Murió el padre del “nuevo periodismo”
Relató los 80 con “La hoguera de las vanidades”.
El escritor y periodista estadounidense Tom Wolfe, padre del “nuevo periodismo”y autor de la célebre novela “La hoguera de las vanidades”, falleció ayer en NuevaYork a los 88 años, confirmó su editorial en Twitter.
“Estamos increíblemente apenados de enterarnos de la muerte de Tom Wolfe. Era uno de los grandes y sus palabras vivirán para siempre”, indicó la editorial Picador, parte de MacmillanPublishers.
Desde la década de 1960, el delgado escritor de rostro eternamente juvenil famoso por sus impecables trajes blancos de tres piezas innovó al utilizar técnicas de la novela en sus artículos periodísticos, contribuyendo a crear la corriente conocida como“nuevo periodismo”. Su agente Lynn Nesbit dijo a la prensa estadounidense que Wolfe falleció tras ser hospitalizado en NuevaYork a raíz de una infección. Nacido en Richmond (Virginia) pero residente en NuevaYork desde que comenzó a trabajar en The New York Herald Tribune en 1962, escribió innumerables artículos y ensayos para las revistas como New York, Esquire y Harper’s en los cuales brilló por su creatividad con el lenguaje y su ojo para describir la cultura pop y el narcisismo de la sociedad estadounidense.
Wolfe tenía incontables anécdotas de algunos de sus famosos reportajes, como el retrato de Cassius Clay, más conocido como Muhammad Ali. “Compartí cinco días con él y contestó a todo, a nada. La diferencia la hicieron los detalles: las conversaciones de su corte de acompañantes, los aduladores, la noche en que desapareció de un club nocturno y nos dejó con una cuenta sideral para pagar...”.
Preguntado en una entrevista en 2014 sobre los efectos negativos que tuvo el Nuevo Periodismo en la profesión, Wolfe dijo: “El abuso de la primera persona del singular. Un fallo que yo mismo he cometido. Mi primer texto, El coqueto, aerodinámico rocanrolcolor caramelo de ron [Tusquets], sobre la cultura automovilística en California, lo empecé escribiendo: ‘La primera vez que vi coches personalizados…’. A menos que seas una parte de la trama, creo que es un error escribir en primera persona”.
La obra más conocida de Wolfe es, quizás, La hoguera de las vanidades, la que aún se considera la gran novela de NuevaYork. Salió a la venta en el otoño de 1987, el año del lunes negro de Wall Street, la época en que los homicidios se contaban por miles, la discoteca Studio 54 vivía su declive y Donald Trump, ya dueño de su torre de la Quinta Avenida, estaba construyendo su imperio de casinos en Atlantic City. El debut en la ficción de Tom Wolfe narraba la historia de McCoy, un joven y triunfador vendedor de bonos que una noche se pierde junto a su amante por el South Bronx, atropellan a un negro y huyen. A partir de ahí, empieza su caída libre y, en paralelo a ella, Wolfe retrata todo el submundo de la ciudad.
El libro sentó mal, se regodeaba en los tópicos sobre negros y blancos y se burlaba de todo: la tensión racial, el dinero y las miserias políticas. “Tom Wolfe no deja prisioneros en su comedia”, decía la crítica de The New York Times, escrita por Christopher LehmannHaupt. 30 años después, un personaje prototípico de La hoguera como Trump, se ha convertido en presidente de Estados Unidos y el Bronx, aquella vieja jungla, sale recomendada en una guía del Times.