“Estoy muy emocionada de haber conseguido la medalla que vine a buscar”

Quedó “desecha” por la intensidad de la altura, pero en definitiva “cumplí mi objetivo”.

El inmenso esfuerzo realizado por María Pía Fernández, quien corrió los 1500 metros en los 2500 de altitud que tiene Cochabamba, tuvo premio en los Juegos Odesur. La atleta nacida en Flores consiguió una valiosísima medalla de plata, que tuvo que trabajar muchísimo para conseguir.

No solo por el trabajo previo que implica una competencia de este calibre, sino también porque al terminar la carrera salió de la pista asistida por dos voluntarios, que prácticamente la arrastraron hacia el lugar en que los médicos la aguardaban con el tanque de oxígeno.

Pía Fernández registró un tiempo de 4:30.56, que solamente fue superada por 4:27.10 de la colombiana Muriel Coneo Paredes. El podio lo completó la argentina Micael Levaggi, quien recorrió los 1500 metros en 4:30.88.

Sobre la importancia de la medalla ganada y los sentimientos que en ella generó, le contó a La República que “La verdad que lo viví muy emocionada. Antes de largar lo habíamos hablado con Seba (Allende, su entrenador) que iba a ser una carrera fuerte. Muriel es una atleta que siempre sale a jugarse todo, así que había que estar atentos.

En base a eso hicimos el análisis, sabíamos que si salíamos a correr en punta podía jugarme en contra después. Salimos a correr a todo o nada, como me gusta a mí, a jugármela. Había entrenado muy bien, preparamos muy bien este torneo. Antes de lograr hablamos con Seba que había que salir a buscar esa medalla, que por suerte se consiguió”.

“Misión cumplida. Vine a dejar todo, y lo hice en la pista. Se cumplió el objetivo de obtener la medalla”, agregó.

“Fue peor de lo que imaginé”

Un tema que comprensi- blemente preocupaba a la atleta uruguaya eran los 2500 metros sobre el nivel del mar de Cochabamba, factor que no puede olvidarse en la preparación de una carrera larga como la de los 1500. Así lo había reconocido en los días previos, en que destacó la importancia de haber realizado una aclimatación de varias semanas en Salta, Argentina.

Sin embargo, esta terminó castigándola intensamente: “La verdad que el tema de la altura fue muy duro. Sabíamos que iba a ser complicado correr acá, pero fue peor de lo que imaginé. Quedé desecha.

Son cosas de la carrera. Teníamos claro que era un gran desafío, y lo fue, sin dudas. Pero salimos a dejar todo; si bien sabíamos que eso después podía traernos consecuencias, salimos a buscar esa tan preciada medalla y a dejar todo por Uruguay”.

Tuvo revancha

Por último, destacó la importancia de que este logro llegara después de una temporada en que las cosas no le salieron como tenía previsto: “Los que me conocen saben que el 2017 fue un año muy duro para mí. Habíamos hecho todo bien, entrenando muy fuerte, pero las cosas no salieron, ni en el Sudamericano ni cuando fuimos a buscar la marca a Europa. Fue un año donde, bueno, como siempre digo, cuando no se logran los objetivos, hay que ponerse en mente seguir dando lo mejor, buscando nuevas metas.

Los Juegos Odesur los tengo en mente desde el año pasado. Repito, tengo claro que el 2017 no fue un buen año para mí, pero la revancha siempre está. Vine acá a buscar la medalla”.

Para cerrar, llegó el turno

de los agradecimientos: “Primero que nada se lo dedico a mi entrenador, a mi familia y a mi novio, y a toda la gente de Trinidad, Flores, y a mis amigos que siempre me están apoyando. También a mi grupo de entrenamiento, y a todos lo que siempre me apoyan y acompañaron este proceso. Mando un saludo especial a mi equipo de trabajo. M entrenador es la cara visible, pero detrás hay mucho trabajo, el de los médicos, mi couch, etcétera. Perdón si me olvido de alguien, pero es mucha gente la que siempre me está acompañando, y se los agradezco mucho”.