“La República de las Mujeres” se adelantó a su época
Hoy hacer periodismo con enfoque de género puede no sorprender a nadie. Pero hacerlo hace 30 años, creando un suplemento feminista que logró posicionarse y mantenerse vigente durante tres décadas, es algo extraordinario. Habría que buscar en profundidad en la historia de la prensa escrita para ver si existe algo semejante.
Tamaño logro, alcanzado por “La República de las Mujeres”, el suplemento dominical del diario La República, no puede pasar desapercibido porque es un hito en la historia del periodismo uruguayo. Tampoco el enorme trabajo de su editora, Isabel Villar, que asumió desde 1988, la muy difícil tarea de imponer los derechos de las mujeres en la vidriera noticiosa del país.
Sostener temas como la violencia de género, la igualdad de oportunidades, la manera de ejercer la sexualidad, la interrupción voluntaria del embarazo, y tantos otros que todavía no asomaban ni remotamente en la agenda política ni social del Uruguay, fue parte del trabajo informativo de este suplemento, que se adelantó a su época, asumiendo el innovador proyecto de convertirse en un relato de la cotidianidad, desde una mirada de género.
Con la impronta progresista del diario La República como sostén, el suplemento se transformó en un referente regional del periodismo feminista y sirvió de ejemplo para varias publicaciones dentro y fuera del país. Representó también el puntapié inicial de proyectos normativos que fueron naciendo al amparo de las investigaciones y estadísticas que periódicamente presentaba “La República de las Mujeres”, y que lograron consolidarse cuando la izquierda llegó finalmente al gobierno nacional.
En síntesis, un proyecto periodístico exitoso que nació tres años después de que el país recuperara la democracia y atravesó todo un ciclo de lucha constante, de avances y retrocesos, para ir construyendo ladrillo a ladrillo, una nueva forma de prensa feminista.
En tiempos en que el periodismo profesional parece amenazado y cuestionado por el auge de las redes sociales, el ejemplo de“La República de las Mujeres” se levanta como un baluarte que demuestra el éxito del periodismo serio, comprometido y riguroso, capaz de hacer visible lo que no puede verse a simple vista.