¡Otra vez, otra vez!
Eso dice cualquier niño al que le gusta algo o un juego, ahora que se viene el Día del Niño. Sabemos que esos juegos son instantes, son momentos cortos de este crecimiento, y así vamos caminando desde ese ¡otra vez!, hasta decir no quiero más. De dejar de soñar como niños hasta meternos en este mundo que nos compra con poco, para olvidar aquellos sueños utópicos que nos hacían soñar con un mundo mejor, equitativo, igualitario y con muchas oportunidades. No quiero faltarle el respeto a esos bots preparados para este sistema, que no se acuerdan de esos sueños y que pareciera que ya venían preparados para ser serviles y no ser cuestionados, juegos de estrategia y planificación, cómo librar esa lucha con deep blue siendo un simple amateur, no sabiendo cómo se hace un enroque, entiendo y mal entiendo el uso de algún que otro proyecto o plan para desarticular o desangelar las ideas propuestas por hombres. Sé que en definitiva la batalla es por pan y así debe ser. Lo que no puede ser es dar una batalla para tener favores y obtener castas de privilegios, la tropa aún no está bien y ahí hay que meter cabeza para solucionarlo: no puedo volar un avión si apenas tengo una bicicleta. Nuestra construcción es con letras y la de hoy es levantar la palabra “compañero” antes que la palabra “acatar”.
Nos encanta armar diferentes sopas de letras y las primeras que colocamos es construir, proyectar y muchas palabras más hermosas, verticales y horizontales. La primera que tenemos es entrega, la segunda, convicción y la tercera es no claudicar; dicen que no se puede criticar antes si nunca lo intentaron. Paracaidista es alguien que le gusta tirarse y ver desde las alturas ese paisaje; un eterno militante pinta muros decía un compañero, salgo, decía por la familia, por el barrio y porque no quiero cambiar solo la apariencia física que determina el tiempo.Y ahí, de viejo, no pintaré muros, pero seguro estaré haciendo algo por mis compañeros, nunca solo, en grupos, y elegir bien esos grupos o colectivos por quienes luchar: hay muchos seres humanos que merecen y deben ser leídos y escuchados.
A no olvidar eso, a cualquier ámbito de este universo hay que abrirlo, no solo a las letras le damos forma para imprimir esas palabras, que no las ponemos en piedras sino en papel. Salú!