Tillerson llega a Turquía en contexto de muchas tensiones
“La conversación se presenta difícil” dice Washington.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, llegó ayer a Ankara en un clima de tensión provocado por la ofensiva turca contra una milicia kurda en el norte de Siria. El secretario de Estado tiene previsto cenar con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, antes de entrevistarse hoy con su homólogo, Mevlüt Cavusoglu.
Tras una gira por Oriente Medio, la etapa turca se presenta como la más complicada para Tillerson.“Nuestras relaciones están en un momento muy crítico. O mejoramos nuestras relaciones, o estas se van a derrumbar completamente”, alertó Cavusoglu esta semana.
“La conversación se presenta difícil”, reconoce una fuente en Washington, que señala que la “retórica turca” está “muy exaltada” respecto a Siria y también a otras disputas que dañan las relaciones entre Washington y Ankara, aliados en el seno de la OTAN. El principal motivo de discordia entre los dos países es la operación militar que las tropas turcas lanzaron el 20 de enero contra las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas en el enclave de Afrin, en el norte de Siria. Las YPG, a las que el gobierno turco tacha de“terroristas”, son un aliado clave de Estados Unidos en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Tras varios llamamientos a la “moderación”, Tillerson protestó el miércoles contra la operación turca que “desvía” a las fuerzas antiyihadistas de su combate prioritario, ya que, según él, tropas kurdas abandonaron el este de Siria para ayudar a las YPG en Afrin. Turquía acusó a Estados Unidos de armar a lasYPG y pidió que esta milicia fuera desarmada.
“Nunca hemos dado armas pesadas a lasYPG, por lo tanto no hay ninguna que recuperar”, dijo Tillerson, interrogado sobre ello en una rueda de prensa en Beirut. En un gesto que podría añadir leña al fuego, Ankara decidió renombrar la avenida donde se encuentra la embajada de Estados Unidos, que pasará a llamarse “Ramo de Olivo”, el nombre de la ofensiva turca en Siria.
El mismo mensaje dio el secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, en un encuentro en Bruselas con su homólogo turco, Nurettin Canikli: hay que volver a centrarse “en la campaña para vencer al EI”. Mattis señaló sin embargo que“es posible un acuerdo”. “La situación ya es bastante complicada así, no agravemos las cosas”, dice un miembro de la delegación estadounidense. Pero las tensiones podrían aumentar si Turquía cumple con su amenaza de avanzar hasta Minbej, también controlada por lasYPG, pero en este caso con la ayuda de militares estadounidenses.
“Vamos a Minbej, y si están allí, peor para ellos”, declara un alto responsable turco a la AFP. “No necesitamos sus recomendaciones, sino medidas concretas en el terreno, añade”. Los intercambios pueden convertirse en un diálogo de sordos.
Estados Unidos dice estar dispuesto a abordar “medidas aplicables” ante las “legítimas preocupaciones de seguridad” de los turcos. Pero el gobierno turco pide a Washington que se aleje de las YPG, una exigencia que Tillerson pareció ignorar el miércoles al afirmar que su país “seguirá formando a fuerzas de seguridad locales”, asegurándose de que“no supongan una amenaza”para los“países vecinos”.
Nuestras relaciones están en un momento muy crítico. O mejoramos nuestras relaciones, o estas se van a derrumbar completamente”.