Grandes productores se beneficiaron en U$S 100 millones de IVA
El senador Rubén Martínez Huelmo aseguró a LA REPÚBLICA que no es el campo el que financia al Uruguay sino “Juan Pueblo”, haciendo caer uno de los postulados centrales de los autoconvocados. Afirma, en cambio, que éstos gozan de algunos privilegios como ser el IVA agropecuario, nacido de una excepción al tributo creado en 1972 por el entonces presidente Juan María Bordaberry y que beneficia a los poderosos del sector.
Se ha dicho, y comparto, que el IVA (impuesto al valor agregado) es regresivo como es característica de los tributos indirectos, en virtud que se trata de una imposición que paga toda la población independientemente del nivel de ingresos de cada persona. Pero guste o no la realidad indica que el IVA es el impuesto básico del sistema tributario uruguayo y es muy importante recordar que representa aproximadamente el 50% (cincuenta por ciento) del total de la recaudación de la Dirección General Impositiva. Podemos afirmar entonces que al Estado uruguayo lo financia sustancialmente el pueblo, su masa trabajadora, porque el IVA es un impuesto de masas. Impuesto de recaudación masiva, proveniente de decenas de miles y miles de contribuyentes finalistas que no tienen posibilidad alguna de exonerar ni deducir IVA y que enriquecen de manera categórica el Tesoro Nacional. Si el contribuyente es rico o pobre, no importa, paga el mismo impuesto al momento de adquirir el mismo producto o servicio. Es bien importante tener presente esas cosas, es decir que al pueblo uruguayo,” a los más” a decir de Wilson Ferreira Aldunate, los ricos no le financian absolutamente nada. Que no sea que algunos altaneros allá arriba y otros tontos aquí abajo, de tanto repetir y oír esa falacia o embuste, de que los ricos bancan todo, la terminen creyendo. Por favor ¡¡¡¡ A partir de la Reforma Tributaria que llevó adelante el Frente Amplio, ha existido el firme compromiso de equilibrar las cosas con la consagración del Impuesto a la Renta de la Persona Física, que es un impuesto de matriz progresiva, dinámica y que cuenta con un sistema de deducciones y que fundamentalmente presenta un alero para los que menos ganan que es el llamado “monto no imponible”. Ello y otras acciones han llevado a una disminución de la imposición indirecta en nuestro país, llevando la recaudación del IVA en el 2007 de un 57% del total de la DGI a un 48% en el año 2016 del total recaudado por la entidad recaudadora. Un 10% de baja en una década que se ha dado trabajosamente, pero apuntando a una mayor justicia tributaria. Hay que seguir avanzando y simultáneamente sostener los necesarios equilibrios económicos y financieros, pero de lo que no tenemos dudas que están en los objetivos del gobierno y del Frente Amplio seguir examinando la baja del IVA en el marco de la Reforma Tributaria. La historia del Impuesto al Valor Agregado confirma lo que vengo planteando. El IVA fue creado por ley 14.100 de fecha 29 de diciembre de 1972, bajo la presidencia de Juan Ma. Bordaberry. Se trataba de la ley de presupuesto a la cual el Poder Ejecutivo en mensaje complementario le introdujo el IVA, elemento absolutamente novedoso en aquel momento histórico. Desde el vamos la situación del sector agropecuario (los más grandes) frente al IVA, tuvo un trato diferenciado en la misma ley respecto de los demás sectores de la economía. No creo que en 1972 el Presidente Juan Ma. Bordaberry, alfa y omega de la Asociación Rural del Uruguay, desconociera los beneficiosos alcances de lo que se estaba instalando para los poderosos de la agropecuaria. El Profesor Andrés Blanco, Director del Instituto de Finanzas Públicas de la UDELAR, ha escrito, quizás, la obra más completa sobre este impuesto publicada en el Uruguay, y allí nos dice que: “La situación del sector agropecuario frente al IVA fue – desde los albores del impuesto – objeto de consideraciones especiales en el ámbito teórico e incluso por los primeros modelos normativos de este tributo. …esta corriente de opinión sostenía, con diversos alcances, una idea básica: el sector agropecuario no debía estar sujeto al IVA, o a lo sumo debía estarlo de un modo atenuado, al menos durante la fase inicial de implantación del impuesto.” En opinión del prestigioso tributarista, “El tratamiento del sector agropecuario por el IVA no debería, miradas las cosas a priori, plantear ninguna duda, ya que se trata de una parte más del sistema económico de un país y, en principio no existe ninguna razón para que su situación respecto del impuesto se aparte de la del resto de las actividades económicas. Sin embargo, el sector agropecuario siempreha sido objeto de previsiones especiales para nuestro IVA…” (subrayado nuestro) Sin duda un tratamiento privilegiado que no lo tiene ningún otro sector de la economía. Ese trato especial y particular está regulado en los artículos 11 a 13 del Titulo 10 del Texto Ordenado de 1996 y en los artículos 141 al 147 del Decreto Reglamentario No. 220/98. El trato especial se describe en el artículo 11 del titulo 10 del Texto Ordenado y es el siguiente: “El IVA correspondiente a los bienes expresados no se incluirá en la factura correspondiente, sino que permanecerá en suspenso, hasta tanto no se produzca una transformación que altere su condición de estar en estado natural. Los adquirentes de bienes con “IVA en suspenso” no computarán un crédito fiscal por tal supuesto tributo aplicable a la operación”. El régimen se complementa con la admisión del derecho a la deducción del IVA correspondiente a las adquisiciones de bienes y servicios que integren directa o indirectamente el costo de los productos agropecuarios en estado natural, tal como resulta del inciso final del artículo 11 y del artículo 12 del Titulo l0 del Texto Ordenado. Entonces desde el inicio del IVA en Uruguay, se habilitó una ficción tributaria que permitió descontar IVA compra, ¿a quienes? A los que más tienen, a los más grandes, a los que hasta el momento tributan IRAE (los que tienen más de 1250 hectáreas con índice Coneat 100, quienes realizan ventas por más o superen 2.000.000 de Unidades indexadas, los que revisten la forma jurídica de Sociedad Anónima, Soc. en Comandita por acciones, etc. Uno de los proyectos que se termina de aprobar en el Parlamento intenta paliar el costo del combustible habilitando la devolución del IVA gasoil a los productores detallados en el proyecto que tributan por IMEBA. Es decir se otorga un beneficio a aquellos que son los más débiles y la amplia mayoría, beneficio que desde siempre poseen los de más arriba del ámbito agropecuario. (Ver cuadro 1) ¿Cuál es el sacrificio fiscal que hace el país entero, las grandes mayorías, por concepto de IVA agropecuario para beneficio de los productores que liquidan impuestos por IRAE (Impuesto a la Renta Empresarial), es decir los más ricos? Ese sacrificio está cuantificado por la Dirección General Impositiva y equivale en el año 2016 a ciento ocho millones de dólares americanos (108 millones de dólares americanos) aproximadamente. (Datos oficiales de la Dirección General Impositiva, Ver cuadro 2) Son montos de IVA compras, solicitadas como certificado de crédito o bien deducidas en la declaración de IRAE por parte de los contribuyentes del sector agropecuario (En pesos uruguayos) Fuente DGI. Curiosamente de este sacrificio que realiza el país entero, y en particular los más pobres, no se habla y ello es así pues se deben creer que es un derecho natural pues en el mismo momento que nacía el IVA como método tributario para todos, la ley ya incluía ese privilegio de clase a contrapelo de la doctrina universal en la materia. Es necesario recordar que la población, en particular aquella que no tiene vínculo alguno con el sector agropecuario, es decir la mayoría de los uruguayos, con sus tributos aporta el grueso de los ingresos al Tesoro Nacional. Ese Tesoro Nacional es de todos, desde allí se banca al Estado y su presupuesto de gastos e inversiones y también las exoneraciones y deducciones del sector privado y todo ello corresponde que sea revisado. Por lo tanto será muy interesante poner estos temas tributarios como centro de nuestra militancia fenteamplista, para que la confusión de los medios no nos embarulle y los embustes de los de arriba no prosperen. No se si la lucha de clases mueve la historia, lo cual no es mérito para afirmar que las clases sociales no existan. Sin embargo el lugar donde claramente quedan prefiguradas las clases sociales es en el código tributario. Con lo cual podemos definir, “Dime como tributas y te diré a que clase perteneces”. Es evidente que estos temas hay que ponerlos sobre la mesa como materia obligatoria, pues la población debe saber que es lo que financian sus impuestos y la razón de ello. Tal es el caso del IVA Agropecuario que beneficia a los poderosos del sector agropecuario (4500 contribuyentes de IRAE) frente a 22.000 productores contribuyentes por IMEBA como hemos dicho más arriba. Finalmente, ha hecho bien el Presidente de la República en instar al diálogo y calibrar los paliativos a poner a disposición del Parlamento que serán instrumentos justos y necesarios. Pero luego de este verano 2018, ha quedado instalado el tema de los impuestos, quien los paga y un conflicto sobre el tema muy interesante Es menester dialogar y construir para el conjunto del país. El gobierno y su bancada están en esa línea de trabajo, sin altanería ni insolencia en el ejercicio de cargos de gobierno republicanos, representativos. Y así habremos de seguir. Queda de manifiesto entonces que, contrariando la discusión del mes de enero, que no es el campo que financia al Uruguay.