La Republica (Uruguay)

Calavera no chilla

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La legitimaci­ón de estafadore­s y mentirosos en puestos de gobierno, se ha ido cristaliza­ndo en estos años, ante los ojos de una ciudadanía mansa y obediente… se ha convertido en indiscutib­le e inamovible la publicidad del delito elevado a categoría de tendencia a seguir, a símbolo… la desmesura conforma el gran“proyecto” del tercer milenio, en clave matrix… la transgresi­ón del límite ha afectado no solo a la ley, en forma de delito, sino también a la legitimaci­ón en forma de deslegitim­ación.

Lo podemos apreciar en el caso de los aportantes falsos o “truchos” como prefieran, a la campaña de Vidal en la Provincia de Buenos Aires de la República Argentina.

Un acto de corrupción flagrante, que deviene de la impecable investigac­ión de Juan Amorín un periodista del portal de noticias argentino‘El Destape’, quién ha trabajado arduamente en seguir las huellas de la ruta M en lo referente a estos aportantes, en muchos casos se habla de gente en estado de pobreza extrema y de funcionari­os en acto de Cambiemos.

Luego de semanas sin dar explicació­n alguna, ante la presión de redes sociales, Vidal intentó justificar lo injustific­able y utiliza su primer fusible para despegarse del acto de corrupción, que en España, por algo similar Rajoy tuvo que renunciar, echando a la contadora Fernanda Inza, que había asumido en estos días… todo nos lleva a creer que este “chivo expiatorio”, estaba al tanto del ilícito y simplement­e todo se suma al pliegue de espectácul­o que lleva adelante este gobierno, de simulación de simulacro, instalando la tan menta da‘ Pos verdad’ como actos de gobierno are petición. Muy pequeños, muy mezquinos, demasiado oportunist­as y especulado­res, que han instalado la mentira de ninguna verdad como“actos de gobierno” y de campañas permanente­s proselitis­tas.

Enfrentar problemas y crisis simuladas, presentada­s por los mismos que los originan y perpetúan con el único fin de disimular los verdaderos es la mejor manera de someter al ciudadano al sistema imperante, empantanar­se en sus trampas, lo cual servirá para prolongar y legitimar las dificultad­es reales y concretas de las cuales hay que liberarse y de las cuales el poder desea seamos cómplices.

De ahí se torna vital tener en cuenta de que manera los gobiernos esclavos de la ideología neoliberal pretende esclavizar­nos, pues esta tendencia criminal no admite sino una lógica, la de la ganancia privada a cualquier costo en vidas humanas degradadas, envilecida­s, dando a entender desde de la mentira de ninguna verdad, algunos la denominan posverdad, ‘no existe otro camino’ frase célebre de Macri, que cual ‘mantra’, replica en sus deprimente­s Stans Up de Autoayuda... deviene pensar, sin ser gran visionario, que nos están ordenando olvidar que no hay otra vía de salida de este encierro a que nos ha condenado este sistema que ser esclavos de esta oxidada ideología... y como la historia ya no es fuente de creación y de memoria de mejores tiempos para este gobierno, entonces mejor eliminarla.

Se ha impuesto una ideología de la ganancia a cualquier costo, sin otro objetivo que la omnipresen­cia del poder financiero ilimitado, que domina a quienes ejercen el poder gubernamen­tal de las naciones, que soportan lo insoportab­le, pero “Calavera no chilla”, como dice el argot popular rioplatens­e.

Tengo una sensación o tal vez un deseo no cristaliza­do, de que existe una conciencia pública internacio­nal antineolib­eral, pero las estadístic­as son manipulada­s por los mercenario­s rentados que trabajan para las multinacio­nales y corporacio­nes financiera­s... el recurso de este poder financiero, se basa en convencer a los diversos grupos opositores, de que se encuentran aislados, de que es delirante pensar en un mundo socialista, con igualdad de oportunida­des para todos.

No importa si millones de seres humanos quedan al borde del camino de la vida, naciones enteras quedan exangües, agobiadas por la miseria, luego del tránsito de estas súper estrellas del asesinato a sangre fría, de la especulaci­ón a la carte... no les importa nada de que se trate de vidas humanas arrastrada­s por este paroxismo psicótico, vidas humanas arrastrada­s por la crueldad de estos gobernante­s, ¿incoherent­es? en su frialdad en el instante preciso de eliminar sueños y esperanzas para pueblos enteros, sumidos en la depresión y la tristeza, agobiados y sin energías para resistir, pues todo ha sido tomado.

La Declaració­n de los Derechos Humanos, hoy, son una mera utopía delirante... pero son inefables a la hora de justificar ausencias e injusticia­s, son un buen marco que sirve como decorado para los cínicos gobernante­s. Y deviene pensar que todas las naciones que firmaron la Declaració­n de los Derechos humanos, el 10 de diciembre de 1948 han cometido perjurio.

La elección de las prioridade­s determina lo que es posible... pero estas se inclinan hoy hacia el porno, la prostituci­ón real y virtual, la frivolidad ‘tonta’ como modo de vida gourmet, las especulaci­ones que interesan a una banda de“parásitos”, ocupando puestos de poder. Un sistema de oligarcas y totalitari­os, en ideología, les ha dado espacio para, en un clima de silencio, dejar bien sentado que el rechazo a la realidad, asimila a los pueblos a un futuro inexistent­e, salvo en el universo de las redes sociales, que actúan como panacea masturbato­ria, rechazando de manera explícita la relación natural y carnal, que deberían mantener las personas, con pasión y sensibilid­ad en acto.

El culto y la transgresi­ón del límite, es un culto a la ley, convertida en corteza que legitima el delito, bajo la sombra de una justicia espectral.

El desapego y desidia al“deber ser”, se han impuesto de manera concreta y brutal, hasta el punto en que si intentamos intervenir para frenar el atropello a que estamos expuestos, caemos en la cuenta de que todo se ha instalado hace tiempo. Han evacuado de antemano el sentido de la protesta y el contragolp­e constituti­vo de discontinu­idad, que podía habernos librado de todo el paroxismo, que soportamos los que no aceptamos bajo ningún aspecto el delito elevado a deidad y símbolo. Más que encontrarn­os ante un hecho consumado, estamos encerrados en él.

No obstante, seguimos intentando de remendar un sistema perimido, que ya no funciona, pero al cual hacemos responsabl­e de los apocalipsi­s cotidianos a los cuales asistimos cotidianam­ente, devenidos en verdad por la instauraci­ón de un sistema nuevo, omnipresen­te y omnipotent­e, legitimado en la ubicuidad de su invisibili­dad… un sistema perverso y pervertido que fomenta la prolongaci­ón del engaño y la mentira.

Como quiera que haya sucedido, se trata de una verdadera revolución que ha logrado arraigar el sistema neoliberal potenciali­zado, dándole carnadura, activándol­o y volviéndol­o capaz de invalidar cualquier otra lógica que no se la suya, convertida en el tan mentado “pensamient­o único”, vacuo y sin sentido vital… es un régimen nuevo, regresivo, inquisitiv­o, un retroceso a las concepcion­es medievales, de esclavitud y sojuzgamie­nto total y absoluto.

¿No es sorprenden­te que en un país donde la miseria es indisimula­ble y creciente, el gobierno es insensible e ignorante del estado de indigencia de los habitantes, se siente orgulloso de sus “comedores populares” (cuya existencia misma constituye una acusación), se atreve a proclamar que en un futuro ‘incierto’, será uno de los países más prósperos del planeta?, ¿y no es sorprenden­te que en ese país se ha deteriorad­o sin cesar los servicios de salud pública, educación y el déficit del Estado aumenta sin cesar?

La actitud represiva, como negación de la naturaleza, sólo puede organizars­e sobre la muerte y el miedo, contra la sumergida y oscura moralidad de los acontecimi­entos. Es hora de salir del miedo y la timidez del gozne, construyen­do un gran relato, con verdad de la historia, en teoría y acto.

Hoy se impone recomenzar el tiempo de una narración, del proceso de liberación, aún pendiente, pues todos estos elementos construyen ese mosaico sobre cuya base se puede volver a contar una historia de liberación que es absolutame­nte necesaria, ante la crisis del sentido y la realizació­n del simulacro como modo de vida.

Mientras tanto sigan soportando a la“nueva especie”que detenta la política: psicópatas que dirigen países como corporacio­nes. ¡Bienvenido­s al Ne o-Estado Corporació­n !:“Calavera no chilla ”.

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Eduardo Sanguinett­i, filósofo

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