FA apunta al seguimiento de personas privadas de libertad para rehabilitación y reinserción
El borrador del programa se enfoca en la reforma del sistema penitenciario, así como en mejorar el trabajo y formación policial, y la creación de nuevas cárceles.
E l Frente Amplio, en el borrador del programa para el gobierno del periodo 20202025 al que pudo acceder LA REPÚBLICA, apunta a una reforma del sistema penitenciario a través del seguimiento para las personas privadas de libertad, con el fin de ser liberados “en líneas de trabajo socioeducativo” con el objetivo de evitar la reincidencia. Se prevé la construcción de cárceles para 500 personas; el fortalecimiento del trabajo policial como su capacitación; y una reestructura en el sistema de penas; así como la implementación de la ley integral sobre la violencia basada en género.
Una de las prioridades del Frente Amplio para un hipotético cuarto periodo de gobierno es la seguridad. En el borrador del programa que se aprobó en el último Plenario Nacional del 1 de setiembre, el cual se maneja en reserva, tiene como ejes principales la reforma del sistema penitenciario apuntando a la rehabilitación y reinserción, a poner énfasis en las acciones preventivas, a las acciones interinstitucionales y de convivencia, y a transformaciones en el sistema de Justicia Criminal, como institucionales y de normativas.
Reforma del sistema penitenciario
Uno de los puntos claves del Frente Amplio en la búsqueda profunda por combatir la inseguridad, según detalla el borrador al que puso acceder LA REPÚBLICA es la trasformación del sistema penitenciario, donde se pretende“implantar un efectivo sistema de rehabilitación y reinserción”.
Las cárceles son parte del circuito de la reproducción de la delincuencia y representan uno de los ejes más importante de la fuerza política a la hora de trabajar pensando en la seguridad pública. Las trasformaciones se vienen llevando adelante desde el 2005 a la fecha pero se quiere dar un salto aún más profundo para cortar con este circuito, por o que es necesario “transitar hacia un sistema efectivo de rehabilitación y reinserción social”.
Puntos de la reforma
La reforma penitenciaria a la que apunta el Frente Amplio cuenta con seis puntos claves:
El primero apunta a promover y consolidar las redes de protección y seguimiento para las personas privadas de libertad, trasladando el sistema penitenciario a la órbita del MEC, con el fin de ser liberados“en líneas de trabajo socioeducativo con el objetivo de evitar la reincidencia”. El documento señala que el sistema penitenciario debe desarrollar un modelo de gestión de cárceles que cuente con autonomía en el diseño y ejecución presupuestal para lo que se propone la creación de un servicio descentralizado en la órbita del Ministerio de Educación y Cultura.
La gestión del sistema de seguridad
de las unidades penitenciarias recaerá en un cuerpo especial subordinado a la dirección civil del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). En el período 2020-2025 se deberá culminar
con la sustitución del personal policial por operadores penitenciarios civiles, lo que incluye todos los lugares de dirección del INR. En este primer punto se apunta a“incorporar cuadros penitenciarios con alta capacidad gerencial que permita profesionalizar y racionalizar la gestión”.
Como segundo punto de esta reforma penitenciaria, la reforma apunta traslado de la Dirección de Apoyo al Liberado al Ministerio de Educación y Cultura. En consonancia con el traslado del INR a la órbita del Ministerio de Educación y Cultura, se trasladará también a este ministerio la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado, con todos los recursos materiales y humanos capacitados para el trato y seguimiento de dicha población.
Orientar las cárceles a construir bajo una concepción orientada a la rehabilitación y disminución de los niveles de reincidencia, es el tercer punto de esta reforma penitenciaria. El borrador del programa del Frente detalla que“las nuevas cárceles que se construyan tendrán una concepción orientada al control y las actividades de rehabilitación: las actividades laborales, productivas, educativas, culturales, deportivas y recreativas, además de una adecuada promoción de la salud integral individual y grupal, se deben desarrollar plenamente en el ámbito penitenciario, como alternativa al tiempo inútil y camino imprescindible para la reinserción social”. Con este fin las nuevas unidades penitenciarias no tendrán más de 500 plazas. A su vez se definirá un plan de reestructura de las cárceles existentes para adecuarlas a este sistema; mientras que se consolidará la política de clasificación penitenciaria que separa primarios, jóvenes, reincidentes, peligrosos, etc.
El cuarto punto de esta serie de medidas para la reforma apunta a legislar sobre el trabajo de la población privada de libertad. El borrador prevé que se legisle sobre el trabajo de la población privada de libertad, definiéndolo como una de las actividades centrales en la rehabilitación del recluso, garantizando sus derechos y responsabilidades en la actividad laboral y ga-