Peñarol demolió a Fénix, llegó a la cima y se llenó de confianza para lo que viene
El equipo de Ramos le trasladó la presión a Nacional, a quien enfrentará el domingo que viene.
S in dos piezas fundamentales de su funcionamiento (faltó Fabricio Formiliano por una molestia muscular y Agustín Canobbio por un cuadro de gastroenteritis), Peñarol goleó a Fénix y trepó al tope de la tabla de posiciones del Torneo Apertura.
Los goles de los RodríguezMaximiliano metió un “doblete” y el “Cebolla” otro- materializaron el merecido triunfo del equipo de Leonardo Ramos, al que se le vienen ahora tres partidos cruciales: los dos duelos de Copa Libertadores ante Libertad (primero en Asunción, luego en el Campeón del Siglo) y el clásico del próximo domingo en medio de ambos duelos coperos.
Peñarol afrontará esta seguidilla repleto de la confianza que traen los triunfos, pero siendo consciente de la importancia de los encuentros que se vienen, que tanto incidirán sobre su futuro en los torneos de los que participa.
Apareció“La Fiera”
Casi veinte minutos pasaron de largo sin dejar nada que valiera la pena recordar. Durante ese trecho, el partido estuvo parejo, con Fénix alejado de la idea que muchos equipos aplican cuando visitan el Centenario: darle la pelota al grande y refugiarse a la espera de que alguna contra termine en un casi milagroso gol.
Peñarol, por su parte, intentaba repetir su plan de generar espacios a base de sucesiones de pases, sacarle jugo a las bandas (lo que se tornaba más complicado por no contar con Agustín Canobbio, su principal arma en esa faceta del juego) y controlar la pelota. Su mejor pieza colectiva llegó a los 25’, cuando “Maxi” Rodríguez apareció en el medio del área como si fuera un nueve de toda la vida para ponerse 1-0. La jugada fue iniciada justamente por el rosarino, que recibió, se metió entre un par de hombres y le cedió la pelota al “Cebolla”, quien asistió al “Lolo”, cuyo pase desde la banda fue enviado a la red por“La Fiera”.
Fue la primera llegada en profundidad de Peñarol, que hacía gala de una efectividad envidiable y una capacidad creativa que debía preocupar un poco a Leonardo Ramos, pues su equipo pateó al arco por primera vez rondando la media hora de encuentro.
La única oportunidad de Fénix fue un intrascendente cabezazo de Nicolás Olivera, quien anticipó a sus marcadores pero mandó la pelota lejos del palo.
El tridente de chances mirasoles lo completó un cabezazo de Rojo que pasó cerca y un tiro del “Cachila” Arias que se topó con una buena intervención del primer tiempo.
Instantes antes de la muerte del primer tiempo, Fénix reclamó un penal del “Toco” Maldonado sobre Raúl Ferro. Las repeticiones televisivas confirmaron que la falta existió, pero fue claramente fuera del área. El árbitro no cobró nada.
Lo liquidó rápido
Durante el segundo tiempo, Peñarol no pasó sobresalto defensivo alguno. La sensación de que el partido estaba resuelto se profundizó a los 62’, cuando llegó un nuevo gol de “Maxi” Rodríguez.
Esta vez, el argentino utilizó la cabeza para exprimir al máximo un buen centro de Rojo, quien se vistió de volante y cumplió, desde la izquierda. La pasividad defensiva y la precisión con que colocó la pelota desempeñaron un rol fundamental en el desenlace de la jugada. El equipo de Leonardo Ramos padecía lapsos de pobreza creativa, pero lo compensaba con una efectividad tremenda cada vez que pisaba el área rival. Cristian Palacios, quien como Mathías Corujo y Giovanni González, ingresó durante el transcurso del segundo tiempo, le sacó jugo a su velocidad, corrió por la izquierda y le dio vida a un centro que el “Cebolla” Rodríguez mandó a la red. En el tramo final del encuentro, Peñarol tuvo algunas ocasiones más para ponerse en ventaja, pero Darío Denis intervino para impedirlo: el arquero de Fénix le ahogó el grito al capitán mirasol en una jugada casi idéntica de la del 3-0, con la única diferencia de que el remate de Cristian Rodríguez no fue a parar a la red. El pitazo de Andrés Cunha señaló el final de un partido en que todo le salió bien a Peñarol. Ganó sin preocuparse en ningún momento, no sufrió expulsiones que mermen su potencial para el clásico de la próxima semana y sumó una victoria que multiplica su confianza de cara a los trascedentes encuentros que se avecinan.