Clausuran proyecto hidroeléctrico al que se opuso Berta Cáceres
La ambientalista Berta Cáceres coordinaba el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), una de las organizaciones sociales más importantes de ese país, con 25 años de lucha. Por no haber consultado al pueblo lenca y violentar sus derechos humanos, ella se opuso a la construcción de la represa hidroeléctrica “Agua Zarca” en el río Gaualcarque, asignada a la empresa local Desarrollos Energéticos A.C (DESA).
La asesinaron en 2016, pero la empresa siguió operando hasta el pasado 9 de julio cuando le fueron retirados los fondos y finalmente las autoridades la clausuraron.
Cáceres acompañaba al pueblo indígena lenca contra la construcción de la represa, cuando se registró un atentado contra su compañero Gustavo Castro en la Esperanza, departamento de Intibucá, Honduras. Poco después, ella fue asesinada dentro de su casa. Castro viajó a México para salvaguardar su integridad.
En primera instancia, el Banco Holandés de Desarrollo (FMO) y el Fondo Finlandés para la Cooperación Industrial (Finnfund) retiraron su apoyo de manera definitiva. Este 9 de julio transcendió la cancelación del proyecto por haber desatado persecución, amenazas y asesinatos a personas opositoras.
DESA, por medio de un comunicado, informó de la cancelación en pro de la reducción de conflictos en la zona. Lo que había era persecución, amenazas y asesinatos de personas opositoras, como Berta Cáceres y su compañero.
Falta el castigo a los autores materiales e intelectuales del asesinato
Al ser consultado vía electrónica, Gustavo Castro dijo que pese a la impunidad e intereses económicos, se logró detener esta presa hidroeléctrica, lo que envía un mensaje a los pueblos de que se puede, a pesar de tener en contra a un gobierno tan corrupto e impune: enfatizó Castro.
Agregó que “Es una victoria para el Movimiento de Afectados por las Represas en América Latina (MAR), porque es una lucha de los movimientos que da esperanza de que pueden detener este tipo de megaproyectos extractivos de gran impacto socio ambiental, aunque lamentablemente a un costo muy alto que tienen que pagar los pueblos. La lucha contra la empresa, el gobierno, los bancos y otros intereses de inversión tuvo éxito gracias a la movilización de los pueblos``.
El ambientalista mencionó que en México y Chiapas se tiene el reto de seguir el ejemplo de Berta y otros movimientos para prevenir el arribo de megaproyectos extractivos.
Castro afirmó que el siguiente paso es continuar con la lucha para que se garantice la seguridad de las personas defensoras de derechos humanos y periodistas en Honduras y Latinoamérica.