Estudio de la Udelar: ¿Qué significa el fútbol en la sociedad uruguaya?
El 25% de la población asiste a los estadios a ver fútbol profesional.
Primero vienen la familia, el trabajo, la salud y luego, entre las cosas de importancia un poco menor, el fútbol ocupa los primeros lugares. Esta es una de las conclusiones que se extrae de la encuesta nacional realizada para la investigación ¿Qué significa el fútbol en la sociedad uruguaya?. El resumen ejecutivo y las conclusiones finales del estudio se presentaron en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). La investigación fue realizada por las facultades de Ciencias Sociales y de Psicología de de la Udelar, en convenio con la AUF. En la presentación estuvieron el presidente de la AUF, Wilmar Valdez, y el coordinador de la investigación, Felipe Arocena, junto a los autores del proyecto: los magísteres Juan Cristiano, Patricia Domínguez, Rafael Paternain, y el licenciado Diego Traverso.
El resumen ejecutivo se divide en ocho apartados y unas recomendaciones básicas. Ofrecemos aquí una síntesis que atiende principalmente a los conceptos del informe. Para conocer más sobre las cifras divulgadas, recomendamos acceder al documento divulgado por los autores y la AUF, según reveló el portal de la Udlar.
1. Nuestro lugar en el mundo
Somos, existimos, nos conocen, nos admiran, nos critican, nos temen, nos respetan, nos interrogan en el resto del mundo en primer lugar por el fútbol que jugamos.
El fútbol es más importante que la política en la sociedad uruguaya, el 44% de la población expresa que este deporte es muy o bastante importante en sus vidas (mientras que la política lo es para el 40%).
2. La selección nacional
La selección nacional actual hace soñar a los niños con héroes que los inspiran, además acercó a las mujeres al universo futbolístico, y termina representando la ilusión de una sociedad de trascender internacionalmente. Las tres cuartas partes de la población, el 74%, siente que esta selección lo representa, lo ilusiona y le despierta orgullo.
3. Una densa red de jugadores amateurs y profesionales
El fútbol uruguayo posee un complejo entramado organizati- vo. La heterogeneidad es el rasgo más destacado. El fútbol profesional es capitalino, asimétrico y con fuerte concentración de intereses contrapuestos.
El fútbol amateur ofrece dos dimensiones relevantes: es una amplísima red de fútbol en el interior del país, también con niveles altos de heterogeneidad, que resiste de a ratos las tentaciones del profesionalismo y que visualiza con mucho escepticismo las posibilidades de integración nacional para el fútbol en nuestro país. La segunda dimensión la conforma el fútbol universitario, cuya liga se estructura en la zona metropolitana y recluta jugadores de los sectores medios. Hay aquí una postura más decididamente anti profesional y un enfoque social al priorizar el fútbol como una herramienta para el acompañamiento y apoyo a los estudiantes que cursan carreras universitarias.
El fútbol infantil aparece como un auténtico fenómeno social y como un campo de oportunidad para ensayar intervenciones más propias de la lógica de la política pública. La complejidad de su organización, la autonomía de sus intereses de base y las resistencias culturales, hacen del fútbol infantil un escenario de riesgo en el cual pugnan los objetivos de formación integral y las lógicas que procuran eslabonar este nivel dentro de la cadena de la competencia y las trayectorias profesionales. La dificultad de este equilibrio vuelve al fútbol infantil un asunto de permanente preocupación.
Todos sumados representan 165 mil uruguayos afiliados practicando fútbol regularmente. Esta densa red tiene como consecuencia que ningún talento se escapa.
4. La pasión por practicar, sentir y ver fútbol
La encuesta registra que el 23% de la población juega al fútbol, y el 25% asiste a los estadios a ver fútbol profesional.
Es muy difícil comparar los niveles actuales de práctica con el propio pasado y con otros países, pero en cualquier escenario el fenómeno más novedoso y revolucionario se asocia con la presencia ascendente de las mujeres en las canchas de todas las categorías y ligas. En su gran mayoría, el fútbol se desarrolla bajo criterios recreativos y de relación social. Es muy probable que el ejercicio en el espacio público – plazas, calles y campitos- se haya trasladado a lugares cerrados y comerciales. En sintonía con las tendencias reseñadas, hay en Uruguay un consumo muy alto de fútbol. En el consumo a distancia, la televisión es el medio más utilizado. Pero también son muy elevados los niveles de asistencia. Las estimaciones de la gente que concurre a los partidos del fútbol infantil son sorprendentes. Como también lo es que el fútbol amateur convoque cantidades parecidas que el profesional. Aunque muy lejos de los mencionados, las personas que declaran haber asistido en el último año a partidos del fútbol femenino representan un porcentaje nada desestimable.
5. Instituciones, dirigentes, jugadores
En general, cuando se pregunta sobre los actores que tienen una influencia más negativa sobre el fútbol aparecen dos actores excluyentes: los barras bravas y los representantes. Cuando se interroga de forma directa sobre la opinión hacia los dirigentes, predominan la indiferencia y la indefinición (“hay de todo”). De cualquier manera, en la ponderación, las evaluaciones negativas son más (beneficio personal, corrupción, pretensiones políticas) que las positivas (hinchas que dan su tiempo por el club).
6. La violencia en el fútbol
El 70% de la población considera que la violencia aumentó mucho en los últimos años.
El 28% de los uruguayos fue testigo directo, él o alguien de su hogar, de actos de violencia en un estadio o en una cancha de fútbol. Este porcentaje es la mayoría absoluta entre quienes concurrieron a ver un espectáculo de fútbol.
7. Los medios masivos de comunicación y el fútbol
El 85% de la población ve fútbol porTV o internet (13% solo cuando juega la selección nacional y 70% al menos una vez por mes).
8. El impacto económico del fútbol
Un total de USD 330 millones lo que equivale a un 0,62% del PIB de Uruguay para el año 2016 en cuanto a efectos directos y asociados generados por el fútbol uruguayo.