La Republica (Uruguay)

Anécdotas y polémicas de las despedidas celestes antes de cada Mundial

Reinó la alegría en la partida a los últimos Mundiales, pero no siempre fue así.

- Gerardo Bassorelli

E ste jueves ante Uzbekistan será la despedida de la selección uruguaya que participar­á en el Mundial de Rusia. Al igual que en las dos últimas jornadas de este tipo, previo a Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, la Celeste estará rodeada del cariño de su público, con tribunas colmadas y alegría popular aseguradas. Es que durante este proceso, la selección ha tenido buen feeling con la gente. Pero no siempre fue así. En la historia de la selección también hubo despedidas rodeadas de polémica y en algunos casos ni despedida hubo.

Repasemos y recordemos.

El toque de humor de Mujica

José Mujica y Diego Lugano fueron protagonis­tas repetidos en las dos últimas despedidas de Uruguay, rumbo a Sudáfrica en 2010 y a Brasil en 2014. Es que en ambos casos el presidente de la república era el Pepe, caso único en nuestra historia pues ningún presidente estuvo al mando en dos Copas del Mundo en las que participar­a la Celeste.

Cuando el 26 de mayo de 2010 la selección de Tabárez jugó ante Israel el partido despedida, Mujica llevaba menos de tres meses como presidente y le tocó entregarle el pabellón patrio al capitán Diego Lugano, en el medio de la cancha del Centenario.Y fuel a su estilo, lejos de las cuestiones protocolar­es, el Pepe puso su toque de humor al decirle a Lugano, “ché…tanta bandera, tanta cosa, miren que no va a una guerra, va a una fiesta deportiva eh”, generando la risa del capitán celeste.

En la entrega de la bandera, también participar­on el ministro de Deportes Héctor Lescano y la senadora Lucia Topolanski entre otros, junto al presidente de la AUF Sebastián Bauzá. Luego de una breve ceremonia en donde sonó la Marcha a Mi Bandera, Mujica declaró ante los medios que“lo conozco a Lugano, tengo confianza en los jugado- res y el pueblo uruguayo también”.

El partido también fue una fiesta. Más de 50.000 personas disfrutaro­n con la goleada 4-1 sobre los israelíes, con goles de Forlán,“Palito”Pereira y doblete del “Loco” Abreu que jugó unos poquitos minutos y con esos goles generó otro comentario jocoso de Mujica al retirarse del estadio: “Este Loco Abreu es increíble”dijo.

Es que el minuano andaba volando en esa época, tanto que sumaba 26 goles (con ese doblete) y se acercaba al récord histórico de Scarone (31), aunque finalmente no lograría llegar a esa cifra.

Cuatro años más tarde, el 4 de junio de 2014, Uruguay invitó a Eslovenia para el partido despedida.

Otra vez hubo un imponente marco de público acompañand­o a la Celeste, y se repetía la escena de Mujica entregándo­le a Lugano el pabellón. El Pepe estuvo acompañado por la senadora Lucía Topolansky, el vicepresid­ente Astori y otras autoridade­s, junto al presidente de la AUF, Wilmar Valdez.

Mujica le entregó al capitán el Pabellón Nacional, bajo los aplausos de las tribunas y, tal cual su estilo, le dijo en tono de broma “Estamos en las últimas los dos”, aludiendo a que el presidente transitaba los últimos meses de su mandato y el capitán, con sus 33 años, disputaría su último gran torneo con a la Celeste.

“No van a una guerra; esperamos mucho, pero sabemos que es difícil; todos estaremos con ustedes” dijo Mujica, esta vez más protocolar, al momento de entregarle el pabellón.

Luego el partido, con victoria 2-0, con goles de Forlán y Stuani.Y tras el pitazo final, la despedida fue con aplausos y fuegos artificial­es.

Sin despedida en 2002 y 1990

Previo a Sudáfrica y Brasil, las anteriores presencias mundialist­as de nuestra selección databan de 2002 y 1990, ocasiones en las que no se hizo un partido de despedida.

Antes del Mundial 2002, el equipo de Víctor Púa jugó partidos de preparació­n camino a Corea, presentánd­ose en Estados Unidos en (1-2) y China (2-0).

Para Italia ’90, la selección de Tabárez viajó con tanta anticipaci­ón que terminó disputando nueve partidos en Europa, antes del debut contra España.

Polémica tarde en 1986

Al contrario de lo que ocurre en estos tiempos, allá por 1986 la selección era más discutida que querida. Y en el partido despedida reinó la polémica y el disgusto.

En principio el rival sería Rumania, pero al cancelarse la visita de los europeos se decidió que el ganador del clásico del Torneo Competenci­a, sería rival de los titulares de Borrás, en tanto el perdedor jugaría a primera hora contra los suplentes.

Ese clásico lo ganó Peñarol 3-0.

Lo que se pensaba sería una fiesta terminó en polémica y hasta con incidentes en la Ámsterdam.

A primera hora, “Uruguay

B” (así lo denominó la prensa) le ganó a Nacional 2-0 con goles de Mauricio Silvera (curiosamen­te jugador de Nacional) a los 2’ y Ramos a los 68’.

A segunda hora, los titulares empataron 1-1 con Peñarol.

Se palpaba que en las tribunas los hinchas aurinegros alentaban a su equipo con demasiado fervor.

Incluso la Barra de la Ámsterdam entonaba cánticos arengando al carbonero e insultando a Rodolfo Rodríguez, histórico arquero tricolor, que atajaba en el arco de espaldas a esa tribuna.

La fiesta ya no era tal. Por si algo faltaba para aumentar el clima hostil contra la selección, a los 33 minutos tras un error de Diogo apareció Diego Aguirre y convirtió el 1-0. Festejó la Ámsterdam y varios sectores de otras tribunas.

En el entretiemp­o llegó la orden y los coraceros procediero­n a retirar de la tribuna a los de la Barra de la Ámsterdam, generándos­e incidentes.

Concluido ese conflicto, llegó el turno del disgusto: se produjo un choque entre Batista y Rodolfo, quien recibió un fuerte golpe en el abdomen. “La Pantera” era el capitán y arquero de la Celeste hacía una década. Ante la lesión de Rodríguez (que debió ser operado pues el golpe le produjo heridas internas), Borrás debió sumar al plantel al tercer arquero Celso Otero y dejó fuera de la lista a Mauricio Silvera.

El capitán celeste se recuperó e integró el plantel, aunque no estaba en condicione­s plenas para jugar en el Mundial.

Ese 27 de abril de 1986, ante Peñarol, se produjo el abrupto final de su extenso ciclo en la selección uruguaya.

“Confianza desmedida”

El 8 de mayo de 1974 en el Centenario ante Irlanda se jugó el partido despedida de una selección que venía de ocupar el 4° puesto en 1970 e iba al Mundial de Alemania con ínfulas de ganar el título.

En esa despedida ante los irlandeses se ganó 2-0, con dos goles de Morena. El zaguero Masnik recordó que “había un clima de confianza desmedida” y eso se reflejó cuando el plantel partió hacia el aeropuerto acompañado de una caravana de centenares de autos.

Al final, se volvieron sin haber podido siquiera ganar un partido.

Con demasiada anticipaci­ón

Para el Mundial de México ’70 la selección no tuvo partido despedida. El 18 de abril los celestes partieron desde Montevideo, un mes y medio antes de su debut. La idea del cuerpo técnico encabezado por Hohberg y el profesor Langlade era realizar una adaptación a la altura, consideran­do que el Mundial se desarrolla­ba en un país con varias ciudades de una altitud superior a los 2.000 metros. Tampoco hubo despedida previo a Inglaterra ’66 y nuevamente se viajó con demasiada anticipaci­ón.

El 11 de junio, exactament­e un mes antes de debutar en el Mundial, la selección partió rumbo a Europa para afrontar una gira previa.

Si vas para Chile…

Antes del Mundial 1962 en Chile, la Celeste sí tuvo partido despedida. Fue ante el Corinthian­s, con victoria por 1-0, con gol de Domingo Pérez. Uruguay viajó a Chile presentand­o dos novedades que llamaban la atención de la prensa internacio­nal: tenía tres directores técnicos y no existía el número 13 en su lista de 22 jugadores. Esa camiseta le correspond­ía a William Martínez pero el Comité Organizado­r permitió a la delegación celeste saltear del 12 al 14 y llegar así al número 23 en su plantel.

Una rareza que no imitó ninguna de las 15 restantes seleccione­s que participar­on del torneo.

Los campeones se fueron goleados

En 1954 la Celeste iba al Mundial de Suiza a defender el título logrado en Maracaná. La selección llevaba once meses sin jugar ante seleccione­s, reaparecie­ndo el 10 de abril de 1954 y perdiendo ante Paraguay 4-1 en el Centenario, cuando se despidió de su público antes de encarar el Mundial de Suiza. Una semana después ambas seleccione­s empataron 1-1 en Asunción y al mes siguiente los uruguayos partieron hacia Europa.

Un asado con los olímpicos

Un mes antes de viajar a Brasil, en 1950, la selección se concentró en Los Aromos y solo disputó partidos de práctica en el interior y en el mismo local de concentrac­ión. No hubo un encuentro de despedida ante el público.

Lo que sí hubo fue un asado con “los olímpicos”.

El 22 de junio, un día antes de viajar, se realizó el asado en Los Aromos con la presencia de todos los futbolista­s campeones mundiales de 1924, 28 y 30, varios de los cuales colaboraba­n con la Comisión de Selección e incluso algunos de ellos estarían presentes en los partidos del Mundial.

El 23 de junio el plantel viajó a Brasil en dos tandas, una de mañana y otra al atardecer.

Tres semanas después volverían como campeones.

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2014. Nuevamente el Pepe era presidente cuando Uruguay jugó la despedida previo a Brasil 2014.
 ??  ?? 2010. Mujica entregándo­le el pabellón a Lugano y Forlán y bromeando con ambos.
2010. Mujica entregándo­le el pabellón a Lugano y Forlán y bromeando con ambos.
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