¿Súper héroes?

Recordando aquellas series yanquis, que invadían las pocas horas de televisión de los 70, 80 y 90, y años anteriores cuando el centro era el bullying o el bardeo personal de chistes bien estúpidos, estaba “La isla de la fantasía”, y me hizo acordar a la época del 70. En los 80, Arnold, un niño afro, muy simpático. Los iniciaban con Bill Cosby, y luego venía la introducción a una serie, muy variada, de niñeras y dinosaurios que hablaban. Sin olvidar a MacGyver. Y Los Fantásticos, Sh gun, Shaka Zulu, Manimal y muchos súper héroes humanos más. Hay dos tipos de miradas: la que mira al normal humano con algunas actitudes diferentes, que hace casi todo, y día a día sale invicto, y entretiene la mirada del genuflexo neoliberal que cree que sentado en un sillón deja todo en manos mágicas; y la otra, la de un carpintero, albañil, feriante, un laburante que lucha contra lo invisible. En definitiva él no lo va hacer, ni siquiera va mojar con sudor su camisa, porque está sentado con aire o ventilador, escribiendo pelotudeces serviles a esas series que eligió. Hablar de súper héroes es hablar de la poca imaginación de su niñez. Tal vez, hablaría de gente con compromiso, con convicción, que no claudica y defiende sus derechos. Obvio que el lugar lo elige uno. Habría que ver a qué se jugaba y de qué súper héroe en setiembre del 1979 actuaba él. Y qué se escribía y si se animaban a demonizar la autoridad de esa época. Ellos, las autoridades, ¿serían súper héroes? A fines de siglo cambia todo y la globalización ya no acepta balas, pero sí acepta letras. Entonces juguemos al veo o veo mientras el cuco no está. Salú.