Derrumbe de Facebook en la Bolsa de EEUU
Las acciones de Facebook bajaron ayer casi 7% (6.7%) una caída nunca vista en cinco años, después de conocerse que una consultora manipuló con fines políticos información de más de 50 millones de usuarios de la red social en Estados Unidos.
El sábado, los diarios ‘The London Observer’ y ‘The New YorkTimes’revelaron que la consultora británica Cambridge Analytica obtuvo en el 2014 datos de más de 50 millones de usuarios de Facebook en EEUU y los utilizó para construir un programa informático destinado a predecir las decisiones de los votantes e influir en ellas. El caso, que ha llevado a legisladores británicos y estadounidenses a pedir explicaciones sobre el asunto, podría costar a Facebook una multa millonaria por la posible violación de una regulación de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, en sus siglas en inglés) para proteger la privacidad de los usuarios de redes sociales.
Facebook, que descubrió por primera vez en 2015 esa filtración de datos, suspendió el viernes a Cambridge Analytica y su matriz SCL. Supuestamente, Facebook pidió a las partes implicadas que borraran esos datos pero tuvo conocimiento hace varios días de que“no todos”fueron eliminados, según escribió en un comunicado el vicepresidente y miembro del equipo legal de la firma, Paul Grewal, que advirtió estar dispuesta a ir a los tribunales. El profesor universitario que accedió a los datos y luego se los proporcionó a una consultora vinculada a la campaña electoral de Donald Trump restó valor a la utilidad de los mismos en un email a sus compañeros. Aleksandr Kogan asegura que su “proyecto”, una aplicación para hacer predicciones de personalidad, no era “académico” y que además los resultados que daba no eran útiles para hacer anuncios dirigidos específicamente a los usuarios por su baja tasa de acierto. Kogan accedió a los perfiles de millones de usuarios que descargaron la aplicación “thisisyourdigitallife”, a pesar de que solo unos 270.000 usuarios habían dado su consentimiento, y luego se los proporcionó a terceros, entre ellos la consultora Cambridge Analytica, contratada por la campaña electoral de Trump en 2016.