¡Ramos no se va!
Luego del partido frente a The Strongest recibió respaldo directriz a su deseo de continuar en el club.
Los peñarolenses, sin dudas, están pasando por sentimientos encontrados respecto al entrenador del plantel principal.
Ello ocurre porque si bien el hecho de no clasificar a la siguiente fase de la Copa (algo a estas alturas harto repetido con diferentes técnicos) sumado a no haber obtenido el Apertura, el equipo ha disminuido notoriamente su rendimiento.
Pero por otra parte, sigue siendo el Campeón Uruguayo y es ganador en clásicos ante el tradicional rival, manteniéndose invicto en tales contiendas en partidos oficiales, algo que para el hincha no es un tema menor.
Rendimiento
De aquel excepcional rendimiento del Clausura pasado que le permitió al aurinegro descontar 11 puntos en la Tabla Anual y coronarse campeón, ganando el clásico con luz y venciendo a Defensor en finales, así como triunfó en los clásicos disputados en verano (amistoso y Supercopa) y manteniendo imbatibilidad en el último jugado pese a ser futbolísticamente superado por Nacional, luego de ello ha venido en caída libre.
No debe soslayarse que ha perdido por una grave lesión a Walter Gargano, el balance del equipo en todo sentido y a Lucas Viatri por un accidente.
Asimismo, el hecho de no concentrar por deudas del club con los jugadores, las citaciones a la selección en medio del Apertura, de la cual Varela aun no se ha recuperado de su bajón físico y la merma en los rendimientos de Fidel Martínez y Maxi Rodríguez sumaron para el magro desempeño de los últimos encuentros.
Logros y falencias
Como decíamos líneas arriba, el título del Uruguayo, los clásicos y el juego desplegado en el último torneo Clausura son puntos en el haber de Leo Ramos.
En tanto, en algunos casos por otros factores multicausales, no ha sabido suplir algunas bajas ni encontró el karma necesario para un equipo como Peñarol como pensamos todos que ya era algo adquirido en forma definitiva.
Se mostró timorato y conservador en los partidos que ha jugado en el exterior, no logrando ni siquiera un empate de visitante frente a rivales de “medio pelo” como The Strongest o Atlético Tucumán.
Peñarol ha perdido la rebeldía y le han dado vuelta varios partidos.
Su mayor error
Creemos que fue cuando ante las lesiones de Gargano y Viatri, la dirigencia ofrece traer sustitutos ante lo que el DT manifestó que tenía el mejor plantel y que no necesitaba a nadie. Grave error. Vaya si necesitaba, tal como queda expuesto actualmente en el rendimiento que disminuye cada día.
Su única misión respecto al año pasado era sustituir a Rossi. Sin embargo no fue así. Tocó el equipo de varias formas sin lograr lo deseado.
Peñarol necesita un par de jugadores desnivelantes (Maxi y Fidel no lo fueron) y un jugador más por línea (si Varela se va luego del Mundial, no tendría ningún lateral derecho), además de retomar el funcionamiento colectivo y sobre todo, la FE.
Peñarol aparece como un equipo abúlico, sin ideas y sin reacción.
No se va
Luego del encuentro ante The Strongest (en flojo partido y desmotivado) donde ganó como era de esperarse, se reunió con los dirigentes Barrera, Catino y Ruibal, manifestándoles su deseo de seguir en Peñarol, pese a alguna oferta del exterior, y recibió el respaldo de los directivos para continuar. Para lo que viene, Peñarol es al único equipo que le quitarán jugadores para la selección (a los dos mejores,Varela y“Cebolla” Rodríguez). Por tanto, parece ineludible que el DT debe dejar su tozudez de lado y comprender que se necesitan varios jugadores para armar un equipo competitivo, teniendo en cuenta que es muy difícil que Maxi y Fidel continúen, ya que no justifican ni por asomo el rendimiento que han tenido en consonancia con los sueldos que perciben.
Aun falta mucho. ¿Se puede? Pensamos que se puede y debe mejorar, pero hay que hilar muy fino en las contrataciones y volver al estilo de juego del Clausura 2017.
(*) Columnista invitado.