La ‘caja negra’ de la epidemia de rotura de ligamentos cruzados
En Europa se ha generado el mismo problema que hoy se da en el fútbol uruguayo.
En la edición del viernes, TRIBUNA presentaba un informe sobre las 10 lesiones de rodilla que se dieron en el fútbol uruguayo en los últimos tres meses. La lesión de rotura de ligamentos cruzados es de las más complicadas del fútbol, ya que deja al jugador fuera de combate durante varios meses.
En esta ocasión, profundizamos en el tema recurriendo a la opinión de expertos en la materia que ya han abordado este problema en el fútbol europeo.
Hay que abrir ‘la caja negra’ para conocer las causas de la ‘epidemia de ligamentos cruzados’. La ‘caja negra’ no incluye para nada el factor ‘mala suerte’ que tanto utilizan algunos medios de comunicación, ni tampoco la blandura de los terrenos de juego, el tamaño y forma de los tapones de los zapatos de fútbol y muy poco la agresividad en el juego. Como define el doctor Ramón Cugat (experto en lesiones de rodilla y pionero en operaciones de artroscopia en España) “estamos ante un problema multifactorial producido por varias causas que se relacionan entre sí”.
Antes del análisis detallado de este problema multifactorial, descartemos las causas que no influyen decisivamente en la plaga. Lo hace el doctor Cugat, el ‘gurú de las rodillas’, miles de operaciones a sus espaldas: “El terreno de juego (sea pasto joven o viejo, natural o artificial, campo de tierra, duro o regado) y los tapones de los zapatos de fútbol (redondos, rectangulares, irregulares) son factores muy, muy secundarios, sin relevancia estadística alguna”.
Una estadística indica que sólo el 25% de los cruzados rotos se producen por entradas violentas o golpes. El 75% lo sufren los jugadores de forma indirecta, prácticamente solos.
Vayamos, pues, a las verdaderas causas:
Trabajo físico muy liviano en pretemporada
Hace años, todos los equipos realizaban una potente preparación física de base. Les servía de plataforma sobre la que construir el edificio de toda la temporada. Pero eso se acabó.
El Doctor Cugat dice: “Existe un consenso establecido sobre la necesidad de realizar una buena preparación de base en la pretemporada, a partir de la cual se puede crecer. El doctor Giuliano Cerulli (director de traumatología de Perugia) y el doctor Hans H. Paessler (especialista de la Atospraxis Klinik de Heidelberg) tienen científicamente documentado que la realización de ejercicios preventivos de propiocepción a lo largo de la pretemporada previene entre un 70% y un 80% de las lesiones de cruzados. De ahí la absoluta trascendencia de una buena pretemporada”.
Lesiones mal curadas y recuperaciones precipitadas
Las lesiones mal curadas abundan en el fútbol actual. Los jugadores quieren estar siempre en la cresta de la ola. Los entrenadores no se pueden permitir prescindir de sus mejores hombres. Y es un círculo vicioso, donde el jugador dice que está recuperado y el entrenador hace ver que le cree. Si no sucede nada, mejor para todos. Si se recae, mala suerte.
El doctor Cugat lo explica con otras palabras: “Una rodilla sin menisco es propensa a nuevas lesiones. Y un viejo esguince del ligamento lateral interno habrá dejado una laxitud ligamentosa que provocará un movimiento valgo, laxo y en rotación de consecuencias funestas”. Lesiones mal curadas, preludio de lesiones más graves.
Estrés competitivo y fatiga por sobrecarga de partidos y viajes
Para el doctor Cugat, esta es la causa más poderosa de la plaga. Pero antes de detallar el porqué, nos explica cómo se rompe el ligamento cruzado anterior:“En la rotura del cruzado se produce, por lo general, una flexión de la cadera acompañada de un movimiento valgo (hacia fuera) y rotación de la rodilla. La vía sensitiva avisa al córtex cerebral que algo está fallando y el córtex, a su vez, envía una orden de corrección a los músculos isquiotibiales, que son los agonistas del cruzado anterior. Pero en esa sucesión de movimientos (flexión-valgo-torsión), los isquiotibiales pierden tonificación y llegan tarde, sin poder evitar la rotura”.
¿Por qué llegan tarde? Por fatiga y estrés, en primer lugar: “La sobrecarga de partidos y de viajes tiene efectos graves: cambios en la alimentación y en el sueño. Este cansancio y estrés comporta que las órdenes de reacción del Sistema Nervioso Central estén disminuidas. El aumento de cansancio provoca reacciones tardías, que a su vez tienen resultados trágicos”. Y todo empuja hacia un incremento de la fatiga:“La competitividad es extrema. Resulta esencial no perder la titularidad en un equipo porque al jugador le va mucho dinero en ello. Y eso es un inmenso generador de estrés psicológico”.
Sobreentrenamiento por moda y cambios de entrenadores
Uno de los grandes males del fútbol actual es el sobreentrenamiento. Vivimos una ley del péndulo y ahora se trata de ver quién trabaja más. Cada vez que un equipo cambia de entrenador, el fenómeno del sobreentrenamiento se agrava porque llega con mano dura, disciplina y ganas de demostrar que con él no ocurre como con el anterior. Se entra en una dinámica perversa para demostrar que con el nuevo sí se entrena y con el viejo, no.Y se trabaja sin mesura. Eso no ocurre en Italia o Inglaterra, donde la cultura del entrenamiento está mucho más arraigada y viene de lejos. Allí no tienen nada que demostrar. Trabajan desde siempre y lo hacen mucho mejor porque son más equilibrados.
El doctor Cugat asiente: “La ‘ley del péndulo’ se aplica al entrenamiento futbolístico. Cada entrenador nuevo quiere superar al anterior. Nuevos métodos, mayor intensidad. O poco entrenamiento o excesivo”.
Desequilibrio muscular entre cuadriceps e isquiotibiales
Hay varias causas, pero la principal es el desequilibrio entre los músculos cuadriceps y los isquiotibiales. La proporción correcta de fuerza entre cuadriceps e isquios es de 100 a 70. Es decir, los isquiotibiales deben tener aproximadamente un 70% de la fuerza que posean los cuadriceps de un deportista.
Si tienen menos fuerza, ese desequilibrio muscular impide sujetar la rodilla en momentos de máxima tensión, de apoyo en falso o de torsión excesiva. Los isquiotibiales son esenciales para extender la cadera y flexionar la rodilla, pero los futbolistas apenas los trabajan. Los isquiotibiales llegan tarde, en frase del doctor Cugat.
La próxima vez que haya una lesión de cruzados no acepte que le hablen de mala suerte, tapones malos, pasto mojada o máquinas vibradoras.
La ‘epidemia de cruzados’ tiene un origen multifactorial, de varias causas estrechamente relacionadas entre sí: el estrés competitivo; la fatiga por sobrecarga de partidos y viajes; el sobreentrenamiento; una escasa preparación física de base en la pretemporada; la descompensación muscular; y las lesiones mal curadas.