Asesino de Florencia con muerte cerebral
Al cierre de esta edición, el delincuente se debatía entre la vida y la muerte en el hospital de Clínicas.
Christian Damián Pastorino Pimentel, alias “Kiki”, se disparó en la cabeza este martes de tarde cuando se encontraba rodeado por la Policía en la zona del kilómetro 21,700 de la ruta 8.
Estaba escondido en una vivienda precaria, debajo de una cama, con un arma en cada mano. Cuando sintió que la Policía abría la puerta de la habitación, se disparó en la cabeza.
En un principio los policías que lo encontraron creyeron que estaba muerto, pero al ser trasladado a la Policlínica de Malinas se constató que aún respiraba. Los médicos confirmaron luego que tenía muerte cerebral, según informó el fiscal del caso Juan Gómez.
Todo ocurrió en Camino del Oriente esquina calle 6, del barrio Don Márques.
En el lugar, los efectivos incautaron tres armas de fuego calibre 32, mismo calibre del arma con que fue ultimada la cajera del súper de La Blanqueada. Una de ellas también fue la que utilizó en su intento de autoeliminarse
Al cierre de esta edición, el asesino se debatía entre la vida y la muerta en el hospital de Clínicas. En la precaria vivienda donde estaba“fondeado”desde la madrugada de este martes, según indicó el fiscal Gómez, había un menor, que está detenido. El mismo será sujeto a la Justicia de Adolescentes.
Puntualizó además “no existe un joven que actuara con él en el lugar de la rapiña. Actuó solo”.
El más buscado
El delincuente de 22 años ve- nía siendo buscado intensamente por la Policía desde diciembre, cuando asesinó de cuatro tiros a su expareja, Alison Pachón, en el barrio Tres Ombúes, pero el pasado sábado volvió a actuar, y asesinó a sangre fría a una cajera durante una rapiña a un supermercado en La Blanqueada.
También le disparó al guardia de seguridad del lugar, que está internado con la bala alojada en la médula, y corre riesgo de muerte. La madre del “Kiki” había asegurado en diálogo con Telenoche que su hijo prefería“que lo maten a ir a la cárcel, él se va a enfrentar con la policía. Está armado, tiene chaleco antibalas”.
Una mente criminal
El psicólogo forense e integrante de la Asociación Latinoamericana de Psicología Jurídica y Forense, Gustavo Álvarez, y con el psiquiatra forense y ex perito Roberto Mosera, explicaron en radio Carve cómo se comporta una mente criminal como la de este joven.
Los expertos aclararon que se basaban en información de prensa porque ninguno de los dos había estado en contacto con el caso. Álvarez dijo que se podría estar ante“una estructura de personalidad bastante particular” para la cual este caso “no es un hecho puntual ni un quiebre en la historia vital”. Mosera agregó que el homicida con estas características “no tiene remordimiento porque sabe que está haciendo mal y no [le] importa”ya que para él“la vida de los otros, afectivamente no vale, y la de él tampoco vale
demasiado”. “La falta de aspecto empático puede hacer que el delincuente no tenga ningún tipo de remordimiento en dar un disparo por la espalda”, expresó.
Para desarrollar este tipo de personalidades, Álvarez dijo que influyen varios factores como el biológico y genético pero también la“falta de apego”en la niñez,“el hacinamiento y la pobreza”.
Además, Mosera subrayó que una vez que se cristaliza el tipo de conducta“es muy difícil que exista un tratamiento eficaz” y dijo que “después de muchos años de trabajar estas situaciones”es“medio pesimista de la verdadera rehabilitación de estos individuos”, a lo que Álvarez sentenció: “¿qué es lo que ofrece a la cárcel para la rehabilitación? Es un elemento a tener en cuenta e importante”.