La ONU espera que dure un alto al fuego en Guta Oriental
Los bombardeos continúan y negocian las grandes potencias.
Los aviones del régimen sirio seguían bombardeando ayer, por sexta jornada consecutiva, el bastión rebelde de Guta Oriental, horas antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU considerara una resolución de un alto el fuego de 30 días.
El representante de Siria ante la ONU, Bashar al-Yafari, ha resaltado que el Ejército sirio está decidido a eliminar a los grupos armados opositores de Guta Oriental, zona ubicada en el este de la capital siria, Damasco, y liberará esta región al igual que Alepo.
Durante su intervención ofrecida en una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), el embajador sirio ha denunciado la postura de ciertos países de la ONU para detener la lucha contra los grupos extremistas en la región de Guta Oriental e impedir al Estado sirio su “derecho soberano a defender a su territorio y a sus ciudadanos”.
“Poner en peligro la vida de 8 millones de civiles para proteger a los terroristas en Guta Oriental es un acto inaceptable”, ha indicado AlYafari, para después denunciar un borrador presentado por los Gobiernos de Suecia y Kuwait que piden establecer un alto el fuego en Guta y condenar las operaciones del Ejército sirio en esta zona bajo el control de los terroristas, así como los llamados rebeldes sirios.
Además, ha sostenido que dichos terroristas al usar civiles como escudo humano en esta zona y convertir las escuelas como bases militares, han atacado diariamente a Damasco con cientos de cohetes y morteros, causando la muerte de decenas de civiles, entre ellos, niños.
Desde el domingo, 436 civiles, entre ellos 99 niños, fallecieron según una oenegé en los intensos e incesantes bom-
“Nadie puede asegurar si los combatientes respetarán esta tregua […] nadie aporta garantías”. Serguei Lavrov, ministro de Exteriores ruso.
bardeos y disparos de artillería del ejército sirio contra ese amplio enclave, cercano a Damasco y que según el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se convirtió en un “infierno”. Turquía exhortó a Rusia e Irán, los principales apoyos de Al Asad, a “detener al régimen” en Guta Oriental. “Desde el inicio del conflicto murieron decenas de miles de personas solo en Guta Oriental. Ya basta”, dijo el ministro turco de Exteriores, Mevlüt Cavusoglu.
Esta campaña aérea es de una intensidad inusual, incluso para un país en el que han muerto 340.000 personas en siete años de guerra, y precede a una ofensiva terrestre del ejército para recuperar la región, según un diario cercano al poder y el OSDH.
En Duma, principal ciudad del enclave rebelde, unos pocos habitantes se aventuraron este viernes a salir a la calle para comprar comida para sus familias, escondidas en subsuelos, o conocer el estado de salud de sus allegados, según un corresponsal de la AFP en el terreno.
Los alrededor de 400.000 habitantes de Guta, sometidos a un asedio del régimen desde 2013, ya sufren una habitual escasez de alimentos y medicinas.
Entre los muertos que hay que enterrar y las bocas que hay que alimentar, los habitantes no están muy al tanto de las negociaciones en la ONU para lograr una tregua.
“La ONU dice estar preocupada y pide un alto el fuego, Francia condena pero al final no nos han aportado nada”, criticó Abu Mustafa, un habitante de Duma que acompañaba a un herido al hospital. “Hay ataques y destrucción a diario, hasta una piedra lloraría con esto, todos los días hay alguien que pierde un allegado”, lamentó el hombre, de 50 años.
Según el OSDH, la aviación rusa, que ayuda militarmente al régimen sirio desde 2015, participa en los ataques contra Guta, algo que Moscú desmiente. Guta Oriental es el último bastión rebelde situado a las puertas de Damasco y los combatientes disparan con regularidad obuses y cohetes sobre la capital, bastión del régimen y símbolo de su poder.
Estos ataques, en los que se apoya el régimen para justificar su campaña militar, dejaron al menos 16 muertos desde el domingo.
El actual escenario de Guta recuerda a lo que ya ocurrió en otros bastiones rebeldes, como en la ciudad de Alepo en 2016, aplastada por las bombas y un asfixiante asedio para forzar a los combatientes contrarios al régimen a entregar las armas.