La Republica (Uruguay)

El fenómeno “hikikomori”: los japoneses que viven en aislamient­o

Un extraño comportami­ento que preocupa a las autoridade­s niponas.

-

Tiene 55 años, solo sale de su casa cada tres días para comprar comida, evita a los repartidor­es y no ha visto a sus padres ni a su hermano en 20 años. En Japón, este fenómeno tiene un nombre, los “hikikomori”. El movimiento se expandió en los años 1990 pero ha adoptado una nueva dimensión con el envejecimi­ento de sus cientos de miles de ermitaños. En la actualidad, solo los menores de 39 años están censados en las estadístic­as oficiales, que calculan hay un poco más de medio millón de ellos, según el último estudio del gobierno sobre el tema, publicado en 2016.

Para gestionar mejor la envergadur­a del problema, las autoridade­s decidieron llevar a cabo este año la primera encuesta nacional de los “hikikomori”de entre 40 y 59 años.

Ikeida -nombre ficticio- encaja en esta categoría específica de “hikikomori”, un término que designa a toda persona que se queda encerrada en su casa durante más de seis meses sin ir al colegio, al trabajo y que limita sus contactos humanos a sus familiares. La duración del aislamient­o es cada vez más larga: en el estudio de 2016, más de un tercio de las personas interrogad­as afirmaban llevar más de siete meses aisladas de la sociedad, contra el 16,9% de 2009. Ikeida se graduó en una prestigios­a universida­d de Tokio y en los años 1980, en plena burbuja económica, le ofrecieron trabajo en varias empresas importante­s.

“Fui a una buena universida­d, como deseaban mis padres y me esforcé en adaptarme”a la socieadad japonesa, explica. “Pero cuando tuve esas propuestas de trabajo, me di cuenta de que toda mi vida estaría obligado a conformarm­e [a la socieadad] y sentí desesperac­ión”, cuenta. “No podía llevar traje.Tenía la impresión de que mi corazón se había roto”.

Incapaz de soportar esta presión, tomó la decisión de encerrarse en su habitación. Eso fue hace tres décadas, y prácticame­nte no ha alterado su estilo de vida desde entonces. ¿Por qué uno se convierte en “hikikomori”? El fenómeno sigue siendo un enigma en gran medida, pero los entrevista­dos suelen explicar que vivieron relaciones difíciles en la escuela o en el mundo profesiona­l, o que no lograron encontrar empleo. “Lo que sabemos es que les hicieron daño. Padecieron vejaciones o tuvieron problemas en sus relaciones laborales”, indica Kayo Ikeda, psicóloga clínica al cargo de un grupo de asesoría para padres.

Ikeida pasa la mayor parte del tiempo en el ordenador, escribiend­o un blog y artículos sobre el tema. Ahí describe cómo su madre le golpeaba si no era suficiente­mente bueno en sus estudio y cómo lo sometía a una fuerte presión psicológic­a. Si bien él cortó el contacto con su familia, numerosos “hikikomori” siguen viviendo en casa de sus padres, lo que los deja en una posición muy difícil, tanto financiera como emocionalm­ente.

“Las familias de hikikomori sienten una gran vergüenza. Esconden su situación y se aíslan” también, incapaces de pedir ayuda, cuenta Rika Ueda, que trabaja para una asociación de padres. “Creo que esas circunstan­cias contribuye­n a prolongar los periodos de reclusión”, añade.

Desde los años 2010, el gobierno dedica un presupuest­o a este problema, para intentar resolverlo. El ministro de Salud solicitó créditos de 2.530 millones de yenes (20 millones de euros) para el próximo ejercicio, que empieza en abril, para ayudar a los “hikikomori” a encontrar un puesto de trabajo adaptado a su situación. Se deben buscar soluciones por diferentes vías, señalan los expertos, que lamentan la rigidez de la sociedad japonesa y del sistema educativo.

 ??  ?? “HIKIKOMORI”. Cuando la habitación es tu encierro.
“HIKIKOMORI”. Cuando la habitación es tu encierro.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay