San Javier, un pueblo de Río Negro donde los rusos hincharán por Uruguay
A días del Mundial de Rusia, el alcalde local contó cómo lo vivirán sus pobladores.
Con cinco mamushkas un pueblo de Río Negro recibe a los visitantes. San Javier, que está sobre el río Uruguay y a medio camino entre Fray Bentos y Paysandú, se prepara como todos los uruguayos para el Mundial de Rusia que comienza el próximo jueves.
El alcalde del pueblo, Aníbal Facchin, contó a LA REPÚBLICA que gracias a la llegada del Mundial en Rusia y a los medios, "creció el turismo en la zona".
San Javier tiene una particularidad especial; el 90% de los habitantes vienen de familias rusas. En 1913 llegaron desde ese país un grupo de aproximadamente 300 personas, perseguidas por la Rusia zarista. Ante esta situación, Uruguay les dio respaldo. Si bien no les resultó fácil, ni todos se quedaron, hubo algunos que trabajaron duro e hicieron su aporte al país. Allí, por ejemplo, se instaló el primer molino harinero y fábrica de aceite de girasol, cuyas instalaciones son ahora monumento histórico cerca del río.
Fue en aquel período que, a través de San Javier, se introdujo en Uruguay el girasol que hasta el momento no era conocido en el país. Además allí se edificó el primer molino que se utilizó para acopio y para hacer aceite en base a este cultivo. Junto con la agricultura, este tipo de producción se convirtió en la base económica del pueblo. Lubkov estuvo al frente de San Javier -y fue su representante ante las autoridades estatales- hasta 1926.
El girasol es uno de los símbolos de San Javier, aunque dejó su lugar en la zona a la producción de soja, que junto a la lechería representan las principales fuentes de empleo. Hijos, nietos y bisnietos del grupo de 1913 son los vecinos de esta localidad de casi 2.000 habitantes. Son casi todos uruguayos, pero no olvidan sus orígenes. Y lo proclaman con orgullo, por ejemplo con un cartel de bienvenida en ruso o con las matrioshkas que decoran la plaza y se repiten en muchos carteles.
Ese vínculo con Rusia se mantiene vigente en aspectos como los bailes típicos que realiza Kalinka y, por supuesto, en la gastronomía. Entre ellas el shashlik, una preparación de carne de cordero en brochetas que tiene "su ciencia" y un sabor muy especial. El alcalde Facchín recomendó las pirozhki, unas pequeñas empanadas de papa, boniato o zapallo; el piroj, una torta de levadura con dulce de zapallo, y el kvas, una bebida alcohólica suave.
El otro lazo fuerte era el idioma, pero como la dictadura instaurada en 1973 consideró sospechosos a los sanjavierinos por el simple hecho de ser rusos -eso le costó la vida al médico Vladimir Roslik, muerto en la tortura en 1984 (veáse recuadro)-, en muchas casas se dejó de hablar el idioma. Sin embargo, existen intentos de reanudar esa costumbre con algún profesor venido de Rusia.
En fiestas y ocasiones especiales se preparan los platos típicos de Rusia, se presentan las danzas y se hace la recreación del desembarco de los pioneros en el Puerto Viejo, comentó Facchin.
¿Qué relación tienen con el fútbol?
Consultado acerca de cómo van a vivir el partido de Rusia frente a Uruguay, Facchín indicó que a pesar de que la mayoría de los pobladores tenga sangre rusa, de todas formas "hincharán por Uruguay".
“Acá los partidos se viven de la misma forma que en todo el Uruguay”, relató.
Con el estadio 27 de julio y tres clubes de fútbol: River Plate, San Javier y Libertad, del pueblo, entre los futbolistas que salieron para jugar en Montevideo, el más destacado es el exzaguero de Peñarol, Gonzalo Viera. Actualmente solo River está compitiendo en mayores y juveniles en la liga de Young.