Puigdemont quiere asumir en Bélgica
Después viajaría hacia Cataluña.
ECataluña l cesado presidente de
Carles Puigdemont propone celebrar su reinvestidura como presidente de la Generalitat el 18 de febrero en Bruselas (capital belga) y el 21 o 22 del mismo mes en el Parlament, en Barcelona, la capital de Cataluña (noreste de España).
Según ha informado el diario español La Vanguardia, Puigdemont, que lidera el JuntsxCat (acrónimo catalán del partido independentista Junts per Catalunya) propuso el domingo la creación de un Consell de la República encabezado por él mismo y la celebración de su investidura “en el exilio” mediante la Asamblea de Electos el próximo 18 de febrero.
El presidente cesado busca también otra investidura en Barcelona, pero como su vuelta podría resultar complicada el líder independentista propone investir a otro candidato de la lista de JxCat, aunque no ha especificado de quién podría tratarse. Para materializar este fin, Puigdemont sugirió a las delegaciones independentistas que lo visitaron en Bruselas presentar el 8 o el 9 de febrero una propuesta de resolución de reconocimiento restitutivo de su persona como presidente y una invocación del 1 y del 27 de octubre. Las propuestas, añade el rotativo, se realizaron en dos reuniones que mantuvo Puigdemont por separado con una delegación de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y otra de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), para abordar el asunto el domingo y el lunes.
Según un documento interno de la CUP al que ha tenido acceso La Vanguardia, habría un paso previo: la reforma de la ley 13/2008 de la Presidència de la Generalitat i del Govern para permitir investir a Puigdemont telemáticamente. En el supuesto de que pueda llevarse a cabo esta modificación de la ley por lectura única, el pleno en el Parlament se celebraría el 15 de febrero.
Después de que el Parlament catalán declarara la creación de una república catalana, el Gobierno central puso en vigor las medidas establecidas en el artículo 155 de la Constitución de España, entre ellas, el cese de Puigdemont, del Govern en pleno y de gran parte de las instituciones públicas catalanas.
Los secesionistas argumentan que el referéndum el pasado 1 de octubre les dio un mandato popular para declarar la independencia. Sin embargo, menos de la mitad de los llamados a votar acudieron a las urnas en un referéndum, por otra parte, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional.