Obispos católicos dispuestos a aportar para superar la fragmentación social
La CEU presentó publicación “Construyamos puentes de fraternidad en una sociedad fragmentada.
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No tenemos recetas pero ofrecemos algunos criterios que pueden iluminar la vida de los cristianos y personas de buena voluntad”, sostuvo Mons. Milton Tróccoli, obispo auxiliar de Montevideo y secretario general de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU).
Estas declaraciones se dieron en el marco de lanzamiento de una publicación que contiene el documento “Construyamos puentes de fraternidad en una sociedad fragmentada”, el cual fue elaborado por los obispos en Florida días atrás durante la asamblea plenaria de la CEU.
“Estamos dispuestos a aportar y articular para superar la fragmentación social”, afirmaron Mons. Carlos Collazzi y el cardenal Daniel Sturla
Cabe destacar que este documento está dirigido, en primer lugar, a los católicos pero también a todos los uruguayos de buena voluntad, como un aporte de la Iglesia, en el marco de nuestra sociedad plural, al imprescindible diálogo sobre el tema, puntualizaron los obispos.
Este se estructura en tres grandes secciones: la mirada sobre la realidad, el discernimiento a la luz de la fe y las propuestas de algunos caminos para recorrer.
En la primera sección, los obispos plantean un acercamiento a la problemática de la fragmentación en nuestra sociedad desde una mirada pastoral: con una mirada creyente, tomando elementos que surgen de las distintas ciencias sociales, y desde la perspectiva que ofrece el contacto directo con nuestra gente. Con esta mirada se van planteando distintos aspectos de la realidad: el trabajo, la familia, el desbalance generacional, la relación entre el campo y la ciudad, la cuestión del territorio, de la educación y de la convivencia ciudadana.
Propuestas para mejorar
Ante esta situación, los sacerdotes proponen algunos caminos para transitar: responsabilidades que tenemos que afrontar como sociedad, algunos procesos que son responsabilidad del Estado, y también algunos caminos a ser transitados por la misma Iglesia.
En el documento se señala que, como Iglesia, “mantenemos una mirada positiva: apostamos a las potencialidades de nuestra sociedad y al bien que está en el corazón de todos los que, con buena voluntad, buscamos un Uruguay mejor”.
Al respecto, el cardenal Sturla remarcó que “queremos volver a ser un país de oportunidades” y agregó que “podemos hacer más como sociedad, fundamentalmente en educación formal, donde no hemos logrados dar una mano”.
También que “como sociedad necesitamos superar la indiferencia, el temor, la percepción de que es un problema de otros, para abrir caminos y espacios de encuentro que ayuden a superar distintas formas de aislamiento. Apostamos por construir vínculos personalizados, relaciones de cercanía y respuestas comunitarias. Esto devolverá a todos las oportunidades de encarar por sí mismos un proyecto de vida y sostenerlo, potenciando sus capacidades, creciendo en autonomía y, a la vez, en solidaridad y apoyo mutuo”.
Con relación a estos conceptos, Mons. Tróccoli aseveró que “es responsabilidad e todos poder recuperar el entramado social que existía”.
Finalizan los obispos haciendo hincapié en que“es desde este esta perspectiva positiva, realista y propositiva que este documento quiere aportar a que se haga realidad el deseo de nuestro prócer José Artigas, con la que concluye el texto: ‘Que en lo sucesivo, solo se vea entre nosotros una gran familia de hermanos’”.