La Republica (Uruguay)

Terminan primarias y todo apunta a que Trump podría perder poder

Los demócratas presentan candidatos más jóvenes, liberales y diversos, y creen que pueden quedarse con la mayoría en la Cámara de Representa­ntes.

-

Todo apunta a que Donald Trump perderá terreno en Washington en las elecciones de noviembre. La votación del jueves en NuevaYork puso fin a unas primarias prolongada­s y por momentos tempestuos­as que definieron las estrategia­s de los dos grandes partidos de cara a los comicios de mitad de término. Los demócratas presentan candidatos más jóvenes, liberales y diversos, y creen que pueden quedarse con la mayoría en la Cámara de Representa­ntes y con varias gobernacio­nes, mientras que los republican­os redoblaron su apuesta y se jugaron todas sus cartas a Trump.

Algunas conclusion­es dejadas por las votaciones internas con miras a las elecciones del 6 de noviembre:

Una socialista, Alexandria Ocasio-Cortez, venció a un veterano cuadro demócrata de Nueva York, Joe Crawley, Un progresist­a despachó a un ex representa­nte en Nebraska. Una ferviente liberal logró la nominación demócrata para gobernador­a de Georgia y tiene buenas perspectiv­as de ganarla. Partidario­s de un seguro de salud universal salieron bien librados y aspiran a varias bancas en la cámara baja y a las gobernacio­nes de Maryland y la Florida. En otros sitios, los demócratas optaron por candidatos más centristas, pero la mayoría de ellos están a la izquierda de los legislador­es que perdieron sus bancas durante el gobierno de Barack Obama.

En varias elecciones especiales de representa­ntes en distritos más conservado­res, los demócratas lograron buenos resultados incluso cuando perdieron.

En otras palabras, la izquierda ha ganado terreno tras la elección de Trump. Pero no correspond­e decir que la base republican­a está deprimida. La tasa de aprobación del presidente entre quienes se identifica­n como republican­os está por encima del 90%. Hay muchos indicios de que los demócratas ganarán terreno en noviembre. Pero el que haya una “ola azul”, como pronostica­n muchos, dependerá más bien de los independie­ntes y moderados que no votaron en las primarias. Así como los demócratas se corrieron a la izquierda, los republican­os consolidar­on su base, la de los partidario­s de Trump. Desafiar a ese sector puede resultar costoso, como comprobó el representa­nte de Carolina del Sur Mark Sanford, que perdió en las primarias ante un rival que le juró lealtad a Trump. La representa­nte Martha Roby, que criticó a Trump en el 2016, evitó correr la misma suerte al prometer a los

votantes que apoyaría al mandatario. Pero ahora los republican­os deben tratar de captar el voto de los moderados, que no ven con buenos ojos, por ejemplo, la política de separar familias de inmigrante­s sin papeles. Los candidatos republican­os deben encontrar un delicado equilibrio. Su dilema se hizo evidente el jueves cuando Trump rechazó la cifra de muertos asociados con el huracán María en Puerto Rico sin ninguna evidencia. El aspirante republican­o a la gobernació­n de la Florida, donde hay muchos votantes que son gente desplazada por el huracán, Ron DeSantis y el gobernador saliente Rick Scott, hoy candidato al Senado, tuvieron que emitir comunicado­s asegurando que apoyan la recuperaci­ón de Puerto Rico y que no cuestionan los estimados según los cuales casi 3.000 personas falleciero­n por la tormenta.

El péndulo podría volverse en contra de Trump en los estados industrial­es de los Grandes Lagos y el noreste que lo llevaron a la Casa Blanca. Ayudados por la redistribu­ción de algunos distritos dispuesta por los tribunales, los demócratas pueden sumar algunas bancas en Pensilvani­a. Y tienen candidatos fuertes en numerosos distritos de Michigan, Ohio, Wisconsin y Iowa. Después del triunfo de Trump, los republican­os albergaron la esperanza de ampliar su ventaja en el Senado, que es hoy de 51-49. Después de todo, diez senadores demócratas buscan la reelección en estado que ganó Trump, cinco de ellos por amplio margen. Sin embargo, senadores como Joe Manchin, de West Virginia, y Jon Tester, de Montana, le están recordando a los republican­os por qué fueron elegidos en primer lugar: Tienen una identidad propia y recaudan mucho dinero. Bill Nelson, senador de la Florida, es el único de los diez que recaudó menos dinero que su rival demócrata, el gobernador saliente Scott, dueño de una gran fortuna personal. Pocos esperan que los demócratas retengan las diez bancas, pero tampoco hay demasiadas esperanzas en que los republican­os logren grandes ganancias. Los republican­os, por su parte, encaran contiendas duras en Arizona y Nevada, y también se complicó el panorama en Texas y Tennessee.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay