“Blanca Luz fue un personaje contradictorio y apasionante”
Pablo Zubizarreta muestra a Brum como una mujer latinoamericana a quien hay que reivindicar.
EUruguay l próximo 23 de agosto estrenará en los cines de
la película“No viajaré escondida”, una co-producción uruguaya-argentina bajo la dirección de Pablo Zubizarreta. El filme que tuvo su avant premiere en el marco del reciente festival de cine Piriápolis de Película con la presencia de su director y de Mercedes Morán (voz en off en la realización) esta noche llega a Sala Zitarrosa para luego el 23 de agosto instalarse en la cartelera de la Sala B del auditorio Nelly Goitiño entre otras salas que incluyen San José.
El documental retrata la vida de Blanca Luz Brum, quien recorrió un camino insólito a través de Latinoamérica durante el siglo XX. Participó activamente en los movimientos de vanguardia intelectuales, políticos y artísticos de Uruguay, Chile, Argentina, Perú y México. Discípula del peruano José Carlos Mariátegui, amante y musa del muralista David Alfaro Siqueiros, admirada por Perón y Pinochet. Blanca Luz se ha convertido en un símbolo de la emancipación femenina en el continente. Las versiones sobre su vida son variadas y disímiles, los testimonios de quienes la conocieron, llenos de contradicciones.“No viajaré escondida” transita este espacio de verdades, opiniones encontradas y misterios, se abre paso a través del mito Blanca Luz.
El director de “No viajaré escondida”no conocía a Blanca Luz Brum hasta que la actriz Valeria De Luque le habló de esa historia. Pese a lo llamativo de la vida de Brum, de su obra, y de sus juegos políticos, es muy poco conocida. A eso contribuyeron también los casi treinta años que vivió en la isla de Robinson Crusoe, frente a las costas chilenas, adonde se había refugiado tras ayudar al peronista Patricio Kelly a huir de la cárcel de Santiago disfrazado de monja. Zubizarreta salió a la búsqueda de la poeta advirtiendo que no era posible establecer una versión firme de su historia, sino una que fuera posible aunque más no sea como aproximación. De alguna manera, el cineasta siguió el mismo camino que Hugo Achugar eligió para escribir Falsas memorias: Blanca Luz Brum, publicada en 2000 y donde reconoce que el 90 o 95 por ciento de lo narrado se basa en datos documentados, pero que un 5 o un 10 por ciento proviene de su imaginación. No es casualidad que Achugar sea una de las pocas voces que Zubizarreta recoge en su película, más interesada en su reconstrucción.Y ambos quizá no pudieron evitar una advertencia que Graciela Sapriza lanzó sobre Brum en su libro Mujeres uruguayas: el lado femenino de nuestra historia (1997): “Muchos la conocieron pero cuando relatan episodios de su biografía incurren en fantasías”. En la película, esos cruces entre realidad e imaginación tienen además otra dimensión porque, como se dice en ella, “todos manipulamos el pasado”.
Este acercamiento a una mujer muy provocativa se valió de otros talentos: los de la actriz Mercedes Morán y la compositora Pata Kramer, entre otros. Se trata de una coproducción sobre alguien que pudo ser una Frida Kahlo o una Eva Perón o una pequeña Rosa Luxemburgo, pero que optó por ser ella misma.
“La historia de Blanca Luz me llega por la actriz Valeria De Luque que había descubierto el personaje y quería hacer algo con eso, apenas conocí la historia me pareció muy interesante”, contó Zubizarreta a LA REPÚBLICA.
El director profundizando un poco en la historia de Blanca Luz constató que ese personaje femenino había nacido en Pan de Azúcar (Maldonado) y que la poesía de su niñez describía un poco el mundo de su propia infancia.“Toda mi infancia la pasé en el balneario BellaVista, veníamos a Uruguay a vacacionar y el paisaje que ella describe en su poesía es el que yo viví en mi niñez. De alguna manera me sentí totalmente identificado con esas imágenes y espacios que ella describía y eso me motivó a nivel personal a desarrollar esta película”. Aquello que en principio fue solo una idea, creció con el paso de los meses a medida que el cineasta descubría puntos de contacto entre Blanca Luz y su pasado. “Soy argentino pero mi abuela era uruguaya y nacida en el mismo año que Blanca Luz en 1905. Había muchas cosas que me hacían eco y me motivaban a hacer esta película. Cuando empecé a descubrir más la vida de Blanca Luz me pareció muy interesante que había muchas cosas que no se sabían, muchas posiciones encontradas. Pensé que en realidad tal vez el personaje que nos llegaba hoy no era exactamente ella y que quizá era otra persona. Por eso me lancé en la aventura de descubrir a esa persona o intentar descubrirla”, contó. Zubizarreta destaca además la necesidad de mostrar la historia de esta mujer desde la perspectiva de una pionera de su época.“Me parecía un poco injusto que se la valoraba por los hombres con los que estuvo a lo largo de su vida y no por su obra. Me pareció justo tratar de descubrir a esa personas desde mi