El reto: que ocupen cargos de decisión e impulsen agenda de género
En las elecciones mexicanas del 1 de julio pasado, los resultados de elevar a rango constitucional el principio de paridad de género se hicieron tangibles: por primera vez las mujeres serían mayoría en el Senado de la República, mientras que en la Cámara
Según los resultados preliminares arrojados por el Instituto Nacional Electoral (INE) de México, las mujeres obtendrían 65 bancas en el Senado y los hombres 63; en la Cámara de Diputados 246 escaños serían para ellAs y 254 para ellos.
Ambas cámaras las lidera un partido relativamente joven que se colocó en este proceso electoral: el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), dirigido por Andrés Manuel López Obrador, también electo Presidente.
Esto le dio a las mujeres de Morena una amplia representación en el Congreso de la Unión, pues de todos los espacios ganados (311), se quedarán con 38% de la representación en el Senado, lo que significa que obtendrán 25 bancas, mientras que en la Cámara de Diputados 98 lugares serán para las morenistas.
La alta presencia femenina en las elecciones de 2018 es el resultado del trabajo de legisladoras y defensoras de los derechos político-electorales de las mujeres, que por años abogaron por la representación equitativa. La demanda comenzó a concretarse en 1992, con la introducción de las cuotas de género (60-40) y evolucionó en 2014, con la paridad introducida por la reforma constitucional políticoelectoral que obliga a los partidos a postular 50% de mujeres a candidaturas a diputaciones federales y senadurías.
Ahora este país pasa a ocupar el cuarto lugar en diputaciones (ocupaba el 9º) y el segundo lugar en senadurías (ocupaba el 15vo), entre 193 países del mundo en cuanto a la participación de mujeres en la vida política legislativa a partir de septiembre próximo.
La presidenta de la Unión Interparlamentaria (UIP), Gabriela Cuevas Barrón, afirmó que
Victoria de las mujeres
La politóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alicia Luna Salazar, comentó que ahora que en el Congreso mexicano se alcanzó la paridad de género, el reto está en que las mujeres ejerzan el poder político en igualdad de condiciones que sus pares varones, tengan cargos de poder e impulsen y aprueben reformas que favorezcan a las mexicanas.
Luna Salazar destaca que las elecciones de 2018 representan una victoria para las mujeres tras años de trabajo para que se reconocieran sus derechos políticos, pero será importante que las legisladoras de este periodo presidan los órganos más importantes del Congreso como las comisiones y junta de conciliación, donde se toman las decisiones.
Del papel preponderante que posiblemente tengan las militantes de Morena, la también integrante de la Red de Politólogas #NoSinMujeres dijo que tienen la oportunidad de ser las principales impulsoras de las políticas sociales en pro de la población femenina en temáticas como violencia de género, salud de las mujeres, acceso a empleos formales, salarios equitativos, entre otros pendientes.
Las alianzas que hagan las morenistas con legisladoras de otros partidos serán vitales para impulsar una agenda que beneficie a la población femenina de México.
La politóloga no deja de lado que tanto diputadas como senadoras enfrentarán otros retos relacionados con la cultura machista en el interior del Congreso: posiblemente se les exigirán mayores resultados parlamentarios que a los hombres, se cuestionará la preparación que tienen (aunque tengan igual o mayor experiencia que los varones), soportarán casos de violencia política de género, e incluso será un desafío tengan la misma cobertura mediática que los hombres.
Indígenas al poder
Otro logro de las mexicanas es la representación en candidaturas indígenas, toda vez que el INE acordó con los partidos políticos que debían postular candidaturas a diputaciones federales integradas por personas indígenas en 13 distritos (los que tienen 60% o más de población indígena), de las cuales siete deberían corresponder a mujeres. No obstante, a la cámara baja únicamente llegaron 4 mujeres indígenas y 9 hombres ocuparon las restantes.
dijo Rogelia González Luis, secretaria de igualdad de género del Partido de la Revolución Democrática (PRD)