La Republica (Uruguay)

Peñarol extendió su invicto y no se baja de la punta del Torneo Apertura

Con goles de Fabricio Formiliano y Cristian Palacios, los mirasoles llegaron a siete triunfos en ocho partidos.

- Matías Canabarro

E n su primer partido sin el lesionado Walter Gargano (baja que se suma a las convocator­ias de Cristian Rodríguez y Guillermo Varela a la selección), Peñarol jugó un flojo primer tiempo, pero mejoró en el complement­o y venció 2-0 a Atenas en el Campus de Maldonado con goles de Fabricio Formiliano y Cristian Palacios.

La victoria de anoche le asegura a Peñarol la permanenci­a al tope de la tabla de posiciones del Torneo Apertura, sin importar lo que pase con los partidos de esta tarde. Lo que sí es indiscutib­le es que los tres puntos sumados ayer le trasladan la presión a Nacional, que está obligado a vencer a River Plate si no quiere ver aumentar la diferencia que lo separa de Peñarol.

Poquitito

Lo que pasó en la cancha del Campus durante los 45’ iniciales dejó doliendo los ojos. Tanto por la actuación de los equipos como por el trabajo de Federico Arman, árbitro del encuentro, quien no cobró un penal a Guzmán Pereira (las repeticion­es televisiva­s despejaron toda posible duda y demostraro­n que lo derribaron con falta dentro del área rival) y dejó seguir en la cancha a Gustavo Aprile pese a que le metió un patadón a Agustín Canobbio (fue con la suela extendida y le pegó de lleno al joven mirasol).

En cuanto al trabajo de los equipos, fue sumamente pobre. Por el lado de Peñarol, Leonardo Ramos presentó una formación inédita, con “Maxi” Rodríguez mucho más retrasado de lo habitual, procurando suplir el problema que supone la ausencia de Walter Gargano a la hora de sacar la pelota bien jugada e iniciar posibles ataques. Ni hablar que “La Fiera” no tiene la misma vocación defensiva que el “Mota”, por lo que ese rubro que recayó sobre Guzmán Pereira.

Los constantes cortes y la pobreza creativa generaron un encuentro que no ofrecía nada interesant­e a los espectador­es. De hecho, solamente hubo dos llegadas que pueden considerar- se medianamen­te peligrosas. La primera fue a los 8’, cuando Jordan Mosquera sacó un remate cruzado que Kevin Dawson despejó con lo justo. Peñarol, por su parte, recién a los 34’ tuvo una chance digna de incluirse en un resumen. Fue cuando Lucas Hernández sacó un zurdazo desde el borde del área (aprovechó el rebote de un tiro libre suyo para hacerlo) que exigió el esfuerzo de Villate.

Nada más sucedió en un primer tiempo que se evaporó sin que nadie lo extrañara.

Pudo lastimar

El reloj avanzaba y el trámite seguía sin sufrir alteracion­es. Peñarol controlaba la pelota y no pasaba problema alguno atrás, pero era completame­nte inofensivo. Los pases en el mediocampo eran útiles hasta que alcanzaban el último tramo de la cancha, donde una muralla invisible parecía hacerle cortarle el paso al equipo de Leonardo Ramos, que no podía superar la defensa de Atenas y mucho menos poner en aprietos a su arquero.

Sin embargo, Peñarol pudo lograr jugar cada vez más adelante y a sacarle jugo a las bandas con mayor criterio. Buenos pasajes de Canobbio y “Maxi”, que ofreció pausa y pases certeros e inteligent­es, fueron de lo más destacable de un equipo que mejorana en ofensiva.

El ingreso de Cristian Palacios, quien reemplazó a Fidel Martínez a los 53’, también ayudó a los mirasoles a mejorar su producción en ataque. De hecho, poco después de haber pisado del campo de juego, el“Chorri” aprovechó un pelotazo largo para inventarse el espacio entre dos marcadores y sacar un tiro forzado que se perdió afuera por poco.

El reloj señalaba 65’ cuando un buen centro desde la derecha de Corujo (a quien puso a correr una buena asistencia de Canobbio) fue a parar a la cabeza de Fabricio Formiliano, quien aprovecho este y la estabilida­d deVillete para sellar el 1-0.

Unos minutos después llegó la chance más clara de Atenas, insólitame­nte desperdici­ada: un corner bien ejecutado al medio del área chica encontró a Ramírez inusualmen­te solo, pero esto no bastó para que el central no enviara la pelota a las nubes.

Fue el único oasis de un segundo tiempo completame­nte dominado por Peñarol, incluso cuando la claridad no formaba parte de su repertorio.

Como para extirpar toda posible duda, Cristian Palacios liquidó el partido. En la contra, el “Lolo” tiró un pésimo pase, que parecía extirpar el peligro de la acción, pero este resucitó gracias a la pésima salida de Villete, que le permitió al delantero salteño controlar la pelota, ganarle en velocidad y meterla contra el palo para sellar la séptima victoria mirasol en ocho partidos del Apertura.

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