Nacional vuelve a casa con un punto valioso y la sensación de que pudo ganar

Aunque fue a Cusco con la misión de sumar, de haber estado más fino pudo traerse los tres puntos.

Hay que darle méritos a Nacional, que consiguió en Cusco un empate que, por las chances que tuvo para derrotar a Real Garcilaso, le supo a poca cosa. Antes de partir a Perú, los protagonistas coincidieron en que un empate serían magníficas noticias; pero, como dijo Medina,“por lo que fue el trámite por momentos, era para haber ganado el partido”.

De cualquier modo, el 0-0 es un paso hacia delante de Nacional, que si bien sigue último en la tabla de posiciones del Grupo 6 de la Copa Libertadores, consiguió traerse algo jugando a más de 3400 metros sobre el nivel del mar. Sabiendo que le quedan aún tres partidos, dos de ellos en casa: ante Real Garcilaso (que será su próximo rival copero, en un partido que se llevará a cabo en el Parque Central pocos días después del clásico del Apertura) y Santos.

¿Qué altura?

La intención de estar bien parado, con poca distancia entre las líneas, fue lo primero que reflejó la postura adoptada por Nacional en Cusco. El equipo del“Cacique” trató de no rifar la pelota, apelando a pases simples, que redujeran el margen de error y no forzaran al compañero a realizar un esfuerzo innecesario en los más de 3400 metros de altura de Cusco.

Uno de los grandes méritos del tricolor fue mantener alejado a Real Garcilaso, durante todo el primer tiempo, del arco defendido por Esteban Conde, que únicamente fue amenazado con intrascendentes remates de media distancia. De hecho, lo hecho por el dueño de casa hizo doler los ojos de todos, al punto que sus hinchas no dudaron en dejar escuchar su desagrado en forma de silbidos.

Pero controlar al rival no fue el único acierto de Nacional, cuyo único reproche seguramente sea no haber podido materializar alguna de las tres chances que tuvo en los 45’ iniciales. Curiosamente, todas fueron terminadas por Carlos De Pena: un cabezazo tras centro de Barcia, una jugada preparada en que Luis Aguiar buscó al zurdo con un pase sorpresivo que derivó en un tiro potente pero demasiado centrado y, la más clara de todas, un tiro en el palo a los 38’.

Uno de los puntos altos de Nacional, individualizando el análisis, fue Gino Peruzzi. El ex lateral de Boca demostró una vez más que se siente mucho más cómodo pasando al ataque que defendiendo, cosa que es sumamente valioso cuando el rival solamente pisa el área por equivocación.

En la creación, todas las pelotas pasaron por Luis Aguiar, posiblemente para aprovechar su experiencia en las canchas peruanas. El “Canario” tuvo luces y sombras, pero cuando se encendió fue importante para un Nacional que debió haberse ido al descanso en ventaja, pero fue incapaz de matar el 0-0.

¡Qué faltó!

La altura, que pareció no existir para Nacional durante el primer tiempo, empezó a sentirse entre los tricolores en el complemento, que presentó un trámite diferente. El reloj avanzaba con Real Garcilaso instalado en campo rival, pero seguía careciendo de las ideas y la claridad necesaria para romper el dispositivo defensivo albo para ponerse en ventaja.

Durante prácticamente todo el segundo tiempo, Nacional fue inofensivo, y se dedicó a defenderse, para lo que fue fundamental el trabajo colectivo, en el que se destacó lo hecho por Diego Arismendi, Gino Peruzzi, Guzmán Corujo y Rodrigo Erramuspe, quien ofreció su más solida versión desde que se calzó la casaca tricolor.

El “Cacique” Medina procuró darle aire freso al mediocampo con los ingresos de Santiago Romero y Álvaro González, variantes a las que añadió, cuando el encuentro agonizaba, el ingreso de Sebastián Fernández.

Empujado por su gente y por la necesidad de no perder puntos como local, Garcilaso hizo lo pudo por ponerse en ventaja. Muchas veces, la falta de ideas lo hizo ser una máquina de tirar centros que la defensa tricolor despejaba sin mayores problemas. Cuando estas pelotas al área se encontraban con un receptor, la falta de puntería intervenía a favor de los tricolores para mantener vivo el empate.

A los 75’, se produjo la chance más clara de Garcilaso: fue con una mediavuelta de Diego Mayora, que se fue acariciando el palo.

Nacional despertó ofensivamente en la recta final del segundo tiempo. Curiosamente, en el tramo del encuentro en que usualmente el equipo habituado a jugar en la altura saca ventaja, fue el del llano quien manejó los hilos.

Un tiro de Barcia que el golero controló con lo justo y un remate de “Lavandina” Bergessio que un defensa bloqueó en el camino fueron el preámbulo de la más clara de todas: una buena jugada colectiva que terminó con un potentísimo disparo de “Papelito” Fernández, quien pese a tener tiempo y espacio mandó la pelota afuera.

El partido murió con la sensación de que Nacional pudo traerse algo más. Sin embargo, y aunque habrá que esperar para saber cuánto vale, el empate obtenido en Perú puede terminar siendo importante para el futuro de los tricolores en la Copa Libertadores.