La revolución es mantener la sonrisa

Cargo con la pesada cruz de ser libre, siempre estoy de turno siempre estoy full time. En la era de donde se escribe más, se lee más, pero se piensa menos, difícilmente hoy alguien no tenga ganas de saber qué pasa y esté comunicado con estos medios masivos. Interesante la propuesta de la globalización, creemos que es más importante lo que pasa hoy en Barcelona y no sabemos nada de lo que pasa en Guichón.

No encontramos la manera de creer que no estamos solos, y no es así, estamos perdiendo la manera de comunicar bien. Los vínculos parecen cálidos en ese montaje perverso de esta moda de la sociedad, pero son más frívolos, en la forma de mostrar al mundo que hoy. Esta pequeña introducción para decir que no está fácil la comunicación.

Muchos olvidan rápido lo bueno y recuerdan en su memoria selectiva los defectos y errores, que como todo humano, son fáciles de cometer. El humano, esta máquina perfecta que somos, es lo más impredecible y eso es lo maravilloso, Nadie es imprescindible en ningún lugar, todos valemos lo mismo y todos somos necesarios, en algún momento donde todo parece perdido es cuando más hay que escuchar, mas hablar y más poner aquello que nos hace diferentes. El medio hace que un reconocimiento no llena la heladera, que la historia es desalmada con los invisibles. Lo importante es urgente, la respuesta hoy ante todo esto que pasa siempre será la misa. Si quieres hacer la paz habla con tu enemigo, no le temo a ninguna palabra escrita por el hombre y menos a los que amedrentan. Es muy ágil todo, cambiamos rápido y somos pragmáticos, pero la REVOLUCIÓN HOY ES MANTENER LA SONRISA, nunca podrán decir que no lo intentamos. Salú