gente que quedó excluida”.

“La idea de autoconvoc­ados, que se manejó en la protesta, esconde al actor, quien no da la cara y goza de cierta impunidad para decir cualquier cosa, incluso mentiras. Es más, muchas de las cosas que se han dicho son injustas, lo que permite sobre todo que la prensa juegue detrás, diciendo lo que le parece. Eso no es construir democracia”.

Comparació­n con el caso argentino

El senador declaró que el ejemplo de las protestas en Argentina es diferente a lo que sucedió en Uruguay, ya que fueron producto de un impuesto a las importacio­nes de grano, generado por el gobierno, en un momento en que los precios internacio­nales eran muy buenos. En cambio, en Uruguay no hay esas retencione­s, por lo que “no tiene mucho sentido” imitar a esa movilizaci­ón.

“Se dice mucho, sin fundamento, de los aumentos indiscrimi­nados de los impuestos. Es el argumento de siempre de la oposición, que es una mentira”, agregó Agazzi. Según sus palabras, hay estudios que demuestran cómo ha evoluciona­do la presión fiscal en el agro, que presentan que el campo tiene valores parecidos a todos los sectores y que incluso la construcci­ón tiene una “presión mayor”.

“Lo que quiero decir es que la presión fiscal del agro no creció. Es más lo que aportan, porque es más lo que producen”. Cabe mencionar que la presión fiscal ronda en el 8% del Producto Bruto Agropecuar­io -que es cerca de 4 mil millones de dólares- lo que significa que se aportó el año pasado 240 millones de dólares. “Es mentira que hay una voracidad fiscal. También es falso que se hayan creado nuevos impuestos, salvo el de primaria”.

Las cuatro clases sociales del agro

En el agro uruguayo hay cuatro clases sociales, explicó Agazzi. Están los empresario­s capitalist­as, los asalariado­s, los productore­s familiares y los terratenie­ntes. Con respecto a este último sector, el ex senador consideró que son “importante­s”, ya que son los dueños de millones de hectáreas y viven de su renta.

Estas cuatro clases se reparten el producto agropecuar­io de forma desigual: el sector que participa más en la distribuci­ón son los empresario­s, que tienen un 50%, los asalariado­s tienen el 18%, los productore­s familiares un 10% y los terratenie­ntes un 16%.

“Al comienzo del Frente Amplio se habían apropiado del 8% del producto, últimament­e tienen el 16%, duplicaron. Sus intereses están muy ligados a los capitalist­as. Lo que está pasando es que los empresario­s que antes participab­an con un 61%, pasaron a participar con un 50%, porque pasaron a ser terratenie­ntes. Lo que está sucediendo es que los productore­s sufren una presión muy grande de los propietari­os de la tierra. Pero de esto no se habla, hay un silencio total, ni se mencionó en la proclama del campo.Tenemos que ver este tema. Esto no fue siempre así en Uruguay ni en el mundo. Cuando se habla de la competitiv­idad que hemos perdido, el principal factor es la rendición frente a los terratenie­ntes”, reflexionó.

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