Italia y un gobierno de euroescépticos
El Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga anunciaron que presentarán al presidente de la República el acuerdo pactado y el candidato a jefe de gobierno del primer ejecutivo de Italia formado por fuerzas antisistema y euroescépticas.
Una cita importante para el futuro de Italia después de que las dos fuerzas vencedoras de las elecciones del 4 de marzo ultimaran los detalles de un programa de gobierno conjunto.
“Mantienen en total secreto el nombre del candidato a primer ministro. Ni que fuera el tercer secreto de Fátima”, indicaron fuentes de la presidencia a medios locales.
Ambos partidos cuentan con la mayoría en el Parlamento, pero según varios medios, han tenido muchos problemas para escoger al candidato a futuro jefe de gobierno, que como prevé la Constitución debe ser aprobado y designado por el presidente, Sergio Mattarella.
Para los principales diarios del país, La Repubblica e Il Corriere della Sera, bastante críticos con las dos fuerzas, los dos líderes no han podido llegar a un acuerdo sobre ese punto, ya que desean una personalidad “política y no técnica”, según adelantó Di Maio el domingo después de horas de negociaciones celebradas en Milán (norte) con Salvini y los principales asesores de ambas fuerzas. Sólo después de la reunión con Mattarella y de su eventual aprobación será anunciado el nombre. Los medios barajan varios nombres, entre ellos algunas autoridades, que puedan defender ante la Unión Europea (UE) el tono euroescéptico del futuro ejecutivo.
En la lista de candidatos posibles que señala la prensa figuran el economista Guido Tabellini, la diplomática Elisabetta Belloni, el profesor Michele Geraci, el ex diplomático Giampiero Massolo, el rector de la Universidad de Milán y parlamentario del M5E, Gianluca Vago, todos relativamente desconocidos. El acuerdo es una compleja síntesis entre la ultraderecha y xenófoba Liga, una formación nacionalista cercana al Frente Nacional francés, que conquistó el próspero e industrializado norte con la promesa de recortes masivos de impuestos, y la formación antisistema M5E, sensible a los problemas sociales del sur pobre de la península, que prometió un salario ciudadano y que suele ser ambivalente frente a la Unión Europea.
Las indiscreciones aseguran que el complejo tema del salario ciudadano, caballo de batalla de los indignados italianos, fue aplazado a 2019, con la condición de crear un sistema eficaz de agencias de empleo.