Erdogan celebra su reelección y los nuevos poderes
“Turquía dio una lección de democracia al mundo”, dijo.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, celebraba ayer su victoria en la primera vuelta de las elecciones del domingo y los nuevos poderes tras la reforma constitucional, mientras que su principal rival, Muharrem Ince, le instó a gobernar para “todos”los turcos.
Ayer por la mañana, al día siguiente de la victoria de los comicios generales, presidencial y legislativo, Erdogan habló desde el balcón de la sede de su partido, el AKP, en Ankara. “Turquía dio una lección de democracia al mundo”, clamó delante de varios miles de partidarios que agitaban banderas y gritaban su nombre. Erdogan gobierna Turquía desde 2003, primero como primer ministro y luego, desde 2014, como presidente. Se impuso como un popular dirigente, pero es también el que más polarizó a la sociedad turca en las últimas décadas. Su victoria fue más importante de lo que preveían los analistas. En su discurso por la noche, Erdogan dijo que implementaría “rápidamente” los nuevos poderes presidenciales aceptados por referendo en abril de 2017, haciendo temer a la oposición la instauración de un poder autocrático. Según los resultados provisorios publicados por la agencia estatal Anadolu, Erdogan sumó el 52,5% de los votos. La tasa de participación alcanza el 88% de los 80 mi-
llones de turcos inscriptos en el censo electoral. Los resultados finales serán anunciados esta semana por el Alto Comité Electoral (YSK). El principal opositor, el socialdemócrata Muharrem Ince, reconoció el lunes su derrota y exhortó al presidente a gobernar para “todos” los turcos. En una conferencia de prensa en Ankara, Ince estimó que Turquía pasó bajo “un régimen autocrático” con la entrada en vigor de la reforma constitucional. En los comicios legislativos, la coalición liderada por Erdogan sumaba el 53,6% de los votos, según los resultados parciales publicados por Anadolu. Desde el ascenso al poder en 2002 del partido islamo-conservador AKP, Erdogan, de 64 años, se ha erigido como el dirigente turco más poderoso después del fundador de la república, Mustafa Kemal, transformando el país con megaproyectos de infraestructuras y reformas en la sociedad, liberando la expresión religiosa.