De cada 10, 5 culminan el ciclo básico y 2 el bachillerato
La población afrodescendiente en Uruguay, es la que históricamente experimenta mayores condiciones de vulnerabilidad. Este patrón se constata en materia de educación, trabajo o ingreso, entre otras dimensiones. En esta oportunidad haremos hincapié en la cuestión educativa.
El derecho a la educación es considerado como un derecho humano fundamental. En particular, se encuentra detallado en profundidad el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas. Uruguay firmó y ratificó este Pacto. El Estado uruguayo garantiza lo que figura en los papeles pero, por múltiples factores sociales, la brecha entre la población afro y la no afro es significativa. Primero miremos los números.
Asistencia y finalización de ciclos educativos
Si se analizan los porcentajes de personas que asisten a un establecimiento educativo entre los 3 y los 22 años, se puede apreciar la brecha. El punto de quiebre parte a los 14 años, siendo que el 95% de los jóvenes no afro continúan sus estudios, mientras que entre los jóvenes afro es el 88,6%. La brecha se amplía a los 19 años, donde el 51% de la población no afro sigue estudiando, pero entre la población afro es el 29,2%. Otro dato relevante es analizar cuántos de estos jóvenes culminan cada ciclo educativo. Si bien la escuela está muy cerca de ser universal en la infancia uruguaya, es en secundaria donde se acentúan las diferencias. De cada 10 afrodescendientes, 5 culminan el ciclo básico y 2 el bachillerato. En la población no afro en iguales condiciones, 7 alcanzan el ciclo básico y 4 el bachillerato.
Educación y género
Aparece un mayor grado de complejidad en el estudio, cuando se comparan los niveles educativos alcanzados en personas de 25 años y más, en términos de género dentro de las poblaciones afro y no afro.
De este gráfico comparativo se destaca que la población afrodescendiente que alcanza el nivel universitario, tanto en hombres como en mujeres, es la mitad que sus pares no afro. En el caso de los hombres afro es un 6,9% que posee estudios superiores, mientras para la población no afro el resultado es de 14,9%. Del mismo modo sucede con las mujeres, ya que el 8,7% de las mujeres afro llega a tener este nivel, mientras que sus pares no afro son el 16,6%.