Advertencia por exorcismo y nuevos cursos a curas
“Los fieles que crean necesitar el ministerio de un exorcista” no deben “confiarse ciegamente de cualquier sacerdote, sin tener primero la certeza de que fue legítimamente designado por su obispo para este ministerio…" y "esta certeza es fácil de obtener si se pregunta directamente en la Curia diocesana". El párrafo anterior -según informan Vatican News y SIR, Agencia de Noticias de la Iglesia Católica en Italia- es parte de la declaración oficial emitida por la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE) y firmada por su presidente, P. Francesco Bamonte. Este comunicado surge después de conocerse el escándalo que involucra al sacerdote italiano Michele Barone; quien fuera suspendido del ministerio sacerdotal siendo sometido a proceso por la Iglesia en diciembre del pasado año 2017 y luego por la justicia civil en febrero de 2018, acusado de abusos a una adolescente de 13 años de edad durante un ilegítimo exorcismo. "Dejemos claro que el sacerdote en cuestión nunca ha sido instituido exorcista por ningún Ordinario (obispo diocesano) según el canon 1172 del Código de Derecho Canónico y en ningún caso ha sido miembro de la Asociación Internacional de Exorcistas”, agrega en su declaración padre Bamonte. Finalmente, la Asociación Internacional de Exorcistas "insta a los sacerdotes exorcistas a respetar estrictamente las normas y prácticas que la Iglesia indica en la Praenotanda del Rito de los Exorcismos, distanciándose decididamente de todo lo que se aleja de ello". Por otra parte el Vaticano está entrenando a más sacerdotes en cómo sacar demonios de la gente "poseída" debido al aumento de la demanda de exorcismos en Italia. Las solicitudes de clérigos calificados para extraer demonios se han triplicado en Italia en los últimos años, según Benigno Palilla, exorcista de Palermo, Sicilia. Además, Palilla dijo a la Radio Vaticana que ahora hay 500.000 casos presuntos registrados cada año en todo el país. Palilla considera que el ascenso se debe por el número creciente de personas dispuestas a usar "magos" y "hechiceros", como lectores de cartas de tarot, en lugar de acudir a la iglesia y le preocupa que los clarividentes visitantes "abran la puerta al demonio", por lo que el exorcismo es "un arma eficaz para combatir al maligno". En abril, un curso de seis días en la institución educativa católica de Roma, el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum, impartirá enseñanzas sobre "el entorno existencial de los demonios". "Nos referiremos a los temas más candentes de las sectas ligadas al satanismo, a los beneficios de contarles a los poseídos la historia de su liberación", dijo Palilla. Dijo que muchos hombres no estaban entrenados para tratar con gente poseída mientras se preparaban para el sacerdocio y esta falta de entrenamiento podría resultar ser un problema. Entre los ponentes del curso se encuentra el P. Cesare Truqui, alumno del exorcista jefe de Roma, el P. Gabriele Amorth, que afirmó haber realizado decenas de miles de exorcismos en su vida. A Trugui le preocupa que la práctica pronto podría quedar fuera de uso. "Muchos cristianos ya no creen en su existencia, son pocos los exorcistas designados y no hay más sacerdotes jóvenes dispuestos a aprender la doctrina y la práctica de la liberación de las almas", se preocupa.