Crisis de 2001, crisis de 2018
La tormenta en la que se ve sumida la economía argentina acentúa los miedos de la población, que tiene fresco en la memoria el estallido social del 2001 desencadenado por la devaluación de la moneda, el congelamiento de las cuentas bancarias y el aumento de precios. En los meses que siguieron, los niveles de pobreza (54,3%) y desempleo (21,5%) escalaron considerablemente. Si bien hay puntos de contacto entre el contexto actual y el anterior, hay diferencias sustanciales que los separan. La crisis que atraviesa Argentina, así como la de 2001, "se manifiesta principalmente por el canal financiero", apuntó Pablo Neviña. "Hay un agravamiento de las condiciones financieras que disparan una crisis en la economía real. Otro punto de contacto es que las dos crisis tienen una fuerte intervención del FMI en términos de orientación y condicionamiento de la política económica y eso refuerza el sesgo contractivo de las políticas", dijo el investigador del Conicet.
Sin embargo el académico subrayó una gran diferencia. Actualmente "la exposición en dólares del sector financiero y de los deudores es muy baja". El estallido de 2001 se dio en la salida de 10 años de convertibilidad entre el peso argentino y el dólar, un régimen "bimonetario en los hechos". En pocos días, la paridad entre ambas monedas se esfumó. Si un peso en diciembre de 2001 valía un dólar, seis meses después rondaba los 3 pesos.
"Había una buena parte de deudores en dólares con ingresos en pesos, lo cual fue buena parte de la explicación de la crisis del sistema y del descalce de moneda", dijo el experto.
Hoy en día, el panorama es distinto, "porque se viene de muchos años de regulación".
Solo los actores con ingresos en dólares comprobables "pueden tomar deuda" en la moneda estadounidense. Esto "hace que el sistema financiero esté menos endeble".
Esto se puede ver en datos como el aumento de depósitos en dólares en bancos argentinos al mismo tiempo que crecía la demanda de moneda norteamericana y sucedía la fuga de capitales.
"Si bien hay una parte de dólares que se van del sistema financiero, hay otra parte que está quedando en las cajas de ahorro o en las cuentas de los bancos. Eso es una muestra de que todavía los actores económicos tienen confianza en la solvencia del sistema financiero local, una diferencia muy importante en relación a 2001", dijo Neviña.