Los disturbios organizados no ayudarán al pueblo palestino
Desde hace varias semanas, los palestinos que están protestando a lo largo de la valla en la llamada “marcha del retorno”, han tratado de atravesar la barrera entre Gaza y el sur de Israel en una masa de decenas de miles de personas. ¿Qué quieren hacer? Basados en sus palabras y acciones, no beber mate ni cantar Kumbaya. Intentan infiltrarse en Israel, y como en el pasado, atacar civiles, secuestrar civiles o soldados e infligir daños corporales. El portavoz de Ha mas, Yihye S inw ar, ha instado a los palestino saque“coman el hígado” de los israelíes del otro lado; él ha dicho que las protestas deben continuar hasta que se borre la frontera. Esto es peligroso, incita a la violencia y no tiene nada de pacífico. El viernes pasado, cientos de palestinos, impulsados por un líder de Hamas en un discurso incendiario, corrieron hacia la barrera de seguridad en el extremo Este de Gaza, e intentaron cruzar hacia Israel. Esa no fue una protesta pacífica. Las personas que atacaron la valla, que arrojaron bombas incendiarias, rodaron neumáticos en llamas para tratar de derretirla, algunos portaban pistolas, de acuerdo a testigos del ejército israelí y a testigos palestinos. La descripción de Hamas de que estas protestas son pacíficas son una simple mentira. Los cócteles Molotov que fueron arrojados contra los soldados, no son pacíficos, ni tampoco las bombas incendiarias adosadas a las cometas que sobrevolaban sobre la valla incendiando tierras israelíes cultivadas y dejándolas en llamas. Estos son disturbios violentos que podrían convertirse en una invasión en cualquier momento. Cualquier pérdida de vida es triste. Pero la responsabilidad de las vidas perdidas y de las personas heridas en este continuo disturbio organizado y violento, recae directamente sobre los hombros de Hamas. Hamas es una organización terrorista re conocida como tal internacional mente, que busca destruir a Israel, y no ha cambiado su objetivo ni sus intentos de lograrlo desde su fundación. Es una organización terrorista, antisemita, racista y teocrática. Los militantes de Hamas han intentado diferentes estrategias a lo largo de los años: lanzaron miles de cohetes contra civiles israelíes, cavaron kilómetros de túneles subterráneos bajo Gaza hacia comunidades israelíes y kibutzím, ocultaron lanzacohetes en hospitales y mezquitas intentando provocar una respuesta israelí que traería más bajas civiles en el lado palestino: una victoria en lo que a ellos respecta, porque lo último que realmente les importa es la vida de los palestinos. En lo único en lo que están focalizados es en la muerte, la destrucción y el daño. A medida que transcurren las semanas y los disturbios cambian como el “sabor de la semana”de destrucción creativa – hondas, neumáticos en llamas, cometas con botellas de gasolina encendidas, banderas y kits con esvásticas nazis, uno debe pensar. ¿Qué es lo que están tratando de lograr ?¿ Llamar nuestra atención ?¿ Destruir a Israel? No funcionará. Se percibe más como un creciente disturbio que amenaza con salirse de control. Pero a diferencia de un adolescente que hace una rabieta, este espasmo de un enojado“actingout” es peligroso, e Israel, como cualquier otro país democrático normal, no permite ni permitirá que estos alborotadores organizados entren en Israel. Al otro lado de la valla, a metros de distancia, cientos de familias israelíes están viviendo sus vidas pacíficamente, tratando de ocuparse de sus asuntos. Muchos de ellos son uruguayos israelíes que inmigraron a Israel y viven en los kibutzím cerca de la frontera con Gaza.Todas estas personas merecen protección, y confían en el gobierno israelí y en las FDI para proporcionarla. Y no les fallaremos. Hamas tomó el control de Gaza en 2007 con un sangriento golpe de estado, y desde entonces, no ha hecho nada para promover o defender los intereses de los palestinos dentro de Gaza. Toda la ayuda internacional y los fondos donados que han llegado a Gaza, terminan siendo gastados en la construcción de cohetes y en la excavación de túneles de ataque, con cemento, electricidad y ventilación. Si tan sólo se hubiera gastado dinero en educación, salud o en la construcción de una vida mejor para los habitantes de Gaza. Pero a Hamas no le importa la vida del pueblo gazatí. Sólo le importa la muerte de los israelíes. El líder palestino “moderado” tampoco es muy esperanzador. Los recientes comentarios antisemitas del Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, que escandalosamente afirmó que los propios judíos fueron responsables del Holocausto por temas“sociales” y laboral es, demuestran que tampoco el líder“moderado” palestino está pronto para liderar su pueblo. La Autoridad Palestina en 2017 “indemnizó”con la suma de 347 millones de dólares a los terroristas que asesinaron israelíes y se encuentran en la cárcel, y a sus familias. Ese monto significa el 7 por ciento de su presupuesto anual, el cual es dedicado a ese tema. El salario mensual para cada terrorista encarcelado en Israel, es entre 1,400 y 12,000 shekel (388 y 3,300 dólares). Entre la incitación al odio, la negación de la existencia del Estado de Israel como hogar para el pueblo judío, y el apoyo al terrorismo, podemos decir que el líder palestino está moralmente en bancarrota. Finalmenteun último pensamientoen vísperas del 70° de la Independencia de Israel, que fue celebrado este mes. El pueblo judío que vivía durante el mandato de Palestina, antes de la fundación del Estado de Israel, ya había comenzado a formar centros educativos como el Instituto Weizmann, (donde el presidente Vázquez estudió en la década de 1980), la Universidad Hebrea de Jerusalén y Bezalel, la escuela nacional de arte, así como cuerpos culturales, como la Orquesta Filarmónica de Israel, fundada en 1936, el teatro nacional Habima y más. ¿Dónde está el instituto palestino Weizmann? ¿Dónde están sus instituciones culturales, su educación y su ciencia? Atacar la valla de Gaza no los acercará más a la construcción de una vida mejor para su gente o a una solución de dos estados. Cualquiera que desee ver una resolución pacífica o una solución de dos estados debería hablar y presionar a Hamas para que detenga estos violentos disturbios orquestados, alentar al pueblo palestino a realizar todo lo posible para obtener un mejor liderazgo que lo que los ayudará, y no continuar culpando a Israel por defenderse a sí mismo. Lo seguiremos haciendo y no vamos a pedir disculpas por ello.