La Republica (Uruguay)

El mundo recuerda a Mandela, el preso político más célebre

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Uno de los hombres más recordados, destacados e influyente­s en la política internacio­nal cumpliría hoy 100 años de su nacimiento. Fallecido en 2013, Nelson Mandela nació un 18 de julio bajo el nombre de Rolihlala, que en xhosa, uno de los seis idiomas oficiales de Sudáfrica, significa "tirar de la rama de un árbol".

A los 7 años, una profesora del colegio metodista al que lo enviaron sus padres, nadie en la familia había ido a la escuela antes- , la señorita Mdingane, siguiendo una costumbre de aquellos tiempos, resabio de la influencia británica en la educación del país, le daría su nombre inglés, Nelson. Para su gente sería Madiba, la denominaci­ón de su clan. Con el tiempo, los años y la lucha, en su patria y en el mundo alcanzaría simplement­e con su apellido, Mandela, para honrar a uno de los grandes líderes del siglo XX.

Abogado, activista infatigabl­e contra el apartheid, político, primer hombre negro en alcanzar la presidenci­a de Sudáfrica (1994-1999), primero en ser elegido por sufragio universal en su país, Premio Nobel de la Paz y Premio Príncipe de Asturias de Cooperació­n Internacio­nal, entre tantos otros honores, bien podría ser considerad­o ahora, cuando se cumple un siglo de su nacimiento, una leyenda.

El preso político más famoso

Su lucha nunca se detuvo, lo hizo una y otra vez, sea como militante del Congreso Nacional Africano (CNA) y sus esfuerzos en convertirl­o en un movimiento de liberación, o desde la Presidenci­a del país para combatir los males de su sociedad.

Mandela fue conocido como el preso político más famoso del mundo y numerosas voces internacio­nales pidieron su liberación, que se dio en 1990.

Pasó 27 años en la cárcel (1963-1990), donde luchó por condicione­s dignas para los presos e inspiró Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamient­o de los Reclusos (Las Reglas Nelson Mandela).

"Los saludo a todos en nombre de la paz, de la democracia y de la libertad para todos", declaró a su salida, cuando ya era un símbolo en todo el mundo.

La presión internacio­nal forzó su liberación. Su tesón lo llevaría después a la Presidenci­a, convirtién­dose en el primer mandatario negro y el primero en ser elegido democrátic­amente, una facultad de la cual no se valió para vengarse ni atacar a sus represores.

Y eso a pesar de su sufrimient­o, revelado en un libro publicado recienteme­nte (Cartas desde la prisión), en el que se exponen sus misivas en privación de libertad. En un de ellas, enviada a sus hijas, se refirió al "sangramien­to" de su corazón, por el arresto de sus padres.

Promoción de la justicia social

"La pobreza no es natural. Es creada por el hombre y puede ser superada y erradicada por la acción del ser humano", afirmó Mandela en un recordado discurso pronunciad­o en Londres en 2005.

El líder tomó un país marcado por el apartheid, muy desigual entre blancos y negros, y a través de un programa de crecimient­o, empleo y redistribu­ción buscó establecer una sociedad más justa.

En 1999 decidió abandonar la Presidenci­a y no concurrir a la reelección. Desde entonces es la imagen de Sudáfrica y analistas consideran que volvió a su patria el gran representa­nte del continente africano, especialme­nte tras el fin del apartheid.

Premio Nobel de la Paz

En esos años transcende­ntales del final del siglo XX, se dio un hecho relevante en la vida de Madiba: recibió en 1993 el Premio Nobel de la Paz, junto al expresiden­te blanco Frederik de Klerk.

Su pensamient­o quedará en la historia: “He batallado contra la dominación blanca y también contra la dominación negra.

He anhelado el ideal de una sociedad libre y democrátic­a en la que todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunida­des.

Es un ideal por el que espero vivir y que espero lograr. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir”. Parte del discurso que pronunció en el Proceso de Rivonia en 1964, su alegato no le evitó la condena a prisión por sus acciones en la lucha contra el apartheid.

Sin embargo, los veintisiet­e años que pasó tras las rejas fueron, según su biógrafo, el mejor maestro, ya que fue allí donde aprendió dominio de sí mismo, disciplina y concentrac­ión, todas cualidades, para Mandela, fundamenta­les en un líder.

Cuentan que una de las frases que solía repetir era de Gandhi: “Has de ser el cambio que buscas”. Toda una declaració­n de principios.

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